El guardián del chamán

El guardián espiritual

Como uno de los elegidos, Mario ha pasado años cruzando entre diferentes planos astrales, aprendiendo, evolucionando y ayudando. Pero aún para alguien como él hay sitios a donde le está prohibido pasar, y uno de esos es el plano de la muerte.

Quizá fue la culpa, quizá el apego o quizá un poco de ambos, pero por primera vez, Mario desobedeció. Sergio había estado apareciendo ante él en viajes astrales, pidiéndole regresar, sabía que dejó su misión inconclusa y deseaba volver para cumplirla, así que el chamán cruzó el umbral prohibido para ir a por él y regresarlo a casa, aunque sea por un tiempo, esta vez como un guardián espiritual.

Pero el Sergio que regresó no era el que conocimos en vida. Como un ser con luz, esta vez no tenía impedimentos para castigar a aquellos que le hicieron daño en vida, pero como ser espiritual que era, no tenía que hacerles ningún daño, simplemente tenía que actuar desde su mismo plano para que todo se diera naturalmente a través de sus propios errores.

Mario no lo podía controlar, se la pasó yendo y viniendo entre su antigua familia, acelerando el karma de todos, su exmujer, su hermano y su madre, regresando siempre al rancho con una sonrisa de satisfacción malsana hasta que al fin logró su cometido… Ellos jamás se lo han preguntado, sólo saben que les está yendo muy mal, pero su ego no les permite ver que es su propia culpa la que está actuando en su contra.

Y no fue solamente con ellos, incluso en el rancho, Sergio se ha tomado la justicia divina por su propia mano. Es normal que personas que tienen la luz que porta alguien como Mario se vean rodeados de envidias y malas voluntades, pues esa luz lastima a las entidades y personas de oscuridad, y eso pasa incluso entre sus aprendices, gente que apenas aprende un poco y ya quieren sentirse superiores a él, cuestionando los métodos del maestro frente a los demás pacientes con el fin de minimizarlo, cobrando consultas que en realidad Mario resuelve o incluso robándole medicina.

Mario está consciente de todo, pero en su propia misión procura no castigarlos, les habla, les da la oportunidad de redimirse. Si después de un tiempo no muestran mejora o arrepentimiento, con el dolor de su corazón los echa de su lado. Pero Sergio ya no tenía la paciencia de su mentor, ahora actuaba de inmediato, desde escondiéndoles objetos, haciéndolos perder lo robado y hasta cambiando las polaridades de los símbolos en los cortamientos para que el mal los atrape a ellos.

Durante un largo tiempo él estuvo con el doctor en el rancho, y muchos de los visitantes, incluyendo a Iveth, atestiguaban haberlo visto, principalmente a un lado de la habitación de Mario, en el consultorio o en la camioneta, y todos coincidían en algo: parecía estar de muy mal humor.

Los meses siguieron su curso y Mario retomó su rutina, ahora sin su mano derecha, manco en ese sentido emocional.

En una de las visitas al rancho, Iveth y su marido fueron al bosque tras órdenes de Mario para ayudar a cortar leña. Ahí estaban 5 de los ayudantes de Mario, holgazaneando a un lado de un par de troncos que apenas llevaban unos cuantos cortes. Mi cuñado tomó aquella hacha desafilada y con muchos trabajos comenzó a cortar los troncos.

―¿No hay algo con qué afilar el hacha? ―preguntó él―. Esto se está llevando mucho tiempo.

―Así, como está ―dijo uno de ellos, burlándose―. Es un desmadre afilarla.

―Yo recuerdo que Sergio la afilaba con una piedra, ¿saben cómo era? ―insistió.

―Sergio se las daba de “milusos” ―se burlaron―. No te quieras parecer a él.

Iveth miró el hacha en mal estado y el tronco con apenas unos trozos de leña. Recordaba como aquel muchacho enclenque y bajito lograba tener una gran cantidad de leña en sólo un par de horas.

―¡Cómo extraño a Sergio! ―exclamó Iveth, a lo que dos muchachos respondieron burlándose de su pareja.

―¿Ya oíste, cabrón? Tu mujer extraña a Sergio.

―¡Claro que lo extraño! ―reclamó Iveth―. Él solo era capaz de hacer lo que cinco pendejos no pueden.

Y era así. En todo este tiempo, Mario no ha logrado conseguir a alguien capaz de hacer si quiera la mitad de lo que hacía Sergio.

Obvio yo ya había hecho conciencia y aceptado al fin lo que pasó, sin embargo, por alguna razón no pude sentir un duelo, quizá porque parte de mí estaba en negación y sobre todo porque Mario me dijo que Sergio, desde su plano espiritual, seguía con él.

Pero a finales del año pasado, me sucedió algo muy extraño.

Estaba en casa, preparándome para iniciar el día cuando noté que dentro del closet un pantalón de mi esposo se movía, columpiándose en su gancho como si alguien lo hubiera empujado. Por un momento pensé que quizá el gato se metió y lo movió, pero pasaban los minutos y no dejaba de menearse. Se lo mostré a mi esposo y, acostumbrado a que en casa siempre pasan cosas extrañas, trató de ignorarlo.

―Déjalo, ‘manita ―me dijo a modo de broma―, no le hagas caso.

Pasaron más de 5 minutos y el pantalón no dejaba de menearse.

―¡Bueno, ya! ―dije moviendo el gancho al fondo del closet―. ¡Deja el pantalón en paz!

Mi marido rio tomándolo también a broma. Di el desayuno, mi marido salió a su oficina y yo inicié en mi home-office cuando repentinamente, mientras limpiaba mis archivos, entre las carpetas de mi trabajo me apareció una foto del rancho. Me entró mucha nostalgia, era una foto justo del río, en donde se suponía que Sergio construiría su temazcal de 5 tiempos. ¡Tenía tanta curiosidad de verlo terminado! Y me di cuenta en ese justo momento que jamás pasaría, eso que no pude visualizar, ya jamás lo verían mis ojos. Me puse a pensar en la presilla que él construyó, ahora llena de arena del río por la falta de mantenimiento, las obras dentro del consultorio a la mitad, el monte con apenas un par de árboles talados en donde se suponía iría el temazcal… ya nada de eso quedaría terminado, Sergio, el único que quería ver esas mejoras en el rancho, se había ido.



#826 en Fantasía
#140 en Magia
#108 en Paranormal
#42 en Mística

En el texto hay: historia real, magia, chamanes

Editado: 28.01.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.