Me encontraba acostado en la cama de mi casa, pensando en las cosas que vendrán a futuro. Cada vez los sueños eran más recurrentes y más claro, podía ver todo con claridad, aunque algunas cosas parecían muy locas.
De repente, un tremendo dolor en el corazón me hace levantar de mi cama, el dolor poco a poco me recorre mi cuerpo. sabia que cuando me daba algo así era por qué habría pasado un suceso importante en el universo.
Me cambio de ropa rápidamente y salgo de la casa, al salir me encontré con amelia la cual estaba justo al frente de mi casa, esta tenía puesta un vestido de color negro “es mejor que mires el cielo, esta mas hermoso que nunca” ella me habla con una voz de tristeza. La aparto de la puerta y miro el cielo, este estaba negro y toda la ciudad olía a muerte.
Mis ojos se pusieron rojos y comenzaron a soltar unas pequeñas lágrimas, me volteo y miro nuevamente a amelia “¿Dónde ocurrió?” pregunto rápidamente a lo cual amelia contesta “en la tierra clintar”, al instante de escucharla desaparezco en una luz brillante.
Muy alejado del universo principal, se encontraba el universo de la muerte, universo dominado por noir, el heraldo de la muerte. Era estrictamente prohibido entrar, aunque noir no viviera hay, se necesitaba permiso para poder entrar. Todo el ambiente del universo olía a muerte, en el espacio vagaban espíritus y fantasmas que custodiaban el lugar.
Clintar era el planeta principal de este universo. Clintar era como el mismísimo infierno, los únicos que podían vivir en clintar era gente muerta.
Al entrar a la atmosfera tuve que usar mi armadura para no lastimar mi cuerpo humano, a simple vista pude observar como el planeta se iba pudriendo. Al bajar al planeta pude ver un sitio en especifico que brotaba una energía extraña, al dirigirme y llegar pude notar que también había dos presencias conocidas.
En el lugar había un enorme cráter y a sus alrededores todo estaba destrozado, como si hubiera habido una pelea. Encima del cráter se encontraba Joel y alea observando el lugar.
Ellos estaban mirando fijamente el enorme cráter, sus ojos estaban vacíos como si estuvieran viendo algo grave. Al acercarme hacia ellos pude ver lo peor, en el enorme cráter se encontraba el cuerpo devastado de noir, el heraldo de la muerte.
“¿Qué le sucedió?” pregunto seriamente hacia Joel, este me contesta con voz de tristeza “noir uso su verdadera forma de heraldo… así que lo que me imagino es que murió en una pelea. Pero nosotros tres sabemos que los únicos rivales que tenemos son los invasores”.
Alea enojada escuchas las palabras de Joel y contesta “¿estas diciendo que los invasores asesinaron a noir? Estas demente si piensas que ellos pudieron hacer eso. Ellos solo son moscas para nosotros, y mas si nosotros usáramos nuestra verdadera forma”.
Comienzo a bajar mientras dejo a ellos dos discutiendo. El cuerpo de noir ya no era el de un humano, mas bien era el de la mismísima esencia de la muerte, así jamás conseguiría saber de qué forma murió. Al lado del cuerpo se encontraban dos cuchillas medianas, eso era lo único que había dejaba noir después de su muerte.
Agarro las dos cuchillas y me doy de cuenta que no tenían poder, era como si le hubieran absorbido el poder. Las cuchillas se comienzan a poner doradas a la vez que comienzan a absorber de mi magia.
Pongo las dos cuchillas en mi cintura y me dirijo hacia alea y Joel, los cuales siguen discutiendo sobre quien asesino a noir, “cálmense ustedes dos. Se están olvidando de alguien que pudo asesinar a nori fácilmente” Joel al escucharme hablar se me acerca y me dice furiosos “debes estar demente si sigues pensando cosas sobre a él. El nos ha dado todo y no logro ver el motivo por el cual piensas que nos lo arrebatara”.
“no te parece un poco sospechoso que los padres de los cuatro hayan sido asesinados, y que de pura casualidad llegara el dios supremo y nos adoptara como sus hijos, ¿Qué motivos tuvo para elegirnos? ¿Qué motivos tuvo para darnos todo este poder?”, esto parece como si nosotros fuéramos simples juegos mientras que alguien más poderoso nos obsérvala y se divirtiera” al terminar de hablar, veo como Joel se abalanza hacia mí con su lanza, esta era larga y fácil de esquivar. Cada ataque que me mandaba era esquivado fácilmente. Sin siquiera sacar las dagas, me dispongo y golpeo con mi puño directo hacia el estómago de Joel, el cual termina arrodillado en el suelo. bajo hacia el suelo y me pongo de frente hacia el arrodillado Joel y le digo “lo mejor es que dejemos que el destino nos muestre la verdad. Pelear por una discusión parece tonta, así que por el momento guarda este universo y estúdialo, fin de la discusión”.