Mientras las horas avanzaban y la ciudad permanecía envuelta en un silencio tenso, Jay se encontraba en su oficina, revisando los mensajes en su teléfono con una mezcla de ansiedad y cautela. Cada palabra de T/N parecía cargar un peso invisible, una promesa de lealtad en medio de la traición que acechaba desde las sombras. Sus pensamientos se enredaban entre la desconfianza y la esperanza, preguntándose si podía realmente confiar en ella o si estaba jugando un juego peligroso del que no habría retorno.
De repente, un mensaje apareció en la pantalla: "Nos vemos esta noche. Solo tú y yo. No más secretos." Jay sintió cómo su pulso se aceleraba. Sabía que aquel encuentro podía ser una trampa o, quizás, la única oportunidad de entender qué planes tenían en marcha sus enemigos internos. Sin dudarlo demasiado, decidió aceptar, guardando la pistola en su cinturón y asegurándose de que su entorno estuviera preparado para cualquier eventualidad.
Esa noche, T/N lo esperaba en un callejón oscuro, iluminado solo por la débil luz de una farola parpadeante. Cuando ella apareció, su figura delgada y decidida parecía aún más vulnerable y, al mismo tiempo, más peligrosa. Sus ojos se encontraron en silencio, cargados de secretos y promesas no dichas.
—Sabes que no puedo seguir jugando a ciegas, T/N —dijo Jay en voz baja, acercándose con cautela—. Confía en mí, dime qué está pasando realmente.
T/N respiró profundo, y por un momento pareció vacilar, pero luego sus labios se curvaron en una sonrisa triste.
—Lo que está en juego es mucho más grande de lo que imaginas, Jay. La traición viene desde dentro de nuestra propia familia. Algo que puede destruirnos a todos. —Sus palabras eran susurros, pero cada una llevaba la fuerza de una confesión que podría cambiarlo todo.
Jay sintió que su corazón se aceleraba aún más, la revelación pesando en sus hombros. La traición interna, esa que había sospechado, ahora se confirmaba en sus propios oídos. Pero también sabía que no podía permitir que esa sombra se extendiera más allá de sus límites.
—¿Y qué quieres que haga? —preguntó con voz firme—. No puedo permitir que esto destruya todo por lo que hemos trabajado.
T/N le dio una mirada intensa, un destello de determinación en sus ojos.
—Confía en mí. Tengo un plan, pero necesito que me apoyes. Solo así podremos salir de esto con vida.
Mientras tanto, en las sombras, alguien observaba en silencio, esperando el momento perfecto para actuar. La traición ya no era solo un rumor, sino una realidad inminente que pondría a prueba todo lo que Jay creía y sentía.
En esa noche cargada de secretos y peligros, Jay se dio cuenta de que su vida en el mundo de la mafia no solo dependía de poder y respeto, sino también de la confianza en aquellos que estaban dispuestos a arriesgarlo todo por un futuro aún incierto.
Hasta aquí el capítulo de hoy . Espero te haya gustado, sigueme para que te llegen las notificaciones de los libros , no pierdes nada en hacerlo, cariño ♡
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