Thomas

Estoy en mi habitación tratando de dormir desde hace un par de horas. No puedo…desde que escuché el nombre de Lena me ha sido imposible conciliar el sueño, mi mente ha sido invadida por ella, Joshua y Dorian «¿Qué quiere Dorian? ¿Por qué ella?» Aún recuerdo el día que conocí a esa chica, fue hace dos años. Trabajaba en un bar en Liverpool y nosotros… 

━⊰❖⊱━ 

– Invito yo – dije. – El trabajo fue más fácil de lo que pensé. 

– Claro que lo iba a ser… – Responde Dorian abriendo la puerta del bar. – Hemos mejorado en estos años…somos invencibles. 

– No hay que confiarnos demasiado. – Intervino Jarvis. – Eso podría destruirnos. 

– Él tiene razón. – Afirmé entrando tras Dorian sosteniendo la puerta. – Además…aún no terminamos aquí. 

– ¿Ese tipo de allí es Joshua?  

Todos sin excepción alguna, miramos en la dirección que apuntó Scott. En la barra, mi hermano estaba riendo a carcajadas. Bebía una cerveza, pues tenía la botella en la mano. Se me iluminó el rostro en ese momento. No podía creer que después de muchos años de ausencia, Joshua estaba en la ciudad que menos esperaba. Yo pensaba que él se había ido a otro país o incluso que estaba muerto. Sí, muerto…mi hermano tuvo un accidente que provocó que la gracia de Dios disminuyera…Joshua es el mellizo de Dorian, o tal vez era, porque creo que estoy viendo un fantasma.  

– Ese idiota sigue vivo. – Comentó Scott a los cuatro vientos. – Lo vi morir… 

– Supongo que ha pasado desapercibido por muchos. – Jarvis puso una mano en el hombro de Scott. – Deberías estar feliz. 

– ¡Por supuesto! – Gritó. – Pensé que estaba muerto.  

Los cinco no encaminamos hasta la barra. El primero en tocar a Joshua fue Dorian, colocó una mano en su hombro y al sentir el contacto, Joshua se giró alterado, nunca olvidaré su rostro, creo que al ver a Dorian pensó que íbamos a darle fin a su vida; sin embargo, él sonrió. Algo que no esperé ver de nuevo. 

– Hola. – Dijo. – Pensé que nunca te volvería a ver. 

– Dorian… – Contestó Joshua tragando saliva. Luego miró a los lados y se dio cuenta que íbamos todos; sobre todo, miró la felicidad en nuestros rostros con un poco de incredulidad. Su rostro se tronó duro e inexpresivo. 

– Estoy muerto – Afirmó. 

Todos comenzamos a reírnos, menos él. Dorian le dio un apretón de mano y lo abrazó, luego Scott que es menos afectivo, le dio un apretón y comenzó a reír cómo un tonto con la mano en sus labios. Jarvis lo abrazó…yo lo abracé y Vergil también. 

– Traen los bolsillos llenos. – Afirmó. – No creí verlos por aquí.  

– Londres no está muy lejos… – Dije con sarcasmo. 

– ¡Que va! – Gritó. – He vivido en Manchester…desde… 

– ¿Qué haces aquí? – Preguntó Dorian interrumpiéndolo.  

Joshua sonrió de lado a lado. Un brillo peculiar se presentó en sus ojos y juraría que vi un resplandor de júbilo en ellos. El resplandor que un hombre enamorado tiene. Nunca lo he visto así. 

– ¿Alguna vez les ha pasado que tu presa te enamora? – Fruncí el ceño. 

– ¿Estás diciendo qué vas en busca de alguien que te enamoró? 

– Sí. – Sigue sonriendo. – Es gracioso. 

– Hablas de un profesional… – Afirmó Scott con desdén. 

– No… – Joshua puso un dedo en sus labios. – Baja la voz… 

– ¿Y te trajo a un bar? – Preguntó Jarvis incrédulo. 

– Así es. – Respondió una joven.  

Tras la barra estaba una chica de cabello negro hasta los hombros, tenía los ojos azules...un azul que te atrapaba con tan solo darle una mirada. Y esa mirada me tenía hipnotizado y su efecto sólo puede ser la consecuencia de mi humanidad. 

– Lindos ojos. – Replicó Dorian. 

– Gracias. – Sonrió. – Lindo cabello… 

Miré el cabello de mi hermano al no sentirme atrapado por su mirada, el cabello de Dorian es ondulado y lo tiene pasando los hombros. Si no fuera por su pelo, diría que es Joshua. Son mellizos, pero, comparten algunos rasgos.  

– Soy Lena. – Dijo dándole la mano a Dorian.  

Mi hermano sonrió y le estrechó su mano; ella, de reojo, miró a Joshua y luego a Dorian. 

– Es un placer…Me llamó Dorian. Y ellos son Scott, Jarvis, Vergil y Thomas. 

– Thomas… – Repitió. – Lindo nombre. 

– Gracias – me ruboricé. Agradecí que la posición de la luz sombreaba todo mi rostro. 

– Joshua me mintió. – Dijo Lena. – Comentó que…no conocía a nadie aquí. 

– Dije la verdad. – Se defendió mi hermano. – Ellos… 

– No sabíamos que él estaba aquí. – Comenté. 

– ¿Londres? – Preguntó. – Tienen ese acento peculiar. – Sonreí. 

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A veces me cuestiono, si ella sabe que Joshua es un asesino a sueldo. Aunque nunca me ha quedado claro porqué dijo: “¿Alguna vez les ha pasado que tu presa te enamora?” Lena parece ser común y corriente…Y no se le veía una pizca de ser mercenaria…pero, Dorian mencionó que debemos matar a otros para que esté en el equipo… ¿Por qué? ¿Son como el Sr. y la Sra. Smith?