En la mañana siguiente
Diana: seguramente soñaste de nuevo con él y por eso tienes esa cara de felicidad. El hechizo que hiciste te sirvió para encontrar a tu verdadero amor.
Artemisa: no quiero que me ame solo por eso, ya que su amor jamás sería verdad. Espero alguna vez sentir que él me ama tanto como yo lo hago.
Diana: ese quiero decir que te enamoraste de ese hombre. Esto es simplemente maravilloso y se que lograras tu sueño de que él se enamore de ti.
Artemisa: mi corazón siempre quiso sentirse amado. Mi sueño de amor solo se hizo posible gracias a eso y debemos de irnos a desayunar con la abuela.
Ellas empiezan a caminar para dirigirse al comedor y cuando llegan saludan a su abuela para después tomar asiento. Artemisa la mira porque quería decirle algo.
Artemisa: se que necesito pedirte perdón por no seguir con tus enseñanzas. Esto lo hice sin siquiera pensarlo y quiero que me perdones, por favor.
Rosa: no tengo nada que perdonarte. Porque era completamente natural que lo hicieras, así que te vas a quedar en este mundo para estar a su lado.
Artemisa: me voy a quedar con él, abuela. No quiero dejar de verlo y mucho más si ya lo conozco en persona, aunque su personalidad es diferente cuando estamos en nuestros sueños.
Rosa: él solo se muestra ante ti como realmente es. Seguramente es algo normal que tu muy pronto lo entenderás y también existe la fuerza del amor.
Artemisa: me gustaría saber todo esto. Pero necesitamos empezar a desayunar, porque necesito desayunar para poder irme a mi trabajo.
Rosa: deberías de empezar hacerlo. Además, le dices a tu futuro esposo que quiero verlo para conocerlo, ya que quiero saber que clase de hombre es.
Ellas empiezan a desayunar y la primera en terminar es Artemisa. Ella se despide para después levantarse de la mesa sin olvidar tomar su bolsa, Artemisa suspira y cuando termina se teletransporta a la empresa.
En la empresa Reynolds
Axel: estás demasiado ansioso por volver a verla. Deberías comportarte como si fuera una persona normal y ahora no lo estás haciendo.
Leonardo: todavía no te he dicho que me voy a casar con mi secretaria. Déjame decirte que tenías razón al decirme esas palabras y desde que ella apareció en mi vida me siento diferente.
Axel: te faltaba encontrar el amor. Recuerda que no debes de decir antes ella que no esperas enamorarte, ya que las mujeres esperan que las ame.
Leonardo: no hablaré más sobre eso y trataré evitar hacerlo. No quiero lastimar a la mujer que será mi esposa y me gusta demasiado hablar con ella.
Axel: siempre sonríes cuando hablas de tu futura esposa. Sabes que esto sería una buena señal y ni tú mismo te vas a dar cuenta cuando te enamores.
Leonardo: ahora quiero que salgas de mi oficina. Porque quiero hablar con ella y sobre todo quedaron demasiadas cosas pendientes entre nosotros.
Axel: lo que pasa es que no quieres perder la oportunidad de verla a cada hora. Esto sería un síntoma de un hombre enamorado de su mujer.
Leonardo: ahora todo lo que haga lo tienes que relacionar con el amor. Necesito pedirte de nuevo que salgas de mi oficina, ya que no quiero hacer esperar a mi Artemisa.
Axel: sigo pensando que estás enamorado. Será mejor que me vaya para que pueda entrar ella y estoy seguro de que entrará feliz a tu oficina.
Él mira a su amigo sonreír y presentía que su secretaria sería su único amor. Leonardo tenía que saber cómo amarla si en verdad la quería, Axel ve cuando ella entra a su oficina.
Artemisa: estoy lista para terminar con la conversación que tenemos pendiente. Porque necesitamos hablar de lo que está sucediendo entre nosotros.
Leonardo: yo también quiero hablar contigo de lo que pasara y lo primero que haré es casarme contigo. Recuerda que ahora se todo de ti, así que te encontraría fácilmente.
Artemisa: crees saber todo de mi, pero en realidad no lo sabes. Seguramente te sorprenderás si te enteras de la verdad y es algo que nunca te diré.
Leonardo: no importa si tienes secretos conmigo. Además, los descubriré todo, ya que me interesas demasiado y quiero que me aceptes como tu esposo.
Artemisa: acepto casarme con usted. Solamente que mi familia es diferente y eso lo comprobaré cuando los vea, así que se lo tengo que advertir.
Leonardo: la familia siempre será la familia. No quiero que te preocupes por lo que pensaré de ellos cuando los conozca, porque todas son diferentes.
Artemisa: mi abuela se enteró de tu existencia y quiere conocerte. Necesito decirte también que mi familia no es de aquí, así que no puedo decirte más sobre esto.