El Gran Reinicio Parte I : Despertar

Capítulo 97 : Resonancia

 

Es un nuevo día, hoy es miércoles y el tiempo para completar la primera evaluación sigue corriendo. Las cortinas de mi habitación se mecen suavemente, el tenue rayo de Sol ingresa por la ventana que se encuentra abierta de par en par anunciando que es hora de levantarme, me despierto y lo primero que percibo es el entumecimiento leve en mi brazo izquierdo, es signo de que Bianca sigue con su cabeza apoyada, aunque… también siento esa sensación en mi brazo derecho. No es solo el cuerpo de Bianca el cual se aferra a mí, tanto ella como yo seguimos desnudos, hay alguien mas en mi cama, volteo lentamente para observar quien es la que se encuentra desnuda abrazándome como Bianca. Ahí se encuentra la responsable con su mano tocando mi estómago, sus cabellos un poco ondulados, sin nada de ropa, el humillo azulado de sus ojos es menos espeso pero constante, con un bostezo ella se acerca a mi oído y dice.

– Buenos días Mi Señor. ¿Qué opina, poseo un cuerpo que lo satisfaga?

– …

– ¿Mi Señor?

Su sonrisa psicótica no desaparece en ningún instante. Por los movimientos de esa mujer Bianca también despierta y queda tan anonadada como yo.

– Querido… ¿Cuándo ingresó esa perra a nuestra cama?

– Soy la sirvienta personal de Mi Señor, debo estar con él las 24 horas del día para cuando me necesite y así.

Mientras ella hablaba libero el brazo que seguía presionando contra su pecho, rápidamente aprieto su cara con mi mano y la lanzo por la ventana hacia afuera de mi habitación.

– Problema solucionado.

– Ignoremos a esa molestia querido, en fin, bañémonos juntos para después desayunar.

Sonrío ante su propuesta y dejo la cama para tomarla entre mis brazos, ella envuelve mi cuello con sus brazos y nos dirigimos hacia el baño, pero.

– Así que a Mi Señor le gusta jugar el papel del dominador, no me desagrada ser la sumisa.

Por la ventana en que la arrojé ella aparece de un salto ingresando a nuestra habitación, si seguimos así no llegaremos a ningún lado.

– Tu, ve y báñate primero, vístete y espéranos en el comedor.

Cuando ella escucha mi orden hace un saludo militar y con entusiasmo grita.

– ¡Si Mi Señor!

Se apresura en dejar la habitación pero vuelve después de un instante.

– ¿Ahora qué?

– Mi Señor tengo una pregunta.

– ¿Qué ocurre?

– ¿Dónde esta el baño Mi Señor?

– Se encuentra en.

– Querido yo la llevo, es más, voy a bañarme con ella, tengo unas preguntas que hacerle en privado.

– Si es lo que quieres no me opondré.

–  Yo no obedezco a nadie más que a Mi Señor por lo tanto.

– Haz lo que Bianca dice.

– ¡Si Mi Señor!

Dejo a Bianca en el suelo y ella acompaña a Yudis a la sala del baño, decido recostarme y esperar a que terminen, sin percatarme vuelvo a quedarme dormido. No he dimensionado el tiempo que transcurrió, no he soñado con nada, solo una extensa imagen oscura que no demuestra nada.

Siento como sacuden suavemente mi cuerpo.

– Querido despierta, es tu turno.

El vapor aun se encuentra presente en su cabello.

– Gracias Bianca y… ¿Cómo te fue con esa lunática?

– Mi Señor es cruel, pero al mismo tiempo es excitante.

– Cierra la boca maldita perra aun no te acepto por completo, pero tienes tu punto.

– ¿Cuál es ese punto Bianca?

– Lo conversaremos cuando te vistas querido.

Sin perder mas tiempo debido a que debemos ingresar al salón dentro de 1 hora y media me doy un baño rápido y me visto, bajo al comedor en donde esperan Bianca y Yudis sentadas con la mesa servida, tomo asiento para comenzar a hablar.

– Es evidente que llegaron a una especie de acuerdo, no las obligaré a hablar pero quisiera saber cuál es ese punto al que te referías Bianca.

Coloca una mirada triste, no desea responder.

– ¿Mi Señor puedo hacer una pregunta? – Yudis levanta su mano.

– No necesitas pedir mi permiso para hablar, adelante di lo que quieras.

La expresión de Yudis es muy seria, deja de lado esa sonrisa para cambiar por completo.

– ¿Ha escuchado la voz del ser qué aguarda dentro suyo?

– … Si, en más de una ocasión.

– Ha notado que ahora es más constante o clara.

– En un comienzo creía que eran pensamientos espontáneos que ocurrían por mi mismo, pero desde cierto punto se ha presentado explícitamente.

– ¿Han tenido alguna clase de interacción? Por ejemplo. ¿Ha intercambiado palabras con él?

– Hemos tenido más de algún debate.

Cuando digo esto Bianca se atemoriza sin embargo logra ocultarlo, aunque tensa inconscientemente su sien. Yudis respira profundamente y continúa.

– Mi Señor. ¿Tiene alguna idea sobre la etapa en que se encuentra actualmente?

– Soy un ignorante en ese tema.



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En el texto hay: tragedia, gore sangre accion, romance

Editado: 04.08.2019

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