(Gabriella)
Abrí los ojos lentamente al techo de una vieja recámara, miré alrededor intentando localizar a los demás... Escuché la puerta abrirse con el viento que entraba por la ventana; el cielo había adquirido un gris oscuro junto con una tormenta eléctrica. Una silueta se situaba frente a la puerta, se escuchaban distintos ruidos en aquel lugar al quedarme inmóvil y fijando mi vista hacia la nada.
- ''¿Quién eres tú?'' -cuestionó uno de los guardianes en la reja del Instituto a un muchacho frente a la misma.
Su rostro mostraba serenidad cuando habló.
- ''Me han transferido desde Florencia hacia esta escuela''.
- ''Papeles''.
Le entregó al guardián una carpeta con los papeles de transferencia, provenía de un colegio: 'Scuola da Vinci'; con excelentes calificaciones y un expediente limpio. Luego de unos momentos analizando aquello, uno de ellos lo miró.
- ''Te llevaré con el señor Del Valle'' -abrió la puerta permitiendo el acceso al Instituto, le practicaron la revisión para comprobar que no estuviese armado, y al término de ésta lo escoltó hacia la puerta del edificio principal por el pasillo que llevaba a la oficina del señor Camilo.
Algunos estudiantes iban rumbo a sus clases mientras otros se dirigían a la biblioteca, algunos fijaron su vista en aquel chico llamando la atención de las chicas; al llegar frente a la puerta de la oficina, el señor Del Valle abrió.
- ''¿Diga?''
- ''Este muchacho tiene papeles de transferencia desde Florencia, Italia''.
El director lo observó mientras miraba su expediente.
- ''Pase a mi oficina''.
El chico entró mientras el guardián se retiró nuevamente a la reja, y tomó asiento frente al escritorio.
- ''¿Cuál es su nombre?''
- ''Mi nombre es Luca Giordano. Como le han mencionado, provengo de Florencia... Me han transferido por un año''.
- ''Bien.'' -colocó la carpeta junto a los registros del resto de los estudiantes- ''Mi nombre es Camilo Del Valle, soy el director de esta prestigiada escuela. Le doy la bienvenida al Instituto Andrea García II, una de las mejores escuelas del país; a partir de este momento es parte de nuestra familia escolar''.
- ''He escuchado de esta escuela, fue por eso que mis profesores me mandaron hacia este lugar; es un honor pertenecer a la mejor''.
El director le entregó el horario que llevaría de acuerdo con las materias que había llevado anteriormente en Florencia, llamó a uno de los encargados del dormitorio de los chicos para asignarle su habitación y entregarle el uniforme que portaría enseguida; luego de quince minutos se dirigía hacia los pasillos comunes, con una mochila colgando del hombro y el uniforme del Instituto.
Llegó al salón que le tocaba de acuerdo al horario dado por Camilo y tocó a la puerta, segundos después abrió un hombre... El señor Andrews; el chico le entregó aquella hoja para verificar la clase y su situación, el semestre acababa de iniciar por aquellos días lo cual no sería problema para el nuevo, quien entró al aula colocándose frente a un salón que trabajaba y lo miraron en silencio cuando Andrews comenzó a hablar:
- ''Atención alumnos, permitan presentar al joven'' -asintió.
- ''Buenas tardes. Mi nombre es Luca Giordano, tengo 16 años y provengo de Florencia, Italia. Es un placer conocerlos''.
- ''A partir de hoy, el señor Giordano se integra a esta clase'' -se dirigió a él- ''Por favor, tome asiento en el pupitre a lado de la señorita Rivera''.
Aquel muchacho caminó entre los estudiantes hasta llegar al lugar indicado y tomó asiento a un lado de Claudia, lo miró discretamente cuando coincidieron sus miradas... y una pequeña carga tan fuerte que hizo que ella se ruborizara.
Al término de aquella clase, mi amiga se dirigió hacia la última clase del día: Literatura Colonial, al entrar a dicho salón se quedó sorprendida por no encontrar a nadie, únicamente al mismo muchacho de la clase anterior con un libro en manos; Claudia se acercó lentamente hacia él cuando el viento se hizo presente en el lugar y su aspecto comenzó a cambiar: su cabello se tornó a un castaño claro, su piel a un blanco suave y sus ojos a un azul claro como el hielo... Y el viento cesó.
- ''Magia...'' -dijo ella sin creer aquello posible, el chico alzó la mirada.
- ''La has sentido por llevarlo en la sangre''.
- ''¿Cómo lo sabes?''
- ''Siento como corre por tu cuerpo'' -le explicó, poniéndose de pie y fijando su mirada en ella; se detuvo en cuanto miró su rostro...
- ''¿Qué ocurre?" -le cuestionó- ''¿Por qué me miras tanto?''
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vampiros, vidas pasadas, novela juvenil con un poco de accion
Editado: 27.12.2018