Regresé a mi propia mente al mirar a un hombre acercarse en un traje muy antiguo; su mirada expresaba maldad, esbozado una sonrisa hacia mi.
- Aquí estás, querida; te he buscado por un largo tiempo. ¿Por qué no te has puesto el vestido?
- ¿De qué me hablas? -cuestioné seria mientras me coloqué en defensa.
- No digas tonterías, amor mío, aquel vestido que has de portar esta noche al baile.
- ¿Baile? ¿Has perdido la cabeza? ¡El maldito de Giancarlo quiere matarme! -dije, dando un golpe a la altura de su pecho.
- Tú no eres Andrea -colocó sus ojos en rojo al percatarse de su confusión- Claro que no lo eres.
Caí en la cuenta de que obviamente él no era Leo, aquellos trajes eran pertenecientes de otra época más antigua; su cabello era negro y sus facciones eran más notorias de ser un vampiro viejo de aproximadamente mil años de existencia.
- Tú no eres Leo. -dije seria.
- Así que, tú eres la pequeña que mi padre busca... -caminó a mi alrededor un poco desinteresado- Luces idéntica a mi Andrea... -se acercó detrás de mi oído susurrando- Sólo que ella permaneció con él.
- La obligó a unirse... Damián -permanecí inmóvil mientras levantó mi cabello.
- Deberías hacer lo mismo, Giancarlo desea a una heredera que complete la línea.
- No soy débil como lo fue ella.
Recibí un golpe de su parte al decir lo último el cual me envió al suelo, aquello lo enfadó y me di cuenta al mismo tiempo que así fue mi actitud al principio de todo esto; le propiné un golpe telepático, estampándolo hacia la pared más lejana evitando que se moviera. Una vez que lo hice salí de esa habitación en busca de la oficina de Lorenzetti, aquello que presencié fue la vida pasada de Leo... El seguidor principal.
La palabra que había utilizado me dejó desconcertada: ''Baile''... No tenía sentido para mi que haya dicho eso y era muy absurdo que no me arrastrara hacia ese hombre, pues iniciaba a tener un poco de sentido aquello. Escuché algo parecido a un sollozo proveniente de la parte izquierda hacia donde me comencé a dirigir, pero me detuve al sentir una esencia aún más poderosa y observé a dos de los guardias caminando hacia una chica que estaba en la habitación en donde encontré aquella carpeta; aquellos dos eran Nathan y Jonathan, quienes le decían a la muchacha que se alejara de dicho cuarto...
- Es la última vez que te lo diremos, retírate de ahí y no habrá problemas.
- Vamos preciosa, sería una lástima tener que sacarte por las malas.
- Quisiera verles intentadlo, caballeros -dijo la chica.
Ambos guardianes quedaron sorprendidos por escuchar aquello, los estaba desafiando a que la atacaran y éstos no se contuvieron; al estar centímetros de ella simplemente se desvaneció rápidamente, apareciendo de nuevo a sus espaldas y atacándolos con una fuerza extraordinaria que atravesó los cuerpos de ambos chicos de un sólo movimiento. Se escuchó un quejido por parte de Nathan y Jonathan.
- Maldita humana, lo pagarás -maldijo Nathan .
- Queridos colegas, tenía deseos de terminar con ustedes... Y ahora, lo he hecho.
La chica los tomó por el cuello y los arrojó por uno de los balcones cercanos, una vez que lo hizo desapareció de la nada; no sabía lo que acababa de presenciar ya que su fuerza era demasiado y sentí su esencia: era una vampiresa al igual que yo, la única diferencia era que aquella chica llevaba un tiempo más largo convertida por lo cual manejaba su poder y fuerza a la perfección. Me acerqué hacia el balcón por donde arrojó a ambos tipos y miré hacia abajo... Habían caído encima de ramas con forma de estacas atravesándoles el corazón y convirtiéndose en cenizas.
Fue en ese momento donde volví a ver los escenarios conocidos dentro del Instituto...
* El comedor fue lo que se había presentado al ver a mis amigos sentados en la mesa habitual, Danielle llevaba puesta una blusa de seda blanca y una falda aguamarina que resaltaba sus ojos verdes.
- ''Ese muchacho tiene algo que me hizo confiar en lo que ha dicho''.
- ''Parece que no mentía sobre aquello de ayudarnos, necesitamos toda la ayuda posible'' -habló Ivanna, vestía una blusa sin tirantes amarilla y unos pescadores con sandalias.
- ''Sí ese tipo ha venido aquí como me ha contado Ivanna, es por recomendación de los chicos ¿No lo han considerado?'' -sugirió Julián mientras tomaba la mano de su novia; desde el incidente donde descubrieron la personalidad de Ian, se ha puesto a entrenar arduamente para proteger a otros, especialmente a Ivanna.
- ''Los muchachos han estado fuera por casi dos semanas y por un momento tenemos protección extra'' - habló Fabián.
- ''Dijo que conocía a mi hermano...'' -dijo Nati en voz baja, llevaba una blusa púrpura de manga corta y unos jeans holgados con tacones- ''Entonces podemos confiar en él''.
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vampiros, vidas pasadas, novela juvenil con un poco de accion
Editado: 27.12.2018