El Guardián de la luz

Capítulo 12

Anubis no dejó de mirar a Jason en todo el tiempo que duró la comida. Al final, habíamos comido todos juntos y coincidimos en la gran idea que había tenido Cole. Él asintió con gracia cuando le elogiamos. Tenía un moratón en el cuello y a Jaime le estaba empezando a salir uno en el pómulo izquierdo. Nadie les preguntó qué tal les había ido en el entrenamiento. A Gina le había ido muy bien en su paseo a caballo, nos contó que Charly estaba cuidando a la yegua embarazada y que al encontrarle solo pudo tener más tiempo para enseñarle cómo subir y bajar de un caballo.

–– Si Charles estaba en las caballerizas, no pasa nada grave entonces –– comentó Jaime, alzando por primera vez su cabeza, no había hablado mucho ––. Él es un Caballero, así que si no está con el Guardián, es que no pasa nada.

Alice me había contado por la mañana que un Caballero, era del círculo íntimo del Guardián. Así que Charles…era un Caballero. En realidad, le pegaba. Por su físico le habría descrito como un caballero, sin duda.

–– Pudiste haberme mandado señales de que Charles estaba en las caballerizas –– dijo Alice mirando a Gina con los ojos entrecerrados.

Gina resopló, poniendo los ojos en blanco.

–– Alice, tienes que dejar de perseguir a Charles, te vas a meter en un lío.

La mencionada se echó a reír. Ahora entendía por qué siempre estaba mirando hacia la misma mesa.

–– ¿Por qué? No soy menor de edad. Por mucho que estemos en una universidad ambientada en siglo XIV, con magia, elementos y Duobus –– dijo con una sonrisa burlona en su rostro ––. Tengo veintiséis años, Charles treinta y cuatro, además en el amor, no existe la edad.

Jaime aplaudió y empezó a silbar.

–– ¡Claro! Bien hablado –– después la miró alzando una ceja ––. Siendo realistas, ¿Teniendo a Mary a su lado, crees que va a fijarse en ti?

–– ¿Quién es Mary? –– pregunté.

Fue Cole quien me respondió.

–– Mary es Caballero. No la he visto todavía, supongo que está en alguna misión, pero está en el círculo del Guardián. Es una de las mujeres más bellas que he visto, y lo más importante, la Custodio más fuerte que conozco.

–– Parece que te gusta un poco –– dije metiéndome con él.

Los ojos azules de Cole me miraban risueños.

–– Que va, pero hay pocas Custodios guerreras como ella. Tiene toda mi admiración. Se rumorea que tuvo una relación con el Guardián cuando estudiaban aquí, y me parece normal, porque ella es increíble.

–– Todas nos hemos enamorado del Guardián el primer día –– dijo Alice, sacudiendo la cabeza ––. Pero todo lo que he conseguido de él fue un “Buenos días, Anna”. Me llamo Alice, no Anna –– contó entre risas.

–– Nunca he visto al Guardián con ninguna mujer. No creo que tenga tiempo para amoríos, con todo lo que tiene que hacer –– dijo Jaime mirando a la nada, ensimismado.

Su cara decía mucho.

–– Es tu ídolo ¿verdad? –– le pregunté.

Él asintió una sola vez.

–– Quiero entrar en su círculo –– su voz sonó decidida.

Jason me tocó el hombro y al instante todos nos quedamos quietos al escuchar el grave gruñido de Anubis.

Me giré para ver a mi Duobus. Estaba sentado sobre sus patas traseras, con la espalda recta y cara de pocos amigos. Káel se levantó del suelo y le gruñó a Anubis.

–– Hey, amigo –– dije mirando seriamente a Anubis ––. No tienes que ponerte así cada vez que Jason o cualquier otro chico me toque.

Él no apartó la mirada de Káel.

–– Anubis tranquilo –– volví a decir.

–– Parece que tu Duobus, se lo pondrá muy difícil a cualquier hombre que se te acerque –– dijo Alice riéndose. El resto me miraron compresivos.

***

No hubo clase por la tarde. Mañana volvería todo a la normalidad, así que hoy teníamos el día para dar vueltas con el buen día que hacía por los alrededores o por el bosque. Pasé la tarde con mis nuevos amigos, ya comenzaba a verlos de esa manera. Jason estaba hablando con Cole y Jaime, cuando llegamos a las caballerizas. Alice quería ver si estaba Charles y aunque ninguno le daba esperanzas con el Caballero, la acompañamos igualmente. Jason me detuvo cuando el resto pasó al interior de las caballerizas.

–– ¿Quieres seguir con las preguntas y respuestas?

Asentí.

–– Sí, por mucho que esté conociendo a Alice, creo que prefiero aprender algo.

Jason se echó a reír.

Miré a Anubis y a Káel. Ambos caminaban juntos, pero a cierta distancia.

–– ¿Queréis ir a correr? Nosotros vamos a ir caminando por allí –– dije señalando el prado.

Ambos asintieron y seguido, echaron a correr.

Gina nos vio seguir caminando y me guiñó un ojo. Yo le respondí poniendo los ojos en blanco.

–– Te contaré algo nuevo sobre este lugar.

Entrecerré los ojos.




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