Artemisa: tienes razón. Pero sé perfectamente que siempre me cuidaras y en ese aspecto debo de sentirme demasiado tranquila, porque también cumplirás con todo lo que me prometiste.
Leonardo: sabes que lo haré. Además, tengo toda la vida para amarte y mi corazón únicamente ama a mi esposa, eso significa que te amare para siempre.
Artemisa: las promesas que me haces nunca las he sentido vacías. Porque se que eres sincero cuando me hables de tus sentimientos y eso no se puede fingir.
Leonardo: puedo decirte las veces que quiera que te amo. Ahora quieres que salgamos a cenar o prefiere que lo hagamos en nuestra casa.
Artemisa: quiero que cenemos en casa y podemos salir un día de estos. Nada más que me gustó conocer el lugar donde viviré a tu lado.
Leonardo: si quieres algo por más mínimo que sea me lo tienes que decir. Porque un buen esposo tiene que cumplir todo lo que quiere su mujer, ya que eso debo de hacer para que seas feliz.
Artemisa: me haces feliz solo con saber que me amas. Será mejor que nos vayamos a cenar y sobre todo mis padres están esperando a que lo hagamos.
Ellos se levantan de sus asientos para después dirigirse al comedor y a los pocos minutos llegan. Ellos cuando lo hacen Leonardo ayuda a su esposa a sentarse para hacerlo también y sus padres estaban sentados esperando por ellos.
En la casa de la familia Graham
Victoria: menos mal que a nuestra hija le ha ido demasiado bien en su nueva casa y si eso no hubiera pasado tu padre hubiera reaccionado de manera negativa.
Diana: yo más que nadie conozco el temperamento de mi padre. Él no iba a dejarla a su lado sabiendo que no la amaba y con esto le está demostrando que si lo hace.
Victoria: el amor es el único sentimiento que los mantendrá juntos. Además, tú tampoco deberías de hacer enojar a tu padre con tu actitud.
Diana: siempre me ha gustado decir lo que pienso. Jamás me ha entendido y nunca lo hará, porque prefiere no hacerlo, ya que no quiere ver la realidad.
Victoria: no te pediré que hables con él. Sabes que ustedes son exactamente iguales, siempre creen en tener la razón y eso no es así.
Diana: debo de recordarle que también merezco ser feliz. Pero no todo el tiempo estaré en nuestro mundo y sobre todo pienso ir y venir, presiento que mi padre no va a dejar que me quede en este lugar por mucho tiempo y él no quiere que tenga el mismo destino que mi hermana.
Victoria: lo que pasa es que no quiere que estés aquí. Porque él siempre ha sabido que te gusta vivir en nuestro mundo y para ti fue difícil adaptarte a este lugar.
Diana: se que ustedes me quieren a su manera. Pero quisiera que respetaran mis sentimientos y mi padre no parece entender eso, necesito pedirte que hables con él, ya que eres la única que escucha.
Victoria: lo haré y no quiero que te preocupes. Además, me encargaré de que lo entiendo y necesito ver también que eres feliz, espero que elijas bien con el hombre con el cual compartiras tu vida.
Diana: mi corazón se encargará de elegirlo, madre. Sabes que lo que menos quiero es quedarme soltera, ya que me gustaría tener mi propia familia.
Victoria: estoy segura que la tendrás. No quiero que te sientas mal por la actitud de tu padre y para él es demasiado difícil aceptar que sus hijas no son unas niñas.
Diana: teníamos que crecer. Porque no siempre íbamos a seguir siéndolo, aunque para él sería demasiado fácil hacer un hechizo para convertirnos en niñas.
Victoria: él jamás haría algo así. Estoy segura de que se arrepiente de no haberlas visto crecer y eso es lo que más le duele de haber esperado todo este tiempo.
Diana: esto lo hicieron por nuestro bien. Mi abuela nos explicó sus razones y nosotros lo tuvimos que entender, pero por algo pasaron las cosas, ahora estoy segura que por eso Artemisa tuvo su historia de amor.
Victoria: ustedes crecieron con un poder mágico extraordinario y pueden crear diferentes mundos si se lo proponen. Solamente que no deberías decirle esto a tu padre.
Ellas siguen conversando cuando de repente son interrumpidas por su padre. Ezequiel le dice que evite decirle esas cosas a Diana y Victoria simplemente le sonríe.
En la casa de Leonardo Reynolds O'Brien
Leonardo: siento que quieren hablar de nuevo conmigo. Eso significa que los escucharé y antes de hacerlo llevaré a mi esposa a nuestra recámara, así que quiero que me esperen unos cuantos minutos.
Artemisa: no es necesario que me acompañes. Porque ya se el camino y solo quiero que hables tranquilamente y cuando termines de hacerlo te estaré esperando.
Leonardo: está bien, mi princesa. Necesito decirte que no tengo nada más que decirle y esto únicamente lo haré porque me pediste que lo hiciera.