El hechizo de amor eterno

capítulo 11

En la mañana siguiente

Artemisa: esta vez no quiero dejar que nadie decida mi destino. Porque ahora que encontré lo que era felicidad no me gustaría dejarla ir.

Rosa: te prometo que serás feliz en este mundo. No quiero verte triste pensando que no realizarás tu amor, así que haré razonar a mi hijo.

Diana: él seguramente entenderá que no podrá separarlos. Además, no deberías de hacer esperar a tu prometido, ya que está afuera esperándote.

Rosa: entonces me despido de ustedes para poder irme y me hace feliz saber que me entienden. Ahora necesito pensar que nada pasara.

Ella se levanta despide y cuando lo hace toma su bolsa. Artemisa se levanta de su asiento para después salir de su casa y al ver a su prometido se acerca a él.

Leonardo: es un gusto para mí llevar a mi prometida al trabajo. Sabes que esto era algo que quería hacer por ti, pero también lo hago porque me gusta estar contigo.

Artemisa: si eso no fuera así no estarías aquí. Solamente le doy gracias al destino por habernos conocido y él decido que estuviéramos juntos.

Leonardo: siento que también existe algo más que nos unió. Pero este pensamiento no importa, ya que lo único que me interesa eres tú.

Artemisa: es que no deberías tener otros pensamientos y sobre todo quiero que cuestiones tus sentimientos por mi. Porque lo que sientes por mi es amor.

Leonardo: nunca lo haría ya que tengo claro mis sentimientos. Será mejor que nos vayamos porque tenemos muy poco tiempo para llegar a la empresa, pero de irnos necesito decirte que hice pública nuestra relación y también hablé con mis padres sobre nuestro futuro matrimonio. Ahora si todos saben que nos vamos a casar y estoy esperando el día en que seas mi esposa.

El ayuda a su prometida a subir a su auto y él también lo hace. Leonardo empieza a conducir y de esa manera se dirigen rumbo a su destino, él se dio cuenta de que Artemisa estaba pensativa y estaba seguro que se debía a los nervios que sentía por su boda.

En el reino de la magia y la hechicería

Ezequiel: pienso ir por mis hijas en este preciso momento, ya que no pienso seguir esperando más tiempo para hacerlo. Espero que hayas preparado todo para su llegada.

Victoria: por supuesto que lo hice. Pero no creo que ellas quieran regresar a nuestro mundo y sobre todo ellas tienen una nueva vida.

Ezequiel: es imposible que las dejes en ese lugar. Además, esto es mi culpa por haberlas dejado mucho tiempo solas y necesito que las niñas ocupen el lugar que les corresponde.

Victoria: nuestras hijas no recuerdan nada de esa parte de su vida. Seguramente piensan que únicamente son brujas y tu madre tampoco les ha dicho nada.

Ezequiel: les devolveré todos sus recuerdos. Porque necesitan recordar a donde pertenecen, ya que no quiero que sigan en ese mundo desconocido.

Victoria: es imposible hablar contigo. Debes dejar que tomen su decisión y Artemisa se casará con su prometido humano, aunque a ti no te guste.

Ezequiel: precisamente tenía que ser con un humano. Sabes que un matrimonio entre ellos sería imposible y no quiero que mi hija cometa un error.

Victoria: ella tiene que vivir su propia vida. No puedes protegerla siempre y si quieres ir al mundo de los humanos debemos irnos, además primero necesitaras escucharla y también te recuerdo que vas hablar con su prometido.

Ezequiel: entonces prepárate porque nos vamos a ir en este momento. Estoy seguro que las niñas se sorprenderán al vernos antes de tiempo.

Victoria: necesitas tranquilizarte primero antes de irnos. Porque no quiero que te vean de esta manera y espero que respetes la decisión que tomen.

Él se tranquiliza después de unos cuantos minutos. Victoria le dice que estaba lista y que se podían ir, Ezequiel abre un portal al mundo de los humanos y ellos llegan a la casa donde estaban ellas. Diana es la primera en sorprenderse al verlo y después lo hizo su abuela.

Rosa: pensé que iba a tener más tiempo para pensar lo que te tenía que decir. Pero ahora necesitamos tomar asiento para que podamos conversar.

Ezequiel: solo he venido por mi familia. Solamente que no puedo creer que mi propia madre no cuidara a su nieta, ya que eras la única que tenía el poder de impedir que esto pasara.

Rosa: ella hizo ese hechizo de manera inconsciente. No deberías culparme a mí por lo que pasó y nadie puede interferir en su destino, así que necesitas dejar las cosas así.

Ezequiel: sabes que ellas tienen que regresar y llegó el momento que mis hijas recuerden su pasado. Eso será lo que pienso hacer, el tiempo y el pasado se tienen que volver uno solo y con esto hago que mis hijas recuerden absolutamente todo.

Rosa: no era necesario que hicieras eso. Porque yo se los iba a explicar antes de que vinieran y esta no era la manera en que lo hicieras, ya que debiste haber esperado.




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