Capitulo 5.
El recorrido que Ellie escogió era simplemente maravilloso.
Los cardúmenes de peces de colores a su alrededor, el espectáculo de colores y formas no tenia igual.
Lo llevo a recorrer viejos barcos hundidos, donde Jeremy reconoció todo y ella lo pregunto todo…
¿Que es esto?
¿Que sirve?
¿Y esto como se llama?
Cada pregunta intento responderla pero Ellie parecía nunca saciar su curiosidad.
Todo lo preguntaba y todo le llamaba la atención.
Nadaron por muchas horas, pero Jeremy no sentía cansancio alguno, era como si tuviera energías de sobra sin embargo le llamaba la atención que ella parecía ir a un sitio especifico, pues seguía un rumbo.
Al principio no lo había notado por lo maravillado que estaba al ver el mundo oceánico de ese modo, pero pronto Jeremy noto este detalle.
―Ellie, ¿dónde vamos?
―Ya lo veras, se que te gustara.
Jeremy asintió y nado a su lado o al menos lo intento.
Ellie era muy rápida nadando.
Se movía con facilidad y en ocasiones olvidaba que el estaba con ella, cuando notaba que lo había dejado atrás sonreía y regresaba a su lado.
Al final lo tomo de la mano y fue guiándolo.
Cuando vio las enormes manta raya Jeremy temió que los atacara, pero no fue así.
Pero lo peor fue cuando varios tiburones se cruzaron en su camino.
Ellie se lo llevo lejos a toda prisa.
Los tiburones eran muy agresivos en ocasiones, le dijo Ellie.
Jeremy estaba seguro que eran mucho más que agresivos...
Nadaron entre delfines y fueron a la superficie en varias ocasiones para regresar el fondo con rapidez.
El océano era un mundo tan mágico como Ellie.
Las plantas acuáticas de diferentes colores y formas, los peces pequeños y grandes, todo lo que había escondido era sin igual.
Jeremy vio tiburones, mata rayas, delfines, pulpos, orcas, plantas, montañas, barcos naufragados, peces que ni siquiera había visto en un acuario pues el hombre no llegaba hasta donde el estaba con Ellie.
Después de varias horas Ellie le dijo que habían llegado.
Estaban en una isla bastante más grande que la isla donde su avión se estrello.
Ellie miro para todos lados antes de salir del agua, estaban en la playa cerca de un acantilado, cubiertos por la inmensa pared de rocas.
Cuando ambos estuvieron sobre sus pies y Jeremy ya respiraba como humano, Ellie se sentó a mirar el océano.
Se notaba triste y hasta parecía que estaba por llorar y por primera vez Jeremy no vio colores brillantes en sus ojos sino un negro oscuro y profundo que le dio temor.
― ¿Ellie que te sucede?
―Jeremy...
El la miro y supo que lo que le diría seria duro pues esta vez no le dijo como siempre humano y luego todo su nombre completo.
―Ellie me das miedo, ¿que te sucede?
Ellie se quito el collar de perlas y separo la perla azul de las demás, la contemplo un momento y cerro el puño con ella dentro.
―Jeremy, en esta isla encontraras mas humanos...creo que hay un poblado aquí cerca, son nativos y son muy respetuosos de las aguas del océano, eso dijo mi padre por eso te traje aquí, ellos te ayudaran a buscar ayuda para regresar a tu hogar.
―No Ellie no quiero...
―Jeremy... ¿me darías uno de esos besos?
Jeremy se estremeció, le dolía el pecho y tenia deseos de llorar como niño pequeño.
― ¿Me lo darías Jeremy?― insistió Ellie acercándose a el.
Jeremy le tomo el rostro y acaricio sus mejillas, su cabello mojado.
La beso, tiernamente, la recostó en la arena y cubrió su cuerpo con el de el.
Ellie no se asusto, solo lo abrazo y lo beso con intensidad.
Pero cuando Jeremy comenzó a acariciar su cuerpo ella lo aparto con lentitud y lo miro a los ojos.
―Quiero hacerte un obsequio Jeremy.
El se sentó liberándola y la miro con los ojos llenos de tristeza y desesperación.
Ellie se puso en pie y Jeremy hizo lo mismo al instante.
―Toma― extendió la mano con el puño cerrado esperando que el hiciera lo mismo para recibir lo que le ofrecía.
― ¿Tu perla mágica?― pregunto Jeremy indeciso.
―Si, te protegerá...tómala.
Jeremy extendió la mano y abrió la palma.
―Jeremy... ¿si tu mente no recuerda, lo hará tu corazón? Si es así se que volverás a mi algún día, te prometo que esperare...
Abrió la mano y dejo caer la perla en la mano de Jeremy.
Al hacerlo Jeremy cerro los ojos como si el sol le molestara, se sintió algo mareado y tuvo que sentarse porque las piernas no le respondían.
Cuando abrió los ojos, estaba solo...
¿Que hacia allí?
¿Cómo había llegado?
¿Y su avión?
Recordaba haberse estrellado en algún lugar, alguien lo saco del avión...
¿Dónde estaba?
En su mano una perla azul, bella y exquisita.
Jamás había visto una así en toda su vida.
¿Como la obtuvo?
¿Por qué tenía la sensación de haber perdido algo muy importante?
Como si le faltara algo preciado.
Camino por la playa hasta dar con unos pescadores.
Les pidió ayuda y estos lo hicieron.
En cuestión de horas nada mas, Jeremy estaba en un auto rumbo al aeropuerto, rumbo a casa.
Seguía con la sensación de vacío y la perla que tenia en la mano le parecía tan conocida...
Para la mañana del día siguiente Jeremy Milles estaba en su casa en la ciudad, con los periodistas rodeando su propiedad preguntándole como había logrado sobrevivir, donde fue que se estrello su avión y como había llegado hasta la isla de Fiji el solo si su rumbo era otro y según los investigadores el debería estar mas por Grecia que por Fiji.
Pero Jeremy no sabia nada de eso, no lo recordaba.
Solo sabia que algo había perdido además de los recuerdos de esos días, algo sumamente importante para el.
Guardo la perla en una cajita y se aseguro de llevarla siempre con el, sentía que esa extraña perla era la clave para comprender que era lo que no lograba recordar.