el heraldo de dios

pecado y perdón

La primera vez que baljad llego a la tierra, se dispuso a encontrar a cuatro jóvenes con talentos especiales que estén dispuestos a convertirse en sus heraldos de mayor confianza, ellos son: Joel el heraldo de la vida, noir el heraldo de la muerte, alea la heraldo de la oscuridad y andres el heraldo de la oscuridad. Ellos cuatros se hacen cargo de todo el equilibro en el multiverso, y acatan todas las ordenes que hace el dios supremo baljad.

Me encontraba encima del dragón que acaba de morir, de su cabeza cortada salía sangre como si fuera una fuente. Me agacho y pongo mi mano en su cuerpo, su cuerpo lentamente se comienza a deformar hasta formarse una pequeña bola, la cual sujeta con la palma de mi mano.

Alea se acerca hacia mí, está ya no tenía puesta su armadura negra, en cambio tenia una falda que le llagaba encima de las rodillas, también tenia una camisa blanca ancha que le quedaba perfecta y en su cabeza tenia una gorra la cual dejaba ver parte de su hermoso cabello blanco.

“pensé que aun no seguías recolectando bestias, ¿o es que aun piensas hacer eso, incluso aun sabiendo que no lo lograras?” dice alea con su voz encantadora.

Guardo en mi armadura la bola que hice con el cuerpo del dragón, después comienzo a caminar hacia alea y le contesto “desde hace tiempo he tenido algunos extraños sueños, así que me estoy preparando por si ese sueño ocurre. Aunque me haya quitado algunas dudad todavía sospecho que esta tramando algo. Y si no soy lo suficiente fuerte para vencerlo, seré lo suficiente fuerte como para darte tiempo para que escapes y te encondas”.

Alea se sonroja y vuela hacia mi hasta ponerse en mis hombros “entonces casémonos antes de que llegue ese día, si es que llega a venir” su voz era un poco tembloroso mientras hablaba sobre ese tema.

Ante esa propuesta lo único que pude hacer era reírme un poco y contestar seriamente “aun tenemos 17 años. Mejor casémonos el otro año ¿te parece?”, ante mi pregunta alea no me responde, pero en su rostro podía ver una pequeña sonrisa.

Me detengo por unos segundos hasta desaparecer en una luz brillante y reaparecer encima de la ciudad principal de la tierra arkana (también llamada arkala). Todos los habitantes quedan sorprendidos por ver a un dios encima de ellos.

Bajo lentamente y estando en el suelo todos los habitantes me reciben con ofrendas, algunas traían vinos y uvas mientras que otros solo se arrodillaban, todo esto lo observaba alea la cual estaba invisible.

El rey del planeta estaba enfrente de mí, no sabía cómo agradecerme por todo lo que había hecho. Sabía que toda esta felicidad en la cual estaban ahora en pocos minutos desaparecerá, no lo quería hacer, pero aún recuerdo la última vez que me negué a cumplir las ordenes de una carta, ese día sentí el dolor mas grande de mi vida y el cual no lo quiero volver a sentir.

“por favor acompáñenos, hicimos un banquete en vuestra presencia, eso es lo único que le podemos ofrecer por el momento” dice el rey mostrando una inmensa cara y alegría de felicidad, pero quien no haría lo mismo, elimine todo el peligro que tenía este planeta.

“sígame por favor” nuevamente me habla el rey mientras corre y entra hasta el castillo, no quería agradecimiento por hacer lo que voy a hacer, pero por lo menos quiero que sea rápido. Con mis manos hago 3 aplausos y al instante todo el planeta se detiene, extiendo mi mano y recibo la hoz que me pasa alea.

La sostengo con lagrimas en mis ojos y de un solo corte asesino a todos los millones de habitantes del planeta. El planeta ya no servía para nada, era un planeta muerto, pero para mí tenía otro propósito. Usando un poco de mi poder, agarro el planeta arkana con mis manos y lo hago polvo, pero al instante hago otro planeta y lo pongo de reemplazo.

Este nuevo planeta era mil veces mejor que el anterior, en esta toda creación vivirá en paz y en armonía por lo menos hasta que yo este vivo. Bajo hasta el suelo de este nuevo planeta y con cada mano agarro un puñado de tierra, la tierra de mi mano derecha se comienza a formar en un humano varón y la tierra de mi mano izquierda se comienza a formar en una humana hembra, estos dos humanos poco a poco crearan un hermoso planeta a medida del tiempo. Y así de esta forma intento perdonar un poco mis pecados.    



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En el texto hay: fantasia, magia, evolución

Editado: 03.09.2022

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