El hada y el spriggan

Capítulo 3 : leve sensación de libertad

"Debí haberme ido cuando tuve la oportunidad de hacerlo, pero algo dentro de mi me decía que quería volver a verla...después de todo, fue la única en quedarse a mi lado a pesar de saber quién soy...bueno, solo en parte." 

Había llegado el día en que los dos se verían nuevamente. 

Era la medianoche de un sábado, antes de verla, el se colocó un abrigo que le había quitado a un joven que estaba solo en un callejón.
Aún sabiendo que estaba mal hacer eso, el quería evitar que Aina viera su cuerpo herido por las quemaduras del sol. 

—¿donde te habias metido?, dijiste que nos veríamos cada semana y fueron dos veces que no apareciste. 

—¿dos veces?, ¿quieres decir que pasaron dos semanas?...lo siento, el tiempo pasa diferente para nosotros. 

No podía decirle lo que había pasado, por lo que se inventó una excusa para evitarlo. 

—debiste decirme eso antes, te esperé y nunca llegaste. 

—en verdad lo siento. 

En un parpadeo se hicieron las 02:00 AM.
Como de costumbre, salieron a dar un largo paseo por la ciudad, recorrieron un parque y las calles bien iluminadas hasta llegar al centro de la ciudad. 

Las pocas personas que pudieron verlos habían pensado que los dos sólo llevaban unos disfraces, por lo que sólo se reían un poco o simplemente los ignoraban. 

—por cierto, ¿cómo vas con tu historia?, seguramente avanzaste mucho, ¿verdad? 

Mientras caminaban, el bajo la velocidad de sus pasos hasta detenerse por completo, no quería seguir mintiendole, pero una mentira era mejor que preocuparla. 

Por si eso no fuera suficiente, pensó que si ella sabía lo que había sucedido, seguramente ya no volverían a verse.
Sintiéndose culpable, nuevamente habló fingiendo que nada pasaba y utilizo un tono de voz algo torpe y despreocupado. 

—bueno, la verdad es que perdí el cuaderno y volví a escribir todo, así que estoy en el mismo punto de antes, además...no se como seguir. 

—ahh que descuidado, pero esta bien, tengo una idea que podría servirte mucho. 

Después de decir eso, rápidamente tomó uno de sus brazos y lo llevó hacia un lugar donde nadie pudiera verlos. 

—espera, Aina...vas muy deprisa. 

Mientras seguía corriendo, la chica miró hacia atrás con una sonrisa inocente. 

Pocos minutos más tarde, ambos habían llegado a una colina algo alejada de las zonas más transitadas. 

—bien, ahora abrázame. 

—eh...¿ehhhh? 

—solo hazlo, no te quedes ahí, no te preocupes por tus manos. 

Cierto, la razón por la que dudaba en hacerlo, no era por incomodidad o confusión, sino por miedo a lastimarla y perder a su única amiga. 

Tantas veces fue temido e incluso rechazado, pero por una vez, hubo alguien que lo aceptó. 

—esta bien, aquí voy. 

Con total delicadeza, sus brazos rodearon la cintura de Aina, sus dedos se entrelazaron para evitar cualquier rasguño. 

Sin previo aviso, sus pies ya no estaban sobre la tierra, aunque sólo fueron unos pocos metros, ellos ahora estaban en el aire. 

Fue algo muy sorprendente, "con que así se siente ser libre" 

Luego de escuchar esas palabras, Aina le respondió, "el mundo es más grande y aún más hermoso de lo que puedes ver aquí, algun día te lo enseñaré" 

—¡belzebu!
—buen trabajo hermano, ahora que tienes su confianza, podemos empezar la cacería. 

Desde las sombras, habían salido tres hombres con un aspecto sombrío, los mismos que habían lo golpeado hace dos semanas atrás. 

—bel...¿¡belzebu!?...¿¡tu nombre es belzebu!? 

—espera Aina, puedo explicarlo. 

Sin razón para seguir escuchándolo, Aina dejo caer a belzebu al suelo.
El miedo podía verse reflejado en sus ojos, lo único que podía hacer ahora mismo era volver a su hogar cuanto antes.



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En el texto hay: maldicion, separacion, drama

Editado: 06.08.2023

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