El hermano de mi hermano (completa)

Capítulo 18 : Familia

Joshuad

El amor duele y él que piense lo contrario nunca se ha enamorado de verdad.

Exactamente 10 días que Jessica no me dirige la palabra, me estoy volviendo loco, me he parado como cinco veces en su puerta y no tengo el valor para tocarle, le escribo mensajes y no responde, hasta me bloqueó de todas las redes sociales, cuando estamos en la casa desde que llego ella se va y se encierra en su habitación, apenas si la veo y pensar que toda esta distancia es por mi culpa me mata.

Mi padre y yo logramos resolver el problema con Loren después de hacer unas llamadas y buscar algunas pruebas, pudimos comprobar que ella tiene amor obsesivo compulsivo, un trastorno  psicológico que debe ser tratado cuanto antes y su padre la mandó al psicólogo y están tratando su trastorno en una clínica especializada,  a pesar de todo Loren es importante para mí y espero que logre salir de esta.

En todos estos días Jessica me ha estado evitando y no he tenido la oportunidad de explicarle todo lo que pasó y todo lo nuevo que está pasando en mi vida, he decido contarle a mi familia sobre la bebé , como ya arreglé las cosas con mi padre sé donde está, pero antes de decírselo a todos quiero contárselo a Jessica, no quiero que haya más secretos entre nosotros y mucho menos perder su amor, así que espero que el pequeño regalo que le preparé de Navidad logré que perdone aunque sea un poco el sufrimiento que le cause y le recuerde lo mucho que la amo.

Estaba en la sala viendo televisión con el papá de Jessica y Jessica, quien estaba recostada en su hombro, la única manera en la que está cerca de mi es con alguien más a nuestro alrededor.

— ¡Volvimos! —dijo mi madre entrando con Terry a la sala.

— ¿Cómo les fue? —preguntó Henry.

—Bien, cada día esa tal Candy me cae mejor.

—Le hablaba a Terry querida—Mi madre hizo una expresión de entre sorprendida y ofendida a la vez, estos dos llevan la semana entera gastándose bromas, espero que no terminen peleados.

—Bien, como siempre, le gustó mucho su regalo.

—y ella, ¿no te regaló nada?

Terry formó una pequeña sonrisa, como si hubiera recordado algo lindo—Sí, un libro, iré a llevarlo a mi habitación.

Henry lo miró y sonrió, Terry era muy obvio con sus sentimientos.

—y tú Joshuad, ¿También estas enamorado? —su pregunta me tomó por sorpresa.

—Sí, las personas vivimos enamoradas, algunos de cosas y otros de personas.

— ¿y tú, linda? —dijo sonriéndole a Jessica.

—Todo en la vida es efímero y no tengo tiempo para estar enamorándome de cualquiera—respondió Jessica.

—Tienes razón todo en la vida es efímero, pero esos pequeños momentos que vivimos con las personas que queremos o alguna vez quisimos son los que recordamos en las noches de insomnio.

Noches de insomnio, he tenido muchas desde que Jessica dejó de hablarme.

—Mis amores es noche buena, ¡alégrense!, es una noche para estar alegres, no para estar tirados en el sofá viendo quien sabe que en la tele—dijo mi madre.

Todos la miramos, en parte tenía razón pero al parecer no todos estábamos de humor como para celebrar noche buena.

—Por favor familia, puse un pollo en el horno y estoy tratando de hacerle algo rico con mucho amor, me haría muy feliz si se pararan de aquí y se cambiaran de ropa, no sé porque pero el aire se siente tenso, hay que alegrar esta casa.

Henry apagó la tele—Irina tiene razón, estamos aquí perdiendo el tiempo en vez de estar creando momentos inolvidables.

—Irina ¿te molestaría el hecho de que no participe en la noche buena de hoy? —dijo Jessica.

—Mucho, pero si no te sientes bien puedo entender.

Jessica se puso de pie, se acomodó su blusa de tirantes y subió las escaleras.

—Te ayudaré en la cocina amor —Le dijo Henry a mi madre.

Mamá se acercó a mí—Te noto muy distante hijo y no me gusta verte así.

Miré los ojos verdes de mamá y su radiante sonrisa, ella siempre le busca el lado bueno a todo, son pocas las veces en la que la he visto llorar, me gustaría poder contarle lo de Jessica, pero temo su reacción, tiene una personalidad muy fuerte y explosiva y cuando no quiere que algo se lleve a cabo, no se lleva.

—Estoy bien mamá, iré a cambiarme.

—Está bien.

Fui a mi habitación y elegí una camisa a cuadros verdes y unos pantalones negros, mi pelo amaneció descontrolado, hoy es uno de esos días que no sabes si es negro, marrón, rizo, lacio, solo sabes que es tu pelo y está en tu cabeza y aunque tenía que cortármelo un poco se veía bien.

Desbloqué mi celular para ver algunos mensajes, aún tengo la foto de Jessica de fondo, la extraño.

—Joshuad, Terry y yo iremos a conocer a los vecinos, ¿nos quieres acompañar? —dijo mi madre, la cual llevaba un vestido verde ajustado en la cintura, el pelo rojizo recogido en un moño desordenado y unos pendientes dorados colgando de sus orejas.




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