Capitulo 2

La noticia más terrible que puede recibir una persona la cual su vida depende de esas personas, es que hayan fallecido.

Al recibir la noticia de que mis abuelos habían fallecido algo en mi se apago o desconecto, como quieran decirle. Solo sabía que las cosas cambiarían  desde ese momento, ya que yo no sería la misma y cuánta razón tenía  yo.

Al parecer la vida o el destino, no se cansa de llenarme o hacerme la vida de cuadros, ya que siempre me demuestra que solo vine a este mundo a sufrir y a causarles sufrimiento a las personas que yo quiero. 

La muerte de mis abuelos marcó y marcará un antes y un después en mi vida. Nadie sigue siendo el mismo cuando se van los seres queridos que más amas y los cuales te han apoyado en cada momento de tu vida. 

Mis abuelos maternos, fueron dos piezas fundamentales en mi vida y los cuales me brindaron un amor incondicional junto a mis abuelos paternos y Max. El decirles adiós en estos momentos, me está doliendo como si me clavaran más de 100  espadas por todo mi cuerpo y mi sangre no deja de esparcirse por todo el suelo.

Ahora me estoy armando  de valor para decirles adiós a dos personas, las cuales no pensé que cuando les dijera nos vemos luego, nunca pensé que sería para siempre.

Me duele verlos postrados en unos ataúdes de los cuales se que una vez se cierren, no volveré a ver sus rostros jamás, pero me toca ser fuerte y dejarlos ir aunque se me rompa el alma en pedazos.

Al terminar mi discurso bajo de la tarima y me dirijo a los cuerpos de mis abuelos.

-Lo lamento, no será fácil para mí dejarlos ir, cuando aún no me creo que ya se han marchado de mi lado, dejándome sola luchando con los demonios que me persiguen.- Les susurro, mientras lagrimas bajan por mis mejillas.

-Por favor, se los ruego, parense de ahí y ya dejen de bromear conmigo, solo... por favor.... levántense, no me dejen, por favor- les digo con la esperanza de que sea una broma de mal gusto, que me están gastando; al no ver ni un movimiento de su parte, el desespero crece en mi.

-LEVÁNTENSE DE AHÍ, PROMETIERON ESTAR CONMIGO, NO ME DEJEN SOLA, NO ME DEJENNN- terminó gritando y golpeando el rostro de mi abuelo con leves golpes en la mejilla.

-Despierten por favor- termino llorando, buscando refugio en su pecho frío, queriendo sentir sus brazos a mi alrededor y sentir el calor que desprendían, pero al no sentir nada, me doy cuenta que ya no estarán más.

-Los amo demasiado como para dejarlos ir, pero cuando este lista aceptaré que ya no están en este mundo.- digo para caer en la inconsciencia.

Espero por sus votos y comentarios.