Perpetúa estadía
En las celdas de la libertad
Caía a nuestra carne y la convertía en gusanos
Polvo después, y nuestra lucha era insignificante
Éramos el trono del rey.
Lucha en la calle
¿Qué gracia tiene?
Caímos como hojas de un árbol en otoño
Nuestros líderes clamaban
"Hay que luchar más"
Marcha nupcial a las fauces del sanguinario lobo
La muerte era nuestra única compañera
Y los líderes clamaban
"Más"
Las banderas eran rojas
E ignorantes nuestros gobernantes
¡Qué agonía!