El hechizo de la perla

Besos

CAPITULO 9

Jeff no fue capaz de resistirse a la tentación.

Acerco los labios a los de Ellie y le dio tiempo para que ella retirara el rostro en señal de rechazo pero ella se quedo mirándolo fijo.

Jeff poso los labios en los de su mágica sirena y sintió como una corriente eléctrica pasara por su cuerpo por completo.

Ellie abrió los labios y le dio de ese modo permiso para que la besara mejor, así que Jeff profundizo el beso y suspiro de pura felicidad sobre sus tiernos labios.

―Ellie...yo...siento algo indescriptible cuando estoy junto a ti, aun no se si es amor, pero quiero ser sincero contigo, me gustas mucho.

Ellie sonrió.

Las palabras de ese hombre eran muy diferentes a las del otro que conoció en la isla.

Jeremy le dijo de manera arrebatada que la amaba sin siquiera saber lo que sentía en verdad, pero ahora se daba cuenta de que solo estaba encandilado por ella.

― ¿Me amas?― pregunto Ellie aunque el acababa de decir que eso aun no lo sabia.

―No lo se...creo que un poco de lo que siento es por tu mágica vida, por ser quien eres pero aun así se que me gustas mucho, pues lo sentía antes de saber quien eras...lo siento, ¿lo dices porque te bese? Soy un bruto, no debí hacerlo.

Ellie acaricio el rostro de Jeff y sonrió.

―Esta bien, no es por eso, me gusto tu beso, eres muy tierno.

Jeff de todos modos se quedo con la sensación de que había cometido un error.

Sin embargo Ellie no parecía molesta, al contrario se quedo muy pegada a su lado y no le soltaba la mano.

Ella parecía estar a gusto con el y eso lo hizo sentir mejor.

Aun no sabia cual era el motivo exacto por el cual Ellie había ido a tierra pero sea cual sea estaba agradecido por haberla conocido.

Cuando salieron del cine Jeff pensó que Ellie soltaría ya su mano pero ella no lo hizo, caminaba tomada de su mano y esto lo hacia sentir realmente bien.

Parecían una pareja, y notar eso lo ponía feliz en verdad.

― ¿Te gusto la película?

― ¡Si, fue muy tierna, que lindo es el cine!

―Que bueno que te gusto, de verdad pensé al principio que mi tonterías había arruinado lo que yo quería que fuera especial para ti.

Ellie se detuvo y lo miro.

―No fue una tontería para mí, fue hermoso también.

Jeff quedo totalmente maravillado con la sinceridad de Ellie, sin dudas ella era única y no por ser una sirena sino porque no temía decir lo que sentía y pensaba.

Riendo y mucho mas relajado, Jeff paso el brazo por los hombros de Ellie y así caminaron por las calles de Londres, hasta que pasaron por en frente de una cafetería, la invito allí para que probara los deliciosos pasteles que hacían, pero nada mas entrar Jeff supo que fue una mala idea.

En una de las mesas, estaba sentado Jeremy con una joven preciosa, de cabello largo y castaño, tenía en la mano la cajita donde estaba la perla azul y parecía que se la estaba por regalar a la chica.

Jeff sintió como Ellie se tensaba y corría hacia ellos.

― ¡Que haces!― casi grito mirándolo con cara de espanto― ¡no puedes regalar esa perla!

―Porque, es mía y puedo...

Ellie le arrebato la cajita de la mano y la apretó contra su pecho con lágrimas en los ojos.

― ¡No es tuya humano tonto!― le dijo Ellie con los ojos llenos de lagrimas― es mía y la quiero de regreso, ¡tú no la mereces!

― ¿Espera como se que fuiste tu quien me la dio?

― ¡Porque yo nunca miento!

Jeremy la miro.

No entendía porque desde que la vio en casa de su amigo sintió una fuerte conexión con ella, como si eso que sentía que le faltaba desde que tuvo el accidente fuera ella misma.

Quiso resistirse a lo que le hacia sentir buscando el consuelo en alguien mas, no iba a regalarle la perla a su prima, eso era suyo y le tenia un especial aprecio.

Sentía que era la conexión con lo que sea le estaba faltando.

Pero la actitud de la chica desconocida lo enfado.

No lo dijo pero cuando le dijo humano tonto sintió algo dentro, como si en su interior algo se removiera y quisiera decirle algo que no lograba comprender.

―Dame eso― ordeno Jeremy a Ellie, no le gustaba estar separado de su perla por mucho tiempo― ¡es mío!

―No lo es...ya te lo dije, es mío solo te lo preste, ahora lo quiero de vuelta, es lo único que tengo de mi madre.

Jeremy guardo silencio.

Miro la mano de Jeff en el hombro de la chica y sintió deseos de golpearlo.

Ellie lo miro a los ojos y sonrió.

― ¿Humano Jeremy Milles, serias capas de abandonar todo lo que eres y tienes por un amor?

Jeremy no comprendió lo que quería decir con eso.

― ¿Por qué me dices humano?― se impaciento― ¡todos somos seres humanos!

No quería admitir que cada vez que ella le decía así un su interior algo se alteraba.

―Jeremy Milles, responde ¿lo harías?

―No lo creo, no se puede abandonar las cosas así como así solo por un amor.

Ellie no abandono su sonrisa, se puso de costado y miro a Jeff y suspiro.

― ¿Y tú?... ¿lo harías?

Jeff la miro y asintió.

―Si, creo que el amor es algo valioso que solo toca a tu puerta una vez y hay que abrirle antes de que se canse de esperar y se marche.

Ellie asintió.

―Tienes razón...lo pensare, ambos tienen razón.

Tomo la mano de Jeff y se lo llevo hacia la salida.

Jeremy la miro marchar con la cajita que contenía su preciada perla azul.

La sensación de abandono era tal que tuvo que respirar profundamente para mantener la calma.

Ellie...

Ese nombre se le hacia tan familiar...

De donde conocía a esa mujer tan particular.

Porque sentía que estaba perdiendo algo valioso cuando ella se marcho tomada de la mano de Jeff.

Cuando los vio juntos lo que sintió fueron celos, unos celos en verdad fuertes que a duras penas logro contener, como si su amigo estuviera tomando algo que solo le pertenecía a el.

Pero eso era imposible, el no conocía a esa chica extraña.




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