Fruncí el ceño con gran recelo, pues seguía sin entender la razón por la que tenía que permitir que él, el idiota más grande de toda la existencia, conviviera en mi hogar.
Sabía que él era el guardaespaldas de Leidy, mi mejor amiga. Sin embargo, él no tenía por qué quedarse en mi casa, con hospedaje gratuito. Ella era la hija del presidente y se había tomado unas vacaciones, que me alegraba, pero seguía con mi renuencia a aceptar al tipo con el que vino.
Nosotras nos conocimos hace unos años atrás. Ella había venido en ese tiempo por primera vez a República Dominicana.
En ese tiempo ella estaba segura, sin embargo, ahora no lo era. Era prioridad su protección y por ello es que su padre contrató a Eliot. Un peliagudo del control, pervertido y que estaba embobado de Leidy. Pero ella tiene novio y ambos se aman.