El Guardián de la Noche: Regreso al Instituto © [libro #1]

Capítulo 3: Giancarlo

El camino hacia Italia sería largo pero teníamos que llegar lo más rápido posible para rescatar a la pobre de Isa quien la estaba pasando muy mal en manos de Ian, en cierto momento del trayecto le comenté lo que Ian le estaba haciendo; el rostro de Leo expresó enojo total y más deseos tenía de matarlo, sabía cual era su fuerza al igual que la de Ian luego de su enfrentamiento en el instituto meses atrás y mi último día como humana. Mientras más caminamos miles de preguntas me venían a la cabeza, mis pensamientos estaban en aquel hombre... ese hombre quien llegó con su ejército, incluido Ian, para atacar la escuela y con intenciones de matarnos a ambos; nos hemos enfrentado a Uriel en varias ocasiones y claramente éramos más fuertes que él, solamente llevó las cosas demasiado lejos involucrando a nuestros amigos.


-Leo -dije finalmente luego de media hora- Aquel hombre, fue el responsable de que vivas esta vida, ¿Cierto?

-Si. Ese maldito tipo arruinó mi vida y la convirtió en un infierno y, tal como dijo el Señor Linares, es el vampiro más poderoso del mundo; es casi imposible destruirlo, y como te has dado cuenta, tiene a varios seguidores quienes han provocado muerte desde hace siglos.

- Cuéntame todo lo que sepas, para saber a quien nos estamos enfrentando.
Leo miró mi rostro serio, sabiendo que era momento de hacerlo, tomó mi mano mientras nos detuvimos por un momento y dijo:

-Lo verás por ti misma, y comenzó así...-en ese momento las imágenes comenzaron a aparecer mientras Leo inició a hablar.

 

Narra Leonardo

Giancarlo Lorenzetti fue el líder de un grupo de vikingos quienes saquearon los puertos de países importantes; se dice que en uno de esos motines lo hizo en nombre de Satanás el cual éste tomó y le dio la vida eterna convirtiéndolo en el primer vampiro con mayor muertes en la historia. Ha causado la destrucción de miles de pueblos y millones de personas inocentes; mi primer encuentro con él fue en 1310 cuando su grupo atacó el instituto, me enfrentaba a dos de sus hombres cuando apareció de la nada detrás de mi pronunciando las palabras ''Tú me servirás...'', lo siguiente que sentí fue un dolor tan insoportable que me dejó en el suelo sin saber lo que pasaría conmigo. Desperté en la enfermería con una debilidad extrema, llevé mi mano hacia mi garganta tocando las gasas que estaban a su alrededor y comencé a levantarme; me dirigí hacia el espejo y observé mis rasgos completamente cambiados, de un momento a otro salí para dirigirme de nuevo hacia mi dormitorio encontrándola vacía; Ian no se encontraba y le había perdido de vista durante la pelea, en ese momento mi garganta comenzó a arder sin saber el motivo cuando por error provoqué un corte en mi mano y la sangre inició a salir, aquel deseo de beberla se apoderó de mi y lo hice, y mis fuerzas me regresaron.

Las semanas transcurrieron como sí nada hubiese pasado, Ian había desaparecido al parecer lo cual se me hizo extraño y tuve la habitación en donde intentaba controlar mi sed frente a la gente; una noche pasaba por las calles principales cuando un hombre alto me llamó mientras lo hacía dijo algunas palabras: ''No tienes a nadie, ya no eres humano; a partir de ahora yo seré el único en que podrás confíar, el responsable de que seas un vampiro''. Aquellas palabras hicieron eco en mi cabeza, a partir de ahora sería al que escucharía, y así lo miré.... Cuando planeó el ataque al instituto había fijado mi objetivo cuando ordenó matar a todas las chicas menos a una, a esas alturas estaba seguro de que eras mi único amor y que no soportaría perderte esa noche; así que caminé decidido hasta el cuarto en donde estabas mirando aquella masacre temerosa, cuando miré tus ojos sentí aquella necesidad de tenerte conmigo siempre y tomé aquella decisión de hacerte lo que era y que formaras parte de mi mundo y fue el motivo por el cual te convertí en mi compañera para la eternidad; luego de salir del edificio recibimos un ataque por parte de Ian quien estaba furioso ya que te quería para él, nuestra orden fue llevarte ante nuestro señor pero no permitiría que nadie te tocará y fue por eso que peleé con Ian lo cual fue un grave error, pues en un descuido te mató. Al llegar Lorenzetti con nosotros algunos de sus hombres le habían reportado lo acontecido y él sabía que esa muchacha reencarnaría, la cuestión era esperar, por siglos he tenido ciertos encuentros con él advirtiendo que no importaba lo que sucediera le entregara a esa chica para algo...

 

Las imágenes de cada ataque que provocó para saber nuestra ubicación se hacían presentes en mi mente, imágenes de muertes, destrucción y ríos de sangre que habían corrido por varios países a causa de Giancarlo; y ahora que había dado con nosotros estaba involucrando a quien pudiese para tener una excusa para llevarnos a él. Al terminar de mostrarme aquella historia estuve más que segura que ese hombre no descansaría hasta que terminara lo que inició, miré a Leo cuando volvió a hablar.



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En el texto hay: vampiros, novela juvenil, magia

Editado: 18.06.2018

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