Artemisa: nunca me ha gustado que me digan que soy una princesa a pesar de serlo. Aunque tuve toda mi infancia en serlo y antes de venir al mundo de los humanos mi padre nos borró la memoria a mi hermana y a mi, pero cuando llegó nos volvieron los recuerdos, solo que todavía no recuerdo muy bien mi infancia, pero siento que me hace falta más que recordar.
Leonardo: yo también tengo algo que decirte eso seria es que te conozca desde que eras niña. Ahora hablando de eso me imagino que ese recuerdo es el único que te hace falta recordar.
Artemisa: no puedo creer que nos hayamos conocido antes. Eso significa que siempre estuvimos destinados a estar juntos, pero seguramente también nos vimos por primera vez en nuestros sueños, porque yo tengo diez años que llegué a este mundo.
Leonardo: precisamente así pasó. Además, la última vez que nos vimos me dijiste que te encontrara y siempre te busque todos estos años, solo que te volvi a encontrar como la primera vez que apareciste delante de mí.
Artemisa: entonces eso será lo que me falta recordar. Espero hacerlo muy pronto, porque quiero recordar lo que vivimos en nuestra infancia.
Leonardo: me sorprendí cuando te volví a ver. Nada más que tu no me recordabas y sabía que había una razón por la cual no lo hacías.
Artemisa: así que vamos a tener más recuerdos juntos. Aunque antes de volver a encontrarnos hice el hechizo de amor eterno y eso lo hizo mi subconsciente, pensé que me amabas por eso.
Leonardo: un hechizo no me hizo amarte. Porque eres la única mujer que ha provocado este sentimiento en mí, sabes que no tengo ninguna necesidad de mentirte.
Artemisa: sé que eres sincero conmigo. Entonces siempre me buscaste y estoy segura también de que esa sería una de las razones por la cual te casaste conmigo.
Leonardo: sabes que nos casamos por amor. Pero la mejor manera de tenerte conmigo sería a través de nuestro matrimonio y no me equivoque en hacerlo.
Artemisa: ahora quisiera conocer la casa donde viviremos juntos. Aunque siento que mi lugar favorito será el jardín, ya que me gustan demasiado las flores.
Leonardo: nunca se me ha pasado desapercibido cada uno de tus gustos. Además, en nuestra recámara están las flores que más te gustan.
Artemisa: será mejor que primero subamos. Porque quiero verlas y también me imagino que debe de estar decorada completamente a mi gusto.
Leonardo: está de esa manera. Sabes que preparé con anticipación tu llegada y esto lo hice con la intención de sorprender a mi esposa.
Artemisa: hiciste esto pensando en mí. Estoy segura que será de mi agrado, no quiero seguir esperando para verlas y sobre todo deben de ser hermosas.
Él toma la mano de su esposa para llevarla a su recámara y a los pocos minutos llegan. Artemisa se sorprende al ver lo hermosas que estaban sus flores y ella se acerca a su esposo para darle un beso en la mejilla y después de que termina de hacerlo se acerca a ellas para observarlas.
En la casa de la familia Graham
Ezequiel: no puedo creer que mi hija le haya contado nuestro secreto a su esposa. Ella sabía que no tenía que hacerlo y espero que él guarde silencio.
Victoria: por supuesto que lo hará. Porque si dice algo Artemisa estará en peligro en el mundo de los humanos y el silencio sería una manera de protegerla.
Rosa: deberias de preocuparte también por tu hija mayor. Diana todavía no sale de su recámara y seguramente está molesta por lo que le dijiste.
Ezequiel: solo le dije la verdad. Además, me pienso encargar de que ella no se case con un humano, ya que no pienso permitir que eso pase.
Victoria: esto es tu culpa por tratarla como una niña. Ahora ella está haciendo un berrinche, porque no vas a dejar que haga lo que quiera.
Ezequiel: no cometere el error dos veces. No permitiré que pase lo mismo que pasó con Artemisa y estaré en su vida para evitar que lo haga.
Rosa: estás pensando de una manera irracional. Deberías de cambiar, ya que Diana no es la misma niña que podías controlar y necesitas respetarla.
Ezequiel: esta será mi última palabra sobre este tema. Nada más que no entiendo en que me equivoco con ella y no quiero que me mire como un mal padre.
Victoria: tiene razón tu madre al decirte que necesitas respetarla. Jamás se terminarán los malos entendidos entre ustedes si siguen con la misma actitud.
Ellos terminan de conversar cuando ven a su hija salir de su recámara. Ezequiel quería a su hija, a pesar de que no pensaran igual, ya que parecía que quería llevarle la contraria y Diana cuando llega toma asiento.
En la casa de Leonardo Reynolds O'Brien
Leonardo: llegó el momento de que te lleve a conocer el jardín. Porque es el único lugar que falta que conozcan de toda la casa y me he dado cuenta de que mis padres nos están observando de lejos.