El Guardián del invierno.( Volumen 2)

Capítulo 6: El Regreso del Guardián.

​I. La Travesía Silenciosa.
​El viaje de regreso fue largo y silencioso. La partida de la Ghoul Elara había dejado a Kaelen exhausto y, por primera vez en años, en una paz mental absoluta. Ya no había un parásito que susurrara sobre el hambre y el poder. Sin embargo, su cuerpo aún sentía la extraña resonancia de la Contención Mayor (el Dragón Blanco), ahora libre, manteniéndolo en equilibrio.
​Giovanni no se separó de Kaelen. Su redención lo había dejado con una lealtad férrea y una gratitud profunda.
​—¿Estás seguro de que la Niebla no regresará, Kaelen? —preguntó Giovanni, mientras caminaban por los túneles de hielo que los Maestros de Escarcha habían abierto para ellos.
​—La Niebla era un arma que controlaba al Dragón. Ahora el Dragón está libre, y su poder elemental se ha purificado. No habrá más Niebla, solo la magia natural del frío que siempre ha estado allí. —explicó Kaelen, sintiendo la verdad de sus palabras.
​II. El Destino del Tirano.
​Al llegar a la base de la montaña, Kaelen y Giovanni encontraron una sorpresa: los mercenarios de Ironwood que habían eludido al Gigante Dormido estaban allí, congelados en bloques de hielo. Tarrion había sido eficiente.
​Junto a ellos, el Duque Ironwood estaba sentado en un trono improvisado de nieve. No estaba congelado, sino encadenado con grilletes de piedra azul.
​Tarrion, el Maestro de las Escarchas, los esperaba.
​—Aquí está vuestro tirano. Hemos cumplido nuestro pacto. Nuestro líder ha decretado que su juicio debe ser dado por los hombres de su propio reino, pero su celda debe ser nuestra.
​Ironwood miró a Kaelen con furia silenciosa. —¡Me condenáis a una prisión helada, Guardabosque! ¡Soy un Duque!
​—Usted es un traidor que intentó ser un dios. —dijo Kaelen.
​Tarrion le entregó a Giovanni un pequeño pergamino sellado con hielo. —Este es el testamento de la alianza. El Duque Ironwood será la Contención del Norte. Su celda de hielo mantendrá la paz en esta frontera.
​Kaelen entendió: la prisión de Ironwood era la última pieza para asegurar que los Artesanos del Hielo mantuvieran su aislamiento y que el Dragón no fuera molestado.
​III. El Regreso a Veridia.
​Kaelen y Giovanni regresaron a Veridia como héroes anónimos. La noticia de la desaparición de Ironwood y el retroceso total de la Niebla había causado un vacío de poder.
​Giovanni, con el testamento de Tarrion, se presentó ante el Consejo de Ducados. Con pruebas irrefutables de la traición y tiranía de Ironwood, y el testimonio de la nueva alianza con los Artesanos del Hielo, Giovanni se convirtió en el Ministro Regente. Su traición fue olvidada, y su lealtad al reino fue restaurada.
​Kaelen, sin embargo, evitó la capital. La fama y la política eran veneno. Él había perdido su armadura de cinismo y la capa de la Ghoul, pero había ganado una paz que nunca creyó posible.
​IV. El Nuevo Juramento.
​Kaelen regresó a la Línea de la Sombra, el viejo territorio de caza. Giovanni lo encontró allí, vistiendo las túnicas de Regente, pero aún con el corazón de un Guardabosque.
​—El Consejo te ofrece el Ducado de Ironwood. Kaelen, puedes tener un trono.
​Kaelen sonrió. —No. Los tronos están hechos para la traición.
​—¿Y ahora qué harás? El mundo ya no te necesita como ancla.
​Kaelen miró su vieja espada, que Giovanni había reparado. —El ancla se ha ido, pero el Guardián permanece. El Dragón está libre, pero los hombres y su codicia no. La paz es frágil. Ahora, mi caza es por la seguridad.
​Kaelen le entregó a Giovanni el Sello de Hielo. —Úsalo para mantener la paz con el Norte. Yo me ocuparé del resto.
​El Guardián sabía que, aunque el enemigo mítico había sido derrotado, la verdadera amenaza seguía siendo el corazón humano.
​Kaelen se adentró en el bosque, un Guardián sin trono, un cazador sin Ghoul, pero con la paz de haber cumplido con su deber. Conclusión final.
​V. La Despedida en el Límite.
​Kaelen y Giovanni se dirigieron a la última línea de árboles que marcaba el antiguo límite de la Niebla, ahora una frontera simple y silenciosa.
​Giovanni se detuvo y miró el Sello de Hielo de piedra azul que Kaelen le había entregado.
​—Prometo usar este conocimiento y el poder de mi cargo para proteger a Veridia, Kaelen. Gracias a ti, soy Regente. Y no olvidaré que el Guardián me perdonó.
​—No te perdoné, Giovanni. Solo reconocí que tu lealtad es más fuerte que tu miedo. —respondió Kaelen, el viejo cinismo suavizado por la verdad.
​Kaelen sintió una última oleada de la magia de la Contención Mayor que fluía desde el Dragón. La Niebla había desaparecido, pero el conocimiento de la magia elemental permanecía en él. Kaelen ya no dependía de la magia oscura; ahora era un catalizador del equilibrio.
​VI. El Regalo Final.
​Giovanni extendió la mano y le entregó a Kaelen un objeto envuelto en piel. —Toma. Esto no es para un Guardabosque, sino para el Guardián.
​Kaelen desenvolvió el objeto. Era su vieja espada, la que se rompió en el Capítulo 18 del primer volumen. Giovanni la había restaurado. No era acero valyrio, sino una aleación de acero y obsidiana rescatada del altar del Corazón de Hielo, forjada por los herreros de Veridia a petición de Giovanni.
​La hoja, negra y brillante, no era mágica, pero era perfectamente resistente al frío puro y a la magia oscura.
​—Es un recordatorio de lo que perdiste y de lo que ganaste. Y de que la verdad siempre es más fuerte que la mentira. —dijo Giovanni.
​Kaelen tomó la espada. La Espada de Obsidiana era ligera y letal. El Guardián la envainó.
​VII. El Nuevo Juramento.
​—Ironwood está prisionero. El Dragón está libre. Los Artesanos han regresado a su aislamiento. La paz es nuestra. —dijo Giovanni.
​—La paz es frágil, Giovanni. Y la ambición es eterna. —Kaelen se dio la vuelta, dirigiéndose al bosque.
​—¿Y ahora? ¿A dónde va el Guardián?
​Kaelen se detuvo en el umbral de la sombra.
​—La Niebla ha retrocedido. Pero el Guardabosque que caza monstruos y el Guardián que mantiene la paz son la misma persona. Mi misión es el equilibrio. Voy a cazar las amenazas que el Pacto escondió: las bestias mutadas que aún vagan por los Ducados, y los hombres que intentarán revivir la tiranía.
​Kaelen le hizo un gesto de despedida a su amigo y se adentró en la oscuridad del bosque. No era una huida, sino el inicio de una nueva y solitaria cruzada. El Guardián no necesitaba un trono; solo necesitaba la libertad para cazar.
​El fin del Invierno. El inicio de la Leyenda del Guardián.




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