El Guerrero Olvidado

Capitulo 6

Capítulo 6

Personas bailando, podíamos observar, a través de los ojos de nuestro amigo Khaos, aunque sentía que su cuerpo se estremecía por las melodías que escuchaba, productos de los instrumentos que usaban las bandas, o personas. El sentir, los sonidos melódicos, tranquilos y fiesteros, contrastando lo anterior, se le hizo un tanto extraño.

No podía entender que evento pasaba, el no saber lo hacía sentirse un tonto, era bien sabido que a veces para mantener la felicidad, pero a veces, es mejor permanecer muchas veces en la ignorancia, sin importar si es mala o no es. No siempre la información es bonita, imagina como se siente un ser omnisciente, vacío. Después de todo sabe lo más hermosos del infinito cosmos, y en consecuencia sabia lo oscuro que podía ser el infinito, la vida… saber cada maldad de esta inconmensurable creación.

Pero este era su objetivo, más bien unos de los tantos que se propuso. Caminando entre las personas, haciendo algunas veces fuerza, empujando a las personas que se le cruzaban en su camino, no de forma exagerada sino más bien moderado, tenía educación como cualquier otro humano…. Pero siempre las excepciones existirán. Si, frente a los ojos de Khaos, una persona empujo a otra con brusquedad y rápidamente se dio cuenta, que iba suceder una pelea estúpida.

Evitando perder el tiempo, se dirigió directamente a la barra, y en el acto, se sentó en una silla que estaban cerca de dicha barra, coloco sus brazos de manera modesta sobre la barra, dejando ver unos guantes plateados al igual que sus brazos, sus dedos tocaban con suavidad la barra, produciendo diminutos sonidos que le calmaban.

- Tocara esperar… - Pensó, observando a su alrededor despreocupadamente, pues estaba protegido por un casco que escondía la mayor parte de su rostro, dejando ver una cruz tipo cristiana como línea abierta. Permitiendo una visión abierta.

Solo ratitos pasaron, ratos que fueron eternos para Khaos, pero, aun así, llego alguien, un camarero de barra hacia él, atendiéndolo mientras también le saludo con una pequeña sonrisa.

- ¿Qué desea pedir señor? – Pregunto sin dejar esa sonrisa en su rostro, aunque sus ojos le miraban intrigado y despectivos, al ver un “guardián” antes el.

Caos ignorando la mirada que le daba, lo miro fijamente a los ojos por unos segundos, luego soltó un pequeño suspiro, agachando un poco su cabeza mientras terminaba de suspirar, volviendo al mismo lugar después de unos momentos.

- ¿Qué ofreces? – devolvió la pregunta, aun golpeando con delicadeza la barra, siendo sus dedos que hacían aquellas acciones.

- Eh…. – se dispuso a pensar unos momentos, tomando su mentón con unas de sus manos, continuando perdido entre su mente, hasta que, de pronto, dos vinos se vinieron en su mente. -  Tenemos Hipocrás, un vino popular… y el Claurell, un vino de la realeza, tenemos unos cuantos aquí ¿Cuál desea? – contesto, murmurando los últimos, sin dejar esa sonrisa en su faceta, sonrisa que se le hacía cada vez más estúpida, a los ojos del guerrero.

- pues… - estuvo pensando en su elección con calma, exhalando un poco el aire, seguidamente suspirar por la boca. – Deme un Claurell y cuénteme un par de cosas – respondió directamente.

El camarero ante su respuesta, asintió y se giró, a buscar ese vino, y en un rato, volvió a la barra, sosteniendo la botella del mencionado vino, con su otra mano, sostenía una copa, de manera modesta, notándose ese aire de arrogancia al sostener esa copa, como si orgulloso de servir un vino de la realeza fuera muy lindo y no poder beberlo, o tal vez lo habrá hecho en las escondidas, no era de extrañarse, puesto que era común.

Y pasaron segundos cuando finalmente termino de servir aquel supuesto vino de la realeza en la copa, entregándolo a Khaos, quien miraba con cautela los alrededores, si no fuera por ese casco, podríamos decir que está muy paranoico.

- Dígame señor, ¿Qué tipo de información desea saber? – pregunto curioso con una ceja arqueada, mientras limpiaba un vaso grandote con un trapo negro… no habría que decirlo…

- Hmm…. Necesito saber dónde estoy, y que carajo está pasando. – respondió sereno, viendo alguien detrás del camarero, una persona totalmente desconocida para él, pero una conexión familiar sentía con esa entidad, no sabía el porqué, pero todavía no era el momento de saberlo cuando sus ojos pestañearon la entidad desapareció de la faz, y nuevamente se centró en lo que decía el camarero, asintiendo a las respuestas que daba.

- Ya veo, con que estamos en el Reino Moon –expreso un tanto interesado por el nombre del dichoso reino, y las cosas nuevas que descubrió.

- ¡Exactamente señor! – exclamo el camarero asintiendo con alegría, no dejando esa sonrisa que habitaba en su fachada -, Ouuu… veo que planea irse… - fingio tristeza y sollozo falsamente de manera exagerada, atrayendo la atención de unos clientes y personas, haciendo que Khaos se paraliza un poco, al ver que ahora todo el mundo lo fulminaban con unas miradas tranquilas y…. ¿Enojadas?

Al ver esto, se giró y tiro una bolsa llena de monedas a la barra, y rápidamente salió del lugar.

Por el otro lado, el camarero sonrió con satisfacción, por haber puesto en aprietos al “guardián”, se acercó a la bolsa, y en el acto, la abrió, aquella estúpida sonrisa se desvaneció, y una furia interminable creció en su interior.

- ¡Encuentren a ese maldito bastardo! – Grito furioso, sus ojos rojos llenos de ira parecían querer salirse de sus cuencas, mientras tanto, los demás se le quedaban viendo estúpidamente - ¡¿Qué esperan? ¡Busque a ese maldito guardián! – Exclamo con su furia contenida, golpeando la barra con fuerza ocasionado que se cayese la bolsa al suelo, y de ellos salieron piedritas, y también haciendo que varias personas salieran del bar corriendo en busca del dichoso Guardián.

- Otro lado del Reino Moon: Cafetería




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