Artemisa: fuimos el centro de atención de todos los empleados que estaban en la empresa y menos mal que mañana harás pública nuestra relación.
Leonardo: es que no tengo ningún motivo para retrasarlo. Porque de todos modos nos vamos a casar y quiero que tengan presente que serás mi esposa.
Artemisa: no es necesario que me digas lo que tienes pensado hacer. Siempre esperare a que me sorprendas, ya que me gustan mucho las sorpresas y será interesante darme cuenta por mi misma de cada una de ellas.
Leonardo: si mi prometida quiere que lo haga eso es lo que pienso hacer. No dejaré que te lleves una mala impresión de mi, pero nos hemos llegado a conocer gracias a los sueños que hemos compartido durante este tiempo.
Artemisa: antes de que llegamos a mi casa no debes decirle a nadie de mi familia que me has besado. Espero que no lo hagas y más si se entera que me besaste sin ser nada todavía.
Leonardo: eso no debería de contar. Recuerda que te bese en nuestros sueños y aceptaste convertirte en mi esposa esta mañana, así que eso no significaría ningún problema con ellos.
Artemisa: mi familia siempre ha tenido costumbres que necesitamos seguir. Debes de prometerme que no dirás ninguna palabra sobre esto, por favor.
Leonardo: está bien, mi Artemisa. Seguiré todas las costumbres que tengan y no quiero que por una indiscreción mía se opongan a nuestra boda.
Ellos tiempo después llegan y cuando lo hacen Leonardo estaciona su auto. Él se baja y al momento de hacerlo ayuda a su prometida a bajar, él toma su mano y no la suelta hasta llegar a la puerta de su casa. Artemisa abre la puerta y caminar unos cuantos pasos hasta que al fin llegan a la sala y en ese lugar estaban ellas esperandolos. Ellos las saludan para después tomar asiento.
Artemisa: lamento mucho la tardanza, abuela. Esta tarde había mucho tráfico y por esa razón llegamos a esta hora, espero que no este molesto al hacerte esperar.
Rosa: hace tiempo que no teníamos ninguna visita. Además, no estoy molesta por su tardanza y era lógico que iban a llegar tardar, así que no tienes que darnos ninguna explicación sobre su llegada.
Artemisa: sentía que tenía que darlas. Pero como te dije en la llamada vine con mi futuro esposo y él ha venido también a hablar sobre nuestro compromiso, pero antes de continuar necesitaré presentártelo como debe de ser él se llama Leonardo Reynolds O'Brien y las personas que están aquí presentes son mi abuela y mi hermana, ellas se llaman Rosa y Diana.
Leonardo: estoy encantado de conocer a la familia de mi prometida. Ahora los único que me faltaría conocer sería a sus padres y se que ellos no están aquí.
Rosa: sus padres estarán aquí este fin de semana. Mi hijo está interesado en conocerlo también, ya que la que se va a casar sería su hija menor.
Artemisa: nuestros padres se presentarán tan pronto en nuestra casa. No entiendo cómo es que se enteraron de la noticia si ellos no viven aquí.
Rosa: sabes perfectamente que para tu padre nada es imposible. Él está enterado de todo y sabíamos que ellos tarde o temprano iban a venir.
Artemisa: eso era de esperarse de mi padre. Estás segura de que él aceptara mi vida sin tan siquiera negarse, pero en verdad no creo que no haga nada.
Rosa: hasta que él venga sabremos qué actitud tendrá. No deberíamos de precipitarnos y sobre todo necesitamos estar tranquilas y ahora si necesitamos hablar de tu boda.
Leonardo: la boda será como Artemisa la quiera y en ese sentido no tengo ningún problema. Solamente que lo único que me gustaría elegir sería la fecha.
Artemisa: deberías de elegir una fecha donde podamos organizar bien las cosas. Porque no me quiero casar de un día para otro y necesitarás pensarlo.
Leonardo: un mes sería suficiente para prepararla. No pienso esperar más tiempo para que seas mi esposa, eso lo acabo de decir en este momento y no necesito más tiempo para seguir pensándolo.
Artemisa: tener una boda así sería imposible. Además, eso estaría bien conociendo la situación en la que estaremos y sobre todo quiero que nuestro compromiso también sea hermoso.
Leonardo: no me cansaré de decirte que tendrás todo lo que quieras a mi lado. Entonces nos casaremos dentro de un mes sin importar lo que pase.
Rosa: tu prometido es un hombre decidido. Seguramente nunca tendrán ningún problema de comunicación, ya que se llevarán demasiado bien en su matrimonio y siempre espere que te casaras bien.
Artemisa: muchas gracias, abuela. Pero lo que más me gustaría sería que mi vestido de novia fuera bonito y también quisiera que fuera de mi agrado.
Ella mira a Leonardo y un hombre como él no tenía necesidad de casarse con Artemisa. Solamente que ella nunca le diría que su familia descendía de las brujas, ya que tenía prohibido revelar su verdadera identidad, esto lo hacía por su propia seguridad y también por su familia. Este sería el mejor secreto guardado por ella, ya que tenía que evitar revelar la existencia de los diferentes mundos que conocía y eso no podía hacerlo, así que siempre tenía que guardar silencio absoluto para evitar problemas con los diferentes seres sobrenaturales que existían en los diferentes mundos, porque ellos habían decidido mantenerse al margen para no tener problemas en el futuro, sólo que los hombres lobos y los vampiros eran los más peligrosos y sabía que no deberían de provocarlos. Ella sabía cómo reconocerlos con mirarlos a los ojos y en muchas ocasiones se encontraba con ellos sin quererlo y ellos también la reconocía como bruja, así que siempre prefiero verlos como personas normales. Porque ella estaría en el mundo de los humanos por un tiempo y eso era lo que siempre había pensado y se dio cuenta de que se había equivocado, ya que estaba destinada con ser la esposa de un humano.