El Guardián de la Noche: Reencarnación © [libro #3]

Capítulo 9: Cuentas Pendientes

Sabía cual era el plan de Lorenzetti, ahora todo se hacía claro: Se vengaría con la escuela entera que hemos tratado de proteger por el amor que Leo me brindó, por la búsqueda a la cual se dedicó los últimos setecientos años... Por haberlo traicionado.
En eso también me percaté de un dato extra...

Estábamos saliendo del castillo. De Italia. Ahora podría utilizar mis habilidades para comunicarme con Denisse, con Jack, o con la Doctora García.

- ''Por favor, ¡Alguien que pueda escucharme!'' -intentaba establecer un contacto a la desesperada.

- ''¿Gabriella? ¿Eres tú?'' - sentí un alivio al escuchar la voz de la doctora- ''¿Qué ocurre, en dónde están?''

- ''Se dirige hacia la escuela...'' -fue lo único que pude decirle antes de cortar la comunicación.

Miré hacia abajo percatándome que estábamos ya sobre Marsella a toda velocidad para contactar el suelo español, me di cuenta que los otros estaban detrás de nosotros mientras el viento golpeaba mi rostro; la razón y lo que estaba a punto de ocurrir, serían por mi causa.

- ¿Alguna vez te dije que era yo quien te hizo salir hacia el patio? -comenzó a hablar, desgraciado- Tu patética vida humana hubiera servido de alimento.

- Algún día dejarás de joder con el maldito pasado -refunfuñé, sus pláticas habían causado parte de mi coraje en esos últimos días- No pudiste cambiar el tuyo, ¿Qué te hace pensar que destruyendo el nuestro va a satisfacerte?

- Te he dicho que no me hablaras así.

- En el fondo lo sabes, eso será tu condena definitiva.

Sus ojos flameaban de ira, sí no le había dado motivos para enfurecerlo, esta vez lo hice realmente; presencié al verdadero demonio que era Lorenzetti, me soltó y comencé a caer a la tierra... No estaba segura de donde me había soltado pues la noche cubría en penumbras todo, sentí como el cuerpo golpeó duramente contra el suelo. No me afectó el golpe, sin embargo observé dos siluetas inclinadas hacia mi asegurándose de que estuviera viva, me reincorporé enseguida observando mi alrededor: Había luz en un edificio y se escuchaba música, me confirmé de que estaba en el campus del Instituto.

- ¡¿Quién está ahí?! - gritó uno de los guardianes al verme de pie, consiguió la atención de varios de los estudiantes que salieron a mirar; levanté las manos antes de que pudiera atacar.

- Tranquilos, soy yo: Gabriella Álvarez.

- ¿Ella?

Miré hacia donde estaban mis amigos, sentí su alivio al verme a salvo.

-¡Ella, cuidado! -gritó Ivanna, al volver la vista Giancarlo me atacó con el látigo de hace un momento.

- Pagarás el precio de todo lo que has ocasionado... -se acercó a mi, pero alguien se adelantó con el ataque; Denisse había dejado escapar su electricidad sobre él- Y tú también.

Utilizó algo de magia negra para atacarla, le brindé ayuda al crear un campo de protección entorno a los demás presentes; se percató de aquello y enfocó su poder en mi, caí de rodillas mientras observé que el campo aún se mantenía gracias a Claudia y Jack que incrementaban dicha protección.

- Aquí te vas a morir, frente a todos estos humanos inservibles -sus ojos se tornaron rojos por completo y me miró- Hasta nunca...

De pronto un poder hizo que se desviara al mismo Giancarlo, Denisse y yo nos sorprendimos y tal vez también él; volvió su vista hacia atrás para ver al responsable de dicho acto.

- Tu y yo tenemos cuentas pendientes.

Esa era la voz de una chica quien se acercó hacia donde estábamos, cada testigo se asombró al mirarla. Se trataba de la misma chica que había matado a esos dos...

Esa era la antigua yo.

Giancarlo se mostró atónito al verla en un vestido rojo y su cabello rojizo suelto, con su mano en fuego; sus ojos tenían el mismo color que los suyos... Pero en ella había algo más.

Había odio hacia él.

- Imposible que tú estés aquí... -se reincorporó al instante y la atacó con aquel látigo, lo esquivó cuantas veces fue necesario para colocarse frente a él.

- ¿No me esperabas, verdad? No me quedaría de brazos cruzados.

- Te encerré en tu tumba, ¡Era imposible que salieras!

- Con esa duda morirás..

Todos los que estaban presenciando aquello no podían creer la exacta similitud entre ambas, Denisse la miraba a ella y luego a mi.

- Ella... ¿Es una especie de truco mental, o en verdad...?

- Creo que las investigaciones que hicieron fueron las correctas -miré a mi 'gemela'- Ella es Andrea Montenegro.

En el momento que lo dije, Giancarlo me miró cayendo en la cuenta de que no había descubierto todas mis habilidades.

- Tú lo sabías, pequeña fenómeno -dijo con odio e ira- Esto te costará.

- ¡Eres tú quien pagará cada cosa que hiciste al Instituto!



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En el texto hay: vampiros, vidas pasadas, novela juvenil con un poco de accion

Editado: 27.12.2018

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