Llegué del trabajo para mi cita doble con Eliot, Lely, Robert y yo. Compré un vestido azul cielo que daba un poco por encima de mi rodilla, espero que Eliot no se enfade ni se ponga de sobreprotector.
Él acompañó a mi amiga porque su padre así lo pidió a casa de su hermano, él estaba arrepentido, pero le dije que no importaba.
Mi celular vibró, revisé y era un mensaje de él.
"Te extraño Lucy". — Fue lo que envió.
Tengo 600 mensajes en un solo día de parte de él, no sé cómo le sigue quedando saldo. Reí como estúpida mientras escribía:
"Yo te extraño más, Liot".
Me preparé algo ligero y lo comí.
Luego de unos minutos, fui a darme una ducha y tardé horas allí, lavé mi pelo y luego salí, tomé la secadora y lo sequé.
Al bajar las escaleras, parece que Eliot había llegado, bajé emocionada los últimos escalones, no lo vi, pero escuché ruido en la sala de estar y fui hacia allá.
— Liot, llegas temprano. — Dije. Callé de inmediato al observar a unos idiotas dentro de mi casa.
— Lamentamos decepcionarte amor, pero no somos Liot. — Dijo.
¡Demonios...! Eran los tipos que pensé que fueron contratados por él en aquel momento.
Corrí, ellos me siguieron, subí al cuarto de Eliot, ya que era el único que tenía una puerta oculta y entré en él. Al entrar, me senté en el suelo, rogando para que no entraran en el cuarto.
Ya que tenía mi bolso a mano, saqué mi celular y llamé a mi novio asustada, esos tipos me habían traumatizado desde aquella vez, mis manos tiemblan como si de frío se tratara y mis nervios se disparan como cuando vamos a una máxima velocidad y vamos a tener un accidente, así estoy...
— ¿Lucy?— Preguntó tierno. ¡Lo amo! ¡Verdad! No lo llamé para eso.
— Ayúdame, unos tipos están en casa, están destruyendo todo, estoy oculta en tu habitación. — Dije. Le cerré cuando escuché que irrumpían en la habitación.
Todo cuanto tocasen, se escuchó caer y romperse, estaban destruyendo todo...
Mi corazón está sobresaltado, creo que estaban armados... no debí llamar a Eliot, no debí... no quiero que venga y estos estúpidos le hagan algo... soy una idiota.
Ellos van a matarme, ni siquiera tengo con qué defenderme.
Varios minutos después, vi la puerta secreta abrirse, mi celular cayó de mis manos, estaba con el corazón en la garganta, mi respiración aumento su ritmo.
Lloré un río.
— Tranquila, Lucy, soy yo, Eliot. — Lo vi a la cara
Él me estrechó en sus brazos y yo a él, nunca en mi vida había sentido tanto miedo. Él acariciaba mi pelo con delicadeza.
Nuestra cita se vio cancelada, le pedí a Robert llevarse a Leidy y no decirle nada sobre esto porque seguro se atrevería a llorar y nunca sonreír, ya que en realidad a quien buscaban esos idiotas era a ella, ya que es la hija del presidente. Y como yo era la que estaba más tiempo con el guardaespaldas... pensaron que era yo la hija.
Tenían pensado hacerle daño, querían secuestrarla y sacarle más de 500 millones al presidente por su hija. Debíamos arreglar todo, aunque casi todas las cosas estaba rotas y los sillones estaban volteados en diferentes partes, se estaban vengando por cómo les pateé las bolas aquel día. Mi habitación fue la que más daño sufrió, allí rompieron hasta la cama y todo a cuanto vidrio fuese visto.
— Toma, bébelo despacio. — Dijo Liot pasando un vaso de té para calmarme un poco, sin embargo no fui capaz de hacerlo, temía por la seguridad de mi amiga, temía por la seguridad de mi novio... temía por mi propia seguridad.
Él me abrazó, quedé estática, su abrazo es tan cálido que siento como la paz de mi interior se empieza a distribuir por mi cuerpo.
— Estaba como loco pensando en tu bienestar, llegué lo más rápido posible. — Dijo, se agachó hasta mi altura y unió sus labios con los míos.
Paró de besarme, se levantó del sofá, yo hice lo mismo, él me observó, abrazó mi cintura y volvió a besarme.
Él estaba muy preocupado por mí, lo quiero, verdaderamente él es el amor de mi vida.