Capítulo 2 : reencuentros y castigo

"Pasaron varios días desde esa noche, como habíamos prometido, nos veíamos cada semana en el mismo lugar, como apenas conocía el mundo, ella me llevaba a conocer algunos sitios con una vista hermosa, decía que me serviría de inspiración". 

9 años atrás. 

—es genial, mejoraste mucho con los dibujos, así es más fácil saber como es el escenario que describes. 

—gracias, aún así siento que algo le falta, un desarrollo más rápido, para no aburrir a quien lo vea. 

—¡no, definitivamente no! 

Ante un grito repentino, el "joven" dio un paso atrás, nunca antes la había visto con una expresión tan seria. 

—dime, ¿escribes para ti o para los demás?, no avances rápido solo por creer que aburriras. 

—al principio solo era para mi, pero ahora que hay alguien esperando...escribo para ti. 

—... 

—no, espera, quiero decir...quiero decir que eres la única que lo ha visto, no quiero que lo veas tedioso por ser lento. 

—no lo será, esperaré el tiempo necesario para verlo terminado.
—esta bien, para la próxima semana haré algo especial, es tarde y pronto amanecerá, nos vemos. 

Era casi las 06:00 AM, el sol poco a poco estaba saliendo, ambos deberían volver pronto antes de ser descubiertos. 

Al pasar poco más de una hora, el fue llamado por su hermano mayor. 

—¿¡se puede saber que haces!?, sabes perfectamente que no puedes estar allá afuera, estar bajo el sol podría quemarte. 

—solo busco estar solo un rato, es todo. 

—¡no me vengas con eso!, te vi hoy mismo, ¿¡que haces con ella!? 

—...no digas nada de esto. 

—ni siquiera vas a negarlo, no puedes volver a verla, para asegurarme de eso, tendré que castigarte, créeme, esto me dolerá más a mi que a ti. 

Sin notarlo, dos hombres estaban parados detrás de el, un golpe en su cabeza hizo que quedara inconsciente. 

Aproximadamente veinte minutos más tarde abrió sus ojos, apenas podía moverse un poco, se encontraba encadenado en la sombra de un bosque. 

—veo que por fin despiertas "Benjamin". 

—que...¿¡que estas haciendo!?...¡devuelveme eso! 

—eres una verdadera vergüenza, cuando el sol baje un poco, la sombra cambiará de posición, entonces quedarás descubierto por unas horas, así será hasta que aprendas tu lección, nos vemos hermanito. 

Mientras trataba desesperadamente liberarse, notó que en el suelo habían trozos de papel, al darse cuenta de que era, simplemente se dejo caer rendido a su destino. 

Los días fueron pasando, sin comida, sin agua, sin nadie que pueda escuchar sus gritos. 

En un estado de desesperación, pudo romper las cadenas que lo aprisionaban.
sin querer volver, siguió en ese lugar por un tiempo más, absolutamente solo, recostado en la sombra y con la mirada vacía.