El Guardián de la luz

Capítulo 32

–– Golpea más fuerte con la pierna izquierda, Rosalie –– volvió a repetir Mary. Llevábamos una hora y media entrenando. Mi pie se había curado mucho más rápido que la última vez, y Mary se ofreció en ayudarme con mi recuperación. No había vuelto a ver a Hunter desde que me dejó en la enfermería hacía casi un día y medio. Él y Damon se marcharon con bastante prisa. Anubis se quedó conmigo toda esa noche, durmiendo a los pies de la cama. No se había separado de mí desde el momento que salí del bosque. Al menos conseguí llegar entre los seis primeros, junto con Cole, Brooke y Jaime, este último estaba deseando que Hunter regresase para comenzar la última prueba. Todos lo sentimos marchar durante la noche que dormimos en la enfermería.

Mary me tiró al suelo en un momento de despiste mío. Al levantarme, vi a Brooke acercarse a nosotras.

–– Hola chicas –– saludó con una amplia sonrisa. Mary le guiñó un ojo mientras guardaba las dagas que habíamos usado un rato antes ––. Me preguntaba si podía hablar contigo, Rose.

Asentí, un poco confusa, pero me acerqué a ella. Mary se tumbó en la hierba y cerró los ojos al sol, aprovechando el buen tiempo que nos había regalado la Guardiana del Bosque.

–– Tú dirás, Brooke.

–– Las dos somos las únicas mujeres que nos presentamos a esta prueba y me gustaría decirte lo contenta que estoy de que ambas consiguiéramos llegar a la final ––  dijo mirándome a los ojos. Sus palabras sonaron sinceras ––. Gane quien gane hoy, me gustaría comenzar una amistad contigo. Sinceramente, espero que no nos toque enfrentarnos, aunque tampoco me gustaría enfrentarme con Nelson, es mi mejor amigo –– miró hacia el suelo un momento, para después volver a mirarme a los ojos ––.  Yo también tengo los mismos elementos que tú, así que seríamos la pescadilla que se muerde la cola.

Le dediqué una amplia sonrisa.

–– Entiendo lo que quieres decir, cada vez que peleo contra Cole, me lleva un gran esfuerzo intentar ganarle, aunque normalmente acabemos en empate –– dije con una risita en lo último. Me tendió la mano y yo se la estreché.

–– Suerte –– me deseó.

Sonreí.

–– La suerte es para quién no sabe ver.

En ese momento, ambas sentimos lo mismo, como si algo cálido nos envolviese. Hunter había regresado.

Mary se irguió al sentirlo ella tambíen.

–– ¡Ha vuelto! –– exclamó contenta. Se levantó del suelo y gritó corriendo ––. La Guardiana del bosque os dirá cuándo tenéis la prueba.

Brooke se despidió también de mí, ambas teníamos que prepararnos.

 

El Campo de Entrenamiento estaba abarrotado de Custodios. No lo sabía porque lo viese, si no porque les escuchaba gritar desde una de las carpas que habían montado, cada uno de los participantes estábamos separados, junto con nuestros Duobus, sin saber con quién nos tocaría luchar.

Sentada al lado de Anubis y esperando a que empezase, me quedé inmovil al escuchar al Canciller Mikael.

–– ¡Bienvenidos Custodios! Ahora que nuestro Guardián ha vuelto, comenzará la última prueba –– hubo gritos alegres por parte de los presentes ––. Guardián, si eres tan amable, serás nuestra mano inocente –– dijo el Canciller con una sonora risa ––. Recordad, que sacaremos el nombre de los tres grupos, y, los que venzan, pasarán directamente a formar parte del viaje a La Tierra del Viento.

–– ¡Cole y Robert! –– gritó Hunter primero ––. ¡Brooke y Jaime! –– respiré hondo al saber que no me tocaría luchar contra ellos ––. Y por último ¡Rose y Nelson!

Rose...era la primera vez que me llamaba por mi nombre abreviado delante de todos.

En ese momento, la carpa donde Anubis y yo nos encontrábamos desapareció. Los dos nos levantamos del suelo, de golpe. Enseguida nos dimos cuenta de que estábamos dentro del Campo de Entrenamiento, separados los tres grupos por círculos.

Había un chico alto, de pelo rubio y ojos marrones enfrente de mí. Junto con un Duobus del color arena.

Tenía el corazón acelerado y la respiración forzada.

Nelson, ese nombre lo había  mencionado Brooke, era su mejor amigo. Cerré los ojos al saber que tendría que enfrentarme con él. Brooke me caía bien, me gustaría conocerla más, y si derrotaba a su mejor amigo...no sabía si eso se interpondría. La busqué con la mirada y me fijé en que ya se había puesto en posición de ataque. Jaime se colocó en la misma posición que ella. Sus Duobus se miraban enfrentados.

Alcé una ceja, no la veía pensando en lo mismo que yo. Y Jaime era mi amigo.

–– Custodios –– comenzó Hunter. Estaba de espaldas a él. Me giré para verle. Tenía puesta ropa de entrenamiento. Damon estaba a su lado, mirando hacia los Duobus del interior del Campo de Entrenamiento ––. Combatiréis a la vez y usando solo vuestros elementos, tenéis vía libre. ¿Preparados? –– preguntó. Hice sonar el cuello y puse mis piernas a las doce y a las cinco y estiré ambos brazos. Sentí ambos elementos preparados. Una orden mía, y saldrían. Anubis se separó un poco de mí y gruñó. Miré a Hunter por encima del hombro, sonreí al ver su mirada ámbar clavada en la mía. Una suave sonrisa, fue su simple respuesta ––. ¡Ya!

Me giré y vi como Nelson creaba una tormenta de viento y agua.




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