El hada y el dios del fuego.

Capítulo: 14.

 

 

Rosa sale del baño con mucho sueño, ella no entiende lo que le está pasando, sabe que algo no está bien con ella.

—Así no voy a poder asistir a la prueba, mejor duermo media hora para que se me pase esta debilidad —Susurra Rosa mientras se coloca un vestido sencillo y se acuesta en su cama.

 

**********

 

—Señor, ¿qué hace? —Le dice Basu a Adolf, este está tratando de reparar el libro del destino de la exdiosa del fuego con su poder.

—Estoy a punto de lograrlo.

—Mi señor, solamente la inmortal superior Sama, puede entrometerse en los secretos que esconde el libro del destino. Si usted quiere la puedo buscar, pero es casi imposible llegar a donde está ella, nadie sabe su paradero.

—Espera. —Dice Adolf mientras proyecta todo su poder a la hoja.

—Por los momentos el éxito y fracaso depende de la pequeña aprendiz de Sama. —Agrega el dragón mientras encoge los hombros—. Mi señor, su hermano, el rey del reino del fuego, ha solicitado mi presencia, no podré estar por algún tiempo en el reino de las hadas, usted le tocará cuidar de Rosa. —Adolf lo ve con rabia, luego agarra con ira la hoja que no ha podido reparar.

—Antes de irte, ayúdame a buscar un remedio para Rosa, necesito que se mejore rápidamente y ni se te ocurra decirle a mi hermano que volví.

—Sí, mi señor. —Ambos desenrollan el libro de las hadas y siguen leyendo con cuidado de no perder ningún párrafo importante

>>La diosa de las hadas nació en el reino de las hadas, le gusta el calor y evita el frío intenso, le gusta un lugar con sombra y evita el calor excesivo, los primeros rayos del sol de la mañana son vitaminas para su cuerpo, si está débil es porque le falta agua, eso quiere decir que sus raíces están encogidas y secas, sus raíces podrían estar quemadas y enrolladas, ella necesitará de la flor pendiente de la reina, la cual crece en las montañas del sur del país Kepler, deben de recogerla al atardecer y hacerlo con el motivo correcto para que no se marchite, se hace una infusión con ella y se debe tomar antes de dormir todos los días por 15 días.

>>La diosa es pura, simple y sencilla, necesita ser regada con agua sin raíces, todas las mañanas debe recogerla de 5:00 am 7:00 am, debe evitar beber con exceso, para que sus raíces no se pudran y muera.

—¿Qué es el agua con raíces? —Pregunta Adolf en voz alta mirando a su guardián.

—Siga leyendo mi señor, ahí debe estar la respuesta. —Señala Basu el libro de las hadas.

—¿Será saliva, sudor o lágrimas? —Pregunta Adolf.

—Mi señor, aquí está la respuesta. —Insiste Basu.

>>El agua sin raíces nace en el rocío de la mañana.

—¡Es el rocío de la mañana! ¡Qué ridículo! ¿Quiere decir que debo recogerlo gota a gota? —Adolf, molesto, chasquea su lengua— ¡imposible! —Dice mientras se levanta, tumba al libro al suelo y lanza su túnica hacia atrás.

—Mi señor, pero el libro del destino de la exdiosa Silvia… —Intenta persuadirlo Basu.

—Si no fuera por el libro del destino y el hechizo que esa hada me lanzó, ya la hubiera matado. —Lo interrumpe Adolf—. ¿Hacerme servirle?, de ninguna manera sucederá.

—Mi señor debo irme.

—Está bien, yo también saldré. 

Mientras Basu se retira hacia el reino del fuego, Adolf se traslada hacia las montañas del sur, en busca de la flor, la pendiente de la reina. Al llegar solo ve nieve, él camina por mucho tiempo, se sienta en la nieve y luego se acuesta en esta haciendo un ángel con sus manos y pies, al acariciar la nieve siente algo en su mano, él voltea y ve flores fucsias con hojas verdes.

—Sí, las encontré. —Él empieza a descubrir la planta quitándole la nieve.

—Necesito de ti, tu diosa está muy débil y debo cuidarla, cae en mis manos si estás de acuerdo en ayudarme. —Le informa Adolf a la planta.

Las flores al escuchar a Adolf saltan a su mano, él las toma y la guarda en un cofre, le da una palmadita y lo guarda en su bolso de cadera.

—Debo irme muchas gracias. —Se despide de la planta mientras ella mueve sus hojas como si estuviera danzando.

 

**********

 

—Ya descansé lo suficiente, en poco tiempo he recuperado algo de mi poder. —Susurra Mark, el dios de la guerra, él toma el arca donde se encuentra la cápsula de la eternidad, la guarda en su bolso mágico y toma el camino más corto para el reino de las hadas.

Mark entra a la cascada y una gran burbuja de aire lo cubre y lo traslada rápidamente al bosque que se encuentra en los terrenos de las hadas, él camina en dirección al palacio.

Su mano está cerca de la campana del gran palacio donde habita Rosa, pero no logra tocarla, ya que una voz lo detiene.

—Señor, finalmente lo encuentro —Habla con la voz entrecortada su sirviente.

—¿Qué haces aquí? —Le pregunta Mark.

—Mi señor, nuestro rey lo ha convocado para una reunión en el pabellón de los ángeles, a las puertas de los manantiales. —Dice el sirviente acercándose a Mark y arrodillándose.

—¡Está bien!, primero voy a darle esta carta a la encargada del árbol de la vida. —Acepta Mark acercando su mano a la campana.

—¡Mi señor!, colóquela por debajo de la puerta, debemos apresurarnos, todos están esperando por usted. —Agrega su sirviente llamado Brey.

—Iré después. —Habla Mark un poco fastidiado de la insistencia de su sirviente, él desea entregar la cápsula de la eternidad a Rosa y a causa de su sirviente ya no podrá.

—Pero mi señor, el rey, dio la orden de que nos apresuráramos y no nos demoráramos. —Mark ve al hombre con molestia, ve su bolso, la carta y luego hacia la puerta del palacio. Él decide utilizar su poder y enviar la carta a la puerta del hada y se retira rápidamente.

 

**********

 

Rosa se levanta con mucho ánimo, ella se da otra ducha y luego sale para el aposento del dios del fuego, ella toca, pero nadie le abre, así que decide abrir y llamar a Adolf, pero no escucha respuesta, sale  a buscarlo por los pasillos.




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