**ALMAS GEMELAS: Andrea y Damián**
(MADRID, AÑO 1036)
Aquella noche había algo que no estaba bien, la luna era de un especie color rojo como la sangre, observé por la ventana hacia afuera... El campo estaba lleno de cuerpos sin vida y los gritos desgarradores de las chicas que estaban siendo detenidas por esas criaturas terribles, siempre creí en su existencia y varia gente pensó que estaba loca por creer en mitos y leyendas; había perdido la mirada en aquella escena que no percaté cuando sentí una mano en mi hombro, aquel toque fue frío y me dieron media vuelta para encontrarme con él... Sus ojos fueron los que me aterraron, pues eran del mismo color que la sangre sin ninguna emoción ni piedad; su rostro expresaba dureza mientras me miraba, mis pobres ojos azules no soportaban aquella nueva imagen del muchacho de quien estaba enamorada perdidamente. Su mano alcanzó mi rostro mientras en silencio me quedaba y se acercó a pocos centímetros de mi y susurró:
- ''Esta será la primera de varias noches juntos...'', luego de aquello me sacó del palacio caminando fuera de él en donde miré todo lo que ellos habían ocasionado.
De pronto apareció un hombre alto con rasgos idénticos a los de Damián y que me llevaba hacia él, una vez que arribamos aquel hombre me miró detenidamente observando mis facciones, estaba ahí de pie sin hacer el menor movimiento, sus ojos eran rojos examinándome mientras los gritos aún se podían escuchar; Damián se dirigió a él.
- ''Aquí está la señorita que ordenó, mi señor'' -hizo una reverencia ante el sujeto quien se acercó a mi mientras levanto mi rostro y lágrimas caían de mis ojos, sonrió.
- ''Así que, tú eres la hija del rey... Sí hubiese aceptado haberte entregado a mi desde un principio, probablemente aún seguiría con vida'' -aquellas palabras se hicieron eco en mi, eso confirmaba que mi padre había muerto... Él era el rey de España y se había hecho cargo de mi cuando mi madre falleció en un ataque que sufrió nuestra casa; él me había contado un sin fin de historias sobre criaturas nocturnas que salían para quitarle la vida a miles de inocentes y que de vez en cuando había tenido encuentros con dichos seres que pertenecían al mundo de los no-muertos, y juzgando aquella sonrisa maliciosa que tenía en su rostro aquel hombre me dejó claro que había sido el responsable de su muerte- ''Eres igual de hermosa que lo fue tu madre, oh, mi querida Angela... Pude haberle dado la vida que ella quería, pero tomó la equivocada decisión de traicionarme y le costó la vida''.
- ''¡Asesinaste a mi madre, maldito desgraciado!" -grité y sin dudar darle una bofetada en el rostro, pero antes de siquiera rozar los dedos detuvo mi mano con una agilidad impresionante y dejándome sin palabras, me acercó a su rostro permitiendo que observara aquella mirada llena de odio, sus palabras me dejaron helada.
- ''Tu madre hizo exactamente el mismo acto que acabas de hacer y el cual le costó que bebiera su sangre, matándola'' -me miró con odio y a la vez con burla, removió mi cabello de la garganta, sus dedos eran incluso más fríos que los de Damián, mientras continuó hablando- ''Por cierto, quizás tu padre te habría platicado aquellas historias de criaturas nocturnas que posiblemente existían, y no se equivocó, y su pequeña princesa no dudaba que fuese verdad; varia gente pensó que eran simples leyendas de los navegantes y que eran prácticamente imposibles: Ahora saben que son ciertas''.
- ''¿Quién eres tú? ¿Qué quieres de nosotros? ¡Este pueblo es pacífico sin ninguna guerra con nadie!'' - mi voz sonaba atemorizada, volví la vista hacia Damián quien permanecía inmóvil y mirándome fríamente regresando la mirada hacia aquel hombre que tenía enfrente- ''¡¿Por qué convertiste a Damián en uno de tus malditas criaturas asesinas?!''
- ''Cuidado en cómo te refieres a nuestra clase, hermosa, no quiero tener que matarte antes de tiempo; en segunda, he esperado varios años para que te unas a mi'' -sus palabras estaban cargadas con seriedad y su tono era duro y frío mientras me miraba fijamente- ''Aquella bruja se refirió a ti como la última humana dentro de este lugar y aquellos que tanto te protegían morirían lentamente, pero aquel que me impidiera llegar a mi objetivo lo haría vivir la condena de vagar por la eternidad como alma en pena destinado a esparcir la maldad por el mundo; y finalmente llevarme hacia donde se encontraba la princesa dentro de un entorno lleno de muerte y destrucción en donde la sangre correría. Como ves, eso me guía hacia ti, querida; la valiosa pieza que me hace falta para estar completo''.
- ''No le creo nada de lo que me dice, eso no puede ser verdad.. ¡Yo jamás me uniría a su maldito grupo de asesinos!''
Intenté darme la vuelta para escapar, pero Damián me tomó por detrás impidiendo mi huida y me dirigió de nuevo hacia el hombre quien volvió a tener aquella sonrisa arrogante y pronunciaba lo siguiente:
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vampiros, vidas pasadas, novela juvenil con un poco de accion
Editado: 27.12.2018