El hermano de mi hermano (completa)

Capítulo 8 : ¿Qué somos?

Jessica

Los días fueron pasando y mi relación con Joshuad se fue afirmando más y más, todas la noches me fugaba a su habitación para platicar y dormir en sus brazos, Joshuad siempre me despertaba antes de que nuestro padres lo hicieran y nos despedíamos con un beso.

Una noche me atreví a preguntarle algo.

— ¿Qué somos?

— Dos personas que se aman — sonreí.

— Lo sé, pero no me refiero a eso.

—Ahora mismo solo somos hermanastros.

—y compartimos un hermano—.Agregué.

—Sí.

No sé porque me desanimo a escuchar esa respuesta si eso es exactamente lo que somos.

—Sabes tengo algo para ti —me levanté de su pecho para que él se pudiera levantar.

— ¿En serio?

—Así es —Bajó de la cama y busco algo en su armario, sacó una caja que estaba envuelta en un papel de regalo azul con circulitos verdes.

— ¿Eso es para mí?

—Tal vez—se volvió a subir en la cama y me dio la caja, estábamos frente a frente sentados con las piernas cruzadas.

Rompí la envoltura, era una caja, abrí la caja, había otra caja, abrí la otra, mientras abría las diferentes cajas, lo miraba y sonreía, ¿qué tendrá planeado este niño?, ya tenía la ultima caja en mis manos, supongo que es la última porque es la más chiquita, la abrí y había una nota que decía: ¿Quieres ser mi novia?

Lo mire y él sonreía — ¿Hablas en serio?

—Si ¿qué dices?—Lo pensé por un momento y luego lo besé.

— Te quiero mucho Joshuad.

Los días pasaban y todo siguió igual, aunque fuéramos novios, no podíamos comportarnos como tal, Joshuad nos pasaba a buscar a Terry y a mí al colegio y pasamos tiempo junto los tres.

Terry y yo nos pasábamos el día en la computadora tratando de encontrar a su amiga Candy por las redes sociales.

—Es como si no existiera—dijo Terry

No me gustaba ver a mi hermano triste, me partía el corazón.

—No te desanimes, la encontraremos...estamos buscando mal, intentaré con Google.

—Creo que no vale la pena seguir buscándola.

—Terry...

—Tengo sueño dile a mamá que no bajaré a cenar—Terry salió de mi habitación y se encerró en la suya.

Cerré la computadora y bajé a cenar, mi papá y Irina estaban en la mesa.

— ¿Dónde está Terry? —preguntó mi padre.

—Se durmió, bajará más tarde.

—El colegio lo debe tener muy cansado—dijo Irina.

Me senté a la mesa y Irina me sirvió la comida—Gracias—Se me hacia raro que Joshuad no estuviera comiendo con nosotros, pero no sabía si sonaría raro que preguntara por él.

—A buen tiempo—dijo Joshuad entrando a la cocina.

—Hasta que por fin llegas hijo.

—Lo siento mamá se me hizo un poco tarde—dijo Joshuad dándole un beso en la mejilla a su madre —Hola Henry , Jessica.

—Siéntate a cenar con nosotros —dijo Irina, Joshua me miró.

—Está bien —cogió un plato y se sentó a mi lado. Sonreí, quería abrazarlo.

Estábamos cenando tranquilamente y Joshuad me tocó el brazo.

— ¿Me pasas el agua?

— Sí.

—Gracias.

—Bueno chicos, nos vamos a dormir, mañana hay que madrugar—Dijo mi padre tomado de la mano de Irina mientras se levantaban de la mesa.

—No se duerman muy tarde hijos—dijo Irina y subieron las escaleras.

Nos quedamos en silencio hasta escuchar que abrían la puerta de Terry.

—Por fin—dijo Joshuad—Ven acá— y me abrazó, solté una pequeña risa —Te extrañé.

 —Exagerado, me viste apenas unas horas.

—No es lo mismo, hace unas horas tenía que tratarte como mi hermanastra.

—Entonces tenemos una doble vida, de día hermanos y de noche novios.

—Sé que está mal, pero sabes que no podemos hacer nada por ahora.

—Está bien—lo abracé más fuerte.

—Ahora come, tendremos una noche larga.

Me recosté en mi cama, esperando que Irina pasara a revisar si estábamos dormidos, todas las noches ella pasaba de puerta en puerta y es lógico tiene dos chicos y una chica a su cargo.

Cuando abrió la puerta cerré los ojos, ella se acerco y apago la lámpara que estaba al lado de mi cama.

—Duerme bien hija—y salió de la habitación.

Espere unos minutos después de escuchar la puerta de su habitación cerrándose y me dirigí a la habitación de Joshuad.

—Hola amor.

—Hola—Subí a la cama y le di un beso, luego me acurruqué entre sus brazos.

—Lograron encontrar algo, Terry y tú

—Lamentablemente no, Terry está muy triste.




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