El guardián

Capítulo 6: Amigo

Damon
Conduzco hacia mi casa, ¿por qué interceder por ella? no era mi problema, acabo de pelear con ese imbécil y seguro me traerá problemas y todo por esa chica con cara de Ángel, ella no debería haber estado ahí y yo no debí meterme, pero era imposible no hacerlo, parece tan pura e inocente, reduzco la velocidad cuando veo a un niño sentado en un banco, cuando me acerco lo reconozco, ya lo vi antes, con el ángel de ojos grises, detengo mi auto y voy hacia el niño.

—¿Qué haces aquí? —es mi pregunta, pero él se acurruca en su lugar sin mirarme, está temblando y no solo de frío —¿cómo te llamas? —me ignora, me siento a su lado, él se aleja y mueve sus manos nervioso, miro las estrellas —Yo soy Damon, Damon Kent, el dueño de este pueblo —sonrío y lo miro, sigue igual —¿te gusta el pueblo? a mí no, es feo y pequeño —sigue ignorándome —tengo una hija, tiene seis años, es de tu tamaño y es... bueno es pesada y malcriada —una sonrisa cruza por sus labios —pero la quiero porque es mi hija, no tengo remedio, ya no puedo devolverla —vuelve a sonreír.

—¿Ves ese auto? —señalo mi auto —es un Ferrari que me costó

—No es un Ferrari —murmura, yo sonrío y él mira el auto

—¿Sabes de autos? ¿Qué es entonces según tú? —el chico sonríe y se pone de pie, se acerca a mi auto y menciona el nombre de este.

— ¡Vaya! —sonrío —¿te gusta?

—no está mal —dice y me mira—¿es tuyo?

—Por supuesto, ¿de quién más? —él asiente sin dejar de verlo, luego su mirada se torna triste.

—Tampoco me gusta este pueblo —suspira, ya no parece tener miedo.

—¿Cómo te llamas?

—Zack —una pregunta ronda mi mente, me acerco a él

—Zack, es de noche, ¿qué haces solo?

—Me perdí —dice mirándome con sus grandes ojos azules —no sé cómo regresar —agrega bajando la mirada al suelo.

—Eres familia de Chloe ¿verdad? —levanta la mirada y me mira.

—¿La conoces? —su mirada se ilumina, yo sonrío pero

—Aléjate de él —Julián me empuja apartándome del chico, me aguanto las ganas de golpearlo, ya que Chloe abraza a Zack mientras llora.

—¿Estás bien Zack? —acaricia el rostro de chico —dime que estás bien

—Estoy bien mamá —¿mamá? ¿es su madre? alzo una ceja, waw, ¿qué edad tiene mi Ángel?

—bien, ya vamos —dice Julián, qué ganas de golpearlo y ¿de qué conoce a mi Ángel? ¿por qué está con ella?

—Vamos Zack —la chica se pone de pie, me mira por primera vez y le extiende la mano al chico, pero este la ignora y viene hacia mí, me pongo a su altura.

—Gracias Damon —dice sonriendo

—No he hecho nada amigo.

—No me dejaste solo —responde como si eso hubiera sido muy importante para él, yo sonrío y le extiendo la mano.

—¿Amigos entonces? —él mira mi mano, luego mis ojos y lo siguiente que siento es cuando me abraza fuerte, sonrío mirando la cara de Chloe que es un poema, está anonadada.

—Adiós amigo —se despide Zack y los veo caminar hacia el auto de Julián que voltea a verme antes de subir, mi mirada no suelta la de Chloe hasta que desaparecen de mi vista.

Llego demasiado cansado a mi casa y con demasiadas preguntas, tomo mi teléfono cuando entro a mi habitación y le llamo a Fabio

—¿Cuñado me echas de menos? —es lo primero que dice y ruedo los ojos.

—Necesito que me investigues a alguien, Chloe y Zack, madre e hijo.

—Esos son dos

—Así es, ella debe de tener entre 20 y 25 años y el chico es de cinco o seis años, quiero saber quienes son, de donde vienen y hasta cuantas veces ella se maquilla.

