Olivia POV
Una luz que se cuela por la ventana de mi habitación -otra vez olvidé correr las cortinas por la noche- termina por despertarme. Busco cubrirme con las sabanas pensando que eso me podría ayudar a dormir más tiempo.
Pero me equivoco.
La maldita alarma empieza a sonar, obligándome a estirar mi mano hasta la mesita a un lado de mi cama intentando alcanzar el teléfono. No tardo en darme cuenta que ahí no está.
Levanto las sabanas a ver si logro encontrarlo, pero no. Me asomo por debajo de la cama y casi me da un infarto.
Ahí se encontraba mi teléfono, boca abajo. Lo volteo lentamente pensando en que así sería menos doloroso de ver, pero me llevo una sorpresa al ver que la suerte juega a mi favor y la pantalla se mantiene intacta.
Siempre me pasa lo mismo, y no entiendo como mi teléfono llega todas las veces a estar debajo de mi cama.
El teléfono camina solo, Oliv.
Cállate conciencia, no uses sarcasmo conmigo.
Después de terminar con otra de mis usuales peleas conmigo misma -que son muy frecuentes- tomo el teléfono y me doy cuenta que no era la alarma como yo pensaba, sino una llamada.
Y no de cualquier persona. Es de Maddie.
Maddie Carson, es mi mejor amiga desde los 5 años cuando nos conocimos por nuestros padres, desde entonces hemos sido inseparables.
—Despierta dormilona, hoy es el primer día de escuela – Intenta sonar dulce, pero le resulta todo lo contrario - ¿Acaso no estas emocionada?
—No – Hablo yo fría y cortante antes de dar un bostezo.
- Ay, que buen humor – Siento un tono sarcástico – Como sea, pasaré por ti en 20 minutos así que prepárate, y no olvides dejar ese mal humor en casa – Me la imagino diciendo eso con una sonrisa.
Sabe cuánto odio que me diga cosas así.
- Ja ja, que chistosa – Digo sarcástica antes de colgar.
Me levanto de la cama y camino hasta el baño de mi habitación, en donde hago mi rutina diaria de aseó seguido de un baño.
Al salir, camino directo hasta el armario.
Opto por un pantalón azul claro roto, una blusa ajustada de rayas blancas y negras, y mis Vans negras.
No me quería esforzar mucho, así que dejo mi cabello - es un castaño claro, que a veces puede tirar al casi rubio - lacio con algunas ondas que ya tenía al natural, y pongo un poco de rímel para darle volumen a mis pestañas. Rubor, polvo y un brillo labial.
Tomo mi bolso -ya estaba ordenado desde la noche anterior-, mi teléfono y bajo las escaleras para ir a la cocina.
Al entrar, me encuentro a mi mamá moviéndose de un lado a otro preparando el desayuno.
- Buenos días amor – Dice sin verme aún.
- Buenos días, ma – Respondo yo antes de sentarme en el banco que está al frente de la isla de la cocina.
Mi madre coloca frente a mi el desayuno: una taza de cereal y frutas, unas tostadas y un vaso de jugo de naranja.
- Mamá, ¿No has visto mi otro zapato azul? – Pregunta Liam apareciendo por la cocina.
Liam es mi esclavo...digo hermano menor.
- ¿No revisaste debajo de tu cama? – Le pregunta ella acercándose a darle un beso en la frente.
- Iré a ver – Sale corriendo de la cocina.
- Mamá, ¿Papá ya se fue? – Pregunto yo mientras reviso mis mensajes.
Solo algunos de Nick y Maddie
- Si Oliv, tuvo una reunión urgente de trabajo, ya sabes cómo es – Suspiro.
Y si, ya sabia como era.
Todos sabíamos como era.
Mi padre es vicepresidente de una de las empresas más famosas de Estados Unidos, por ende siempre estaba, o de viaje, o de reunión en reunión. Gracias a eso casi nunca esta en casa -por excepción de algunos sábados y domingos que se los tomaba libres- , así que entre semana somos normalmente, solo mamá, Liam y yo.
A veces me siento mal por mi hermano menor, ya que con tan solo 9 años no ve mucho a papá. Cuando yo tenía su edad papá no tenia tanto trabajo así que pasaba más tiempo con él, pero desde hace 3 años que lo ascendieron de puesto, casi ni lo vemos.
En cambio mi madre, es diseñadora de interiores, pero con una oficina en casa en donde trabajaba la mayor parte del tiempo, ya que "quería pasar tiempo con nosotros".
Yo digo que es porque no soporta a su jefa, pero bueno.
¿Quién la soporta? Es una cuarentona ricachona, y con una hija aún peor.
Mi teléfono suena con la canción Shake It Off de Taylor Swift, era la que tenia especialmente para Maddie. Según ella, es el himno del momento.
Rio recordando sus palabras antes de descolgar la llamada.
- Oye tontita, estoy afuera. Sal o llegaremos tarde el primer día – Cuelgo antes de tomar mi bolso del banco junto a mi.
- Adiós, mamá – Le doy un beso en la mejilla y empiezo a caminar para salir de la cocina.
- ¡Qué tengas un muy buen primer día, cariño! – Ella me sonríe mientras coloca en la barra un desayuno igual al mío para Liam.
- ¿De mí no te despides? Qué mala hermana – Me encuentro a Liam por el pasillo en mi camino a la puerta.
- Claro que si, bobo – Le doy un beso en la mejilla – No destruyas el colegio – Hablo revolviéndole un poco el cabello, cosa que odia – Espera al segundo día – Susurro justo antes de abrir la puerta principal.
- ¡Olivia, escuché eso! – Se oye el grito de mi madre desde la cocina, haciendo que mí hermano y yo estallemos a carcajadas.
Salgo de la casa y camino hasta el auto de tía Carla -la madre de Maddie-. Un Mercedes Benz color gris.
Abro la puerta de atrás y entro.
- Buenos días, Señora Carson – Digo tras cerrar la puerta – Hola Maddie.
- Olivia, que no me digas señora –Me recuerda mientras pone en marcha el auto - Empezare a pensar en quitarte del testamento y todo - Bromea.
- Oh perdón, buenos días tía Carla – Me corrijo divertida haciéndola sonreír satisfecha.
Me hacía llamarla tía ya que me considera prácticamente familia ¿Cómo no lo haría?
Me conoce hace 12 años.