La tención era palpable en esta dimensión. Lu-ke, "como lo llama liria la entidad;" podía sentir la energía densa y pesada en el aire dulce. Vibraciones cargadas de expectación. Sabía que el momento había llegado. Debía enfrentarse a esa fuerza desconocida que alteraba y destruía dimensiones a su paso.
Junto a liria, debía tomar toda la información de los antiguos pergaminos "g",
consultar antiguas entidades que conocían el poder de la fuerza, tomar cada pieza de conocimiento y armar el mejor rompecabezas para hacer frente a la situación.
– ¿Estas listo lu-ke? –
Pregunta liria.
-- ¡No!. Sólo quiero algo antes de enfrentar la fuerza.--
-- Eres nuestro último y, único recurso, ¡habla¡ -- contesta liria con una pose erguida y segura.
-- mi madre. Quisiera verla por última vez. --
Liria asintió positiva en un movimiento lento.
-- la puedes ver pero ella a tí no.--
-- luke, asintió igual --
Liria extendió su mano brillante hacia él tocando su pecho, la energía lo golpeó como una montaña, y se expandió por el lugar como la explosión de una estrella y allí estaba Ella.
Ana tejía los hilos del almacén lowell, Como cada día por largo tiempo, Sentada en la silla de madera de hace veinte años. Uniforme lila y piel cansada, de una batalla de vida.
Luke la observa desde ese lugar invisible con una mirada de nostalgia.
Toca su cabeza blanca con un movimiento lento y cariñoso.
Ella solo levanta la mirada y respira profundamente al sentir un cosquilleo en su piel con una sensación extraña.
– ¡Estoy listo! –
Liria extiende su mano de energía hasta el pecho de lu-ke. Y desaparen ambos en la nada.