El guardián

Capítulo 8: Mi protegida

Chloe
El auto se detiene y me obligan a salir de este, yo solo pienso en como salir de aquí cuando me adentran a un club y también pienso en Zack, está solo, debe de estar preocupado y me aterra lo que le pase.

—Déjenme ir por favor —ruego, el hombre solo ríe mientras llegamos a un lugar lleno de personas con música alta y luces por todos lados

—Ya te dije camarera, a servir bebidas —me empuja, tropiezo y caigo, las lágrimas se juntan en mis ojos, él me pone de pie otra vez y me lleva casi a rastras, veo a su jefe a lo lejos sonriendo mientras me ve con lujuria, siento miedo y le propino un codazo al hombre que me trae, me suelta quejándose y salgo corriendo —¡Atrapen a la perra! —grita, pero no miro atrás, no se hacia donde ir y cojo un pasillo desesperada, veo que no tiene salida, doy media vuelta, corro y entonces siento que alguien toma mi mano, me jala y me pega a una pared poniendo una mano en mi boca para que no chille.

—Silencio —susurra pegado a mí, su rostro a solo centímetros y sé de quien se trata, escucho a los hombres buscándome, pero no dejo de mirar los ojos de Damon.

—Damon —murmuro, él asiente y se despega de mí.

—No hay salida de aquí —dice sin dejar de mirarme —así que saldremos por la puerta —agarra mi mano

—¡¿Qué?! —me altero y me suelto —allá están esos hombres, me buscan y

—Y no te harán nada, confía en mi Chloe

—No te conozco —me alejo de él —¿por qué confiar en ti?

—Porque si no haces lo que te digo entonces no saldrás viva de aquí —expresa acercándose a mí —vienes conmigo o te quedas aquí, tú decides, solo te diré algo, sin mi ayuda no sales de aquí.

—Julián dice que eres malo —Damon rueda los ojos, luego se aleja.

—Ok, entonces ve por tu cuenta —me da la espalda y echa a andar, ¿en serio me va a dejar? lo veo irse, yo respiro hondo, miro a mi alrededor y decido que debo salir de aquí lo más rápido posible.

—¿A dónde vas preciosa? —me quedo quieta cuando siento el arma en mi espalda —ahora veremos al jefe —me empuja, debí irme con Damon.

—¿Qué me harán? —hago la pregunta mientras vamos llegando a donde su jefe.

—Yo te mataría —dice el hombre tras de mí —pero mi jefe tiene planes más placenteros para ti —trago en seco y me detengo justo frente a su jefe que sonríe y siento asco.

—Princesa ¿por qué escapar de mí?

—Me ha secuestrado

—Oh no —él ríe —te estoy dando trabajo —yo retrocedo cuando se acerca, pero termino chocando contra alguien que coloca sus manos en mi cintura.

—Déjala ir Rafael —esa voz me da alegría, Damon está detrás de mí, no se fue, no me dejó sola, está aquí defendiéndome.

—Suéltala Damon, yo la vi primero

—Y me importa un bledo —suelta Damon, no puedo verle, pero si puedo sentir su corazón que late bastante rápido —me llevo a esta chica Rafael y aquí dejamos el tema.

—¿Por qué? —le grita el tal Rafael

—Porque esta chica —Damon alza la voz y todos nos miran —esta chica que ven aquí, Chloe Parker desde hoy es mi protegida —agrega, no sé lo que significa, pero yo sonrío feliz.

—¿Tu protegida? Apenas la conoces y

—Ella es mía —afirma Damon, yo solo siento cuando me da la vuelta y quedo frente a él, no me da tiempo a nada porque su boca impacta contra la mía, abro los ojos en demasía, él muerde mi labio inferior haciendo que abra la boca y se adueña de todo a su paso, intento besarlo, pero jamás nadie me había besado así, creo que solo he dado par de besos en mi vida y frente a este es ridículo llamarlos besos, me falta el oxígeno e intento seguirle el paso, pero soy algo torpe en eso, Damon rompe el beso, abro los ojos y él me mira sin decir nada, ¡Dios! quiero que la tierra se abra y me trague, muero de la vergüenza, él es todo un experto y yo,¡ qué torpe!, debe de estar pensando eso.

—Bien —habla Rafael, Damon lo mira —llévatela Damon, ya nos quedó claro que es tu chica.

—Más te vale Rafael, no quiero problemas —Damon toma mi mano y me jala, camino detrás de él con paso rápido mientras todos me miran y fuera cuando estamos llegando a su auto me suelto de su agarre.

—¿Qué fue eso? —pregunto, él me mira —¿Qué significa todo eso?

—Acabo de salvar tu vida Chloe, ¿qué no entiendes?

—¿Por qué me besaste? —sonríe y se acerca a mi

—Porque debía demostrar que eres mi protegida y de esa forma todos se lo creyeron.

—¿Tu protegida? ¿Qué significa eso? —él sonríe de lado.

—Que eres mía, lo dije ahí dentro —señala el club  —ahora vámonos

—¿Qué significa? —rueda los ojos y luego de dos pasos queda justo frente a mí.

—Que eres mi novia, mi propiedad y nadie te toca —abro los ojos como platos.

—No soy tu novia

—Ahora si

—Yo no soy tu —me besa, una vez más me besa callando mis palabras y su lengua batalla contra la mía, jadeo por su atrevimiento y esta vez ya no me siento tan torpe dando besos aunque es imposible seguirle el paso, su beso me transporta lejos de todo, me hace volar y cuando lo termina quedo con los ojos cerrados sintiendo su aliento junto al mío.

—Ahora ya nadie —acaricia mi rostro, me niego a abrir mis ojos, todo parece tan irreal —más nadie te puede tocar Chloe o lo mato —abro mis ojos de golpe, el hombre más temible del pueblo está frente a mí diciendo eso, es malo, eso dijo Julián y le creo, Damon es un mafioso, es un hombre malo, un criminal que golpeó a aquellos policías y pensando en eso le lanzo una bofetada que marca todos mis dedos en su mejilla.

—No vuelva a besarme ni a tocarme —le grito y me alejo —no soy suya, está loco, no le conozco ni quiero conocerlo, además —dudo un poco, pero —soy la novia de Julián —su mirada es indescifrable, pero se nota la rabia por como aprieta los puños —le quiero a él —agrego y salgo corriendo alejándome de Damon pero sin dejar de pensar en sus besos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.