—¿Pero solo vas a darme esa información?

—Te enviaré fotos también —Fabio resopla —has tu trabajo, quiero saber todo sobre esa chica, ya le dije a Esteban que la investigue también.

—Ya veré que hago cuñado, no será fácil.

—No dije que lo sería, cuando sepa algo más de ellos te digo —cuelgo sin darle tiempo a decir más tonterías y respiro hondo, ¿qué estoy haciendo?

—¿Quién es Chloe? —miro hacia la puerta y entrecierro los ojos al ver a mi hija ahí.

—¿Desde cuándo escuchas detrás de las puertas?

—La dejaste abierta —se encoge de hombros —¿Quién es Chloe?

—No te importa Daniela, ve a tu habitación —ella sonríe, yo me acuesto y en segundos está sentada sobre mí.

—¿Quién es Chloe? —repite como perico.

—Eres pesada, lo sabes ¿verdad? —asiente sonriendo.

—¿Es tu novia? ¿cuándo la voy a conocer?

—La espantas si te la presento —me da una cachetada, yo la tumbo y le comienzo a hacer cosquillas mientras chilla.

—¡Papa tiene novia! —chilla bajándose de la cama

—Cállate niña.

—¡Papá tiene novia!! — grita y sale corriendo, voy detrás de ella —tía, papá tiene novia y se llama Ch—pongo una mano en su boca sin darle tiempo a decir él nombre.

—¿Este ogro con novia? —Raquel ríe —¿quién es la ciega y sorda?

—Estás graciosa hermana —suelto a Daniela que comienza a reír

—Es Chloe tía —mi hermana alza una ceja mirándome

—Ella miente —señalo a la chismosa.

—Le pidió al tío investigarla

—Waw —Raquel ríe —eso es obsesión, ¿Cuándo la traes a la casa?

—¡Dios! ustedes son imposibles —me alejo de ambas y al entrar a mi habitación cierro con llave.
 
***
—Hasta que te apareces —me dice el hombre que me espera cuando entro a su despacho

—Santiago tengo vida aparte del negocio —le digo sentándome frente a él —ahora dime, ¿qué quieres?

—Dicen por ahí que andas haciendo tonterías, peleaste con Rafael y le quitaste una de sus chicas —yo sonrío

—En primer lugar no era una de sus chicas y en segundo lugar yo no hago tonterías Santiago, ten cuidado con lo que dices —él ríe y me extiende un vaso con alguna bebida, la cual acepto sin dudar, pero no bebo de ella, que seamos socios por ahora no significa que deba confiar en él.

—En fin, arréglate con Rafael, no quiero líos, pero te mandé a llamar por otra razón, un cargamento, quiero que le lleves el dinero a Mauricio.

—No soy tu mandadero Santiago —él ríe

—Ya lo se Damon, eres mi sucesor, pero sucede que ya se me han perdido dos cargamentos —alzo una ceja —hay un chivato, otra tarea que tienes es encontrarlo y darle de baja.

—Bien, así que dinero, será fácil.

—Dentro de tres días, ten cuidado, no podemos perder más dinero, además —se acerca un poco más a mí —creo que hay un policía entre nosotros —me tenso —encuéntralo Damon, confío en ti

—Bien, eso haré —salgo de la casa de Santiago y miro a Esteban que me espera en el auto —¿Sabes algo de la chica que te mandé a investigar?

—Tiene 22 años y el chico seis, madre e hijo, Chloe Parker es su nombre —recita como si fuera un poema.

—¿Solo eso? —Esteban niega

—Es lo falso jefe

—Aclárate—le digo mirándolo confundido

—Que es lo único que encontré de ella y es falso, resulta que si la busca no la encuentras, es un fantasma, no existe nadie con ese nombre y también resulta que Mario fue quien les hizo los documentos falsos a ambos —frunzo el ceño, ¿por qué una chica como ella necesita documentos falsos? no lo sé, pero lo descubriré, las personas solo huimos por dos razones, cuando hacemos algo muy malo o cuando alguien nos persigue, ¿Por qué razón llegaste aquí mi Ángel?




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