**ALMAS GEMELAS: ELLA Y LEONARDO**
[275 AÑOS DESPUÉS]
(MADRID, AÑO 1311)
Aquellos días habían sido duros para cada uno que estábamos en aquel internado, las noticias sobre aquellas criaturas intentando acabar con la raza humana pusieron alerta a todos, los nobles que entrenaban duramente por ese motivo se preparaban para una posible guerra; varias de las chicas que se encontraban ahí rezamos por que nada malo ocurriera, pero era un poco tarde para eso... Esa noche un fuerte golpe nos sorprendió a todos mientras observamos como aquellos seres iniciaban a entrar al lugar. Nuestros gritos no se hicieron esperar, eran el mismo demonio en persona que iniciaban su cacería, los guardianes lucharon para proteger a toda esa gente que se encontraba ahí; varias de las chicas corrieron hacia el patio trasero intentando salvar sus vidas, mis amigas incluidas.
Las criaturas se percataron de aquello al igual que nuestros protectores, quienes se distrajeron levemente costándoles la vida mientras fueron directo hacia nosotros; me percaté que todos se fueron hacia el patio, eso lo aproveché para correr hacia las alcobas que se encontraban en el último piso para protegerme, una vez que llegué los gritos que salían de ellas se escucharon...
Esas malditas criaturas habían sido las culpables de las muertes de cientas de personas en la región y por la desaparición de miles más; luego de un tiempo considerablemente largo los gritos iniciaban a cesar lentamente, decidí mirar aquella masacre segura, me acerqué hacia la ventana en donde observé una escena terrible: Varios charcos de sangre y cuerpos desangrados de cada chica del internado, no sabía sí era la única que seguía viva o había más; aquello no podía ser posible, miré los cuerpos de los protectores, muertos.
- Dios mío... Qué terrible destino nos está aguardando. Estamos condenados a morir en manos de aquellas horribles criaturas asesinas...'' -una mano que tomaba mi hombro me sacó de mis pensamientos, al volver la vista lo siguiente que vi fue lo suficientemente fuerte como para dejarme en un shock, tenía ante mi al muchacho de quien me enamoré convertido en una de esas criaturas- ''¿Leonardo? Pero... ¡Qué te ha pasado! ¿Cómo fuiste capaz de tal acto?''
No respondió a las preguntas que le hice, se limitó a acercarse hacia mi rostro y me miró con aquellos ojos color sangre e inesperadamente se inclinó a besarme, la confusión de todo lo que estaba ocurriendo afuera lo opacó aquello que estaba sucediendo en esa alcoba; luego de unos momentos descendió lentamente a mi garganta en donde levemente enterró sus dientes, provocando una pequeña mueca de dolor ante eso. De un instante a otro inicié a sentir como la vida se iniciaba a alejar de mi, y viceversa, así como cada gota de mi sangre fluía por su boca...
- Leo... Para, por favor... -mi voz iniciaba a ser débil y cada parte de mi iniciaba a ceder, pasaron quizás segundos cuando él se despegó de mi y acto seguido hizo una pequeña cortada en su brazo acercándola a la altura de mis labios mientras pronunció algunas palabras:
- Es la única manera en la que podemos estar juntos para siempre -sus palabras resonaban en mi cabeza, pues tenía razón, con ese intercambio de sangre bastaría para que estuviésemos juntos para toda la eternidad, despegué los labios y los coloqué en su brazo iniciando a beber, sentí como fluía por mi boca y comenzaba a sentir como lentamente me recuperaba; después de un tiempo me sentía como nueva, sabía que había cambiado el modo de ver las cosas. Bajamos hacia el patio luego de un momento de contemplación, sangre era lo que observaba... la imagen viva de una masacre terrible, tomaba mi mano mientras caminamos entre los cuerpos y salir de aquel lugar.
- ¡Esa chica me pertenece! -gritó una voz, cuando tuve la oportunidad de voltear mi sorpresa fue mucha al ver a Ian frente a nosotros, convertido también en una de esas criaturas; su rostro reflejaba frustración y un gran odio hacia Leo- Ella me pertenece, y no permitiré que te la lleves.
- Ella es mía únicamente, y la alejaré de esta guerra; y ni tú ni nadie podrá impedírmelo -De un momento a otro se vieron envueltos en una gran pelea, ofreciendo golpes rápidos y precisos, miraba todo aquello en medio de esos dos con un miedo real; escuché a lo lejos a Leo gritándome- ¡Huye de aquí, Ella! ¡Vete lejos de aquí y no vuelvas a este lugar!
No dudé ni un momento lo que Leo me había ordenado y comencé a alejarme de ese campo y de todos esos cuerpos, sentí una pequeña ráfaga de viento y miré a Ian frente a mi que me sostuvo con una fuerza y me puso frente a Leo quien estaba a unos metros de nosotros, ni tiempo me dio de reaccionar mientras Ian pronunció:
- Despídete de ella, querido colega -Luego de eso sentí una mordida demasiado potente que me hizo gritar y de un momento a otro comencé a desangrar lentamente mientras mi atacante desapareció. Leo se acercó hacia donde yacía en el suelo, lo último que vi fue su rostro antes de comenzar a cerrar mis ojos para jamás volverlos a abrir.
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vampiros, vidas pasadas, novela juvenil con un poco de accion
Editado: 27.12.2018