Capítulo 34 : Felicidades, amor *Capítulos finales*

—Una nueva etapa empezará a partir de ahora, 15 años aprendiendo lo básico para relacionarse con las personas, conociendo la historia, aprendiendo no solo letras y números sino las diferentes fases de las personas, el lugar donde aprendí lo que es sentirse excluida y cuales personas valen la pena, a esforzarme, a querer y a compartir con lo demás—la presidenta del consejo estaba dando el discurso de despedida y yo no podía dejar de pensar en lo perfecto que este día es para mí.

Graduación, familia reunida, novio presente, mejor amiga a mi lado, todos decidieron olvidar lo sucedido en los últimos días y concentrarse en mí, en esto y no puedo estar más feliz con eso.

La presidenta terminó de dar el discurso y todos aplaudimos de pie, Annie estaba a mi lado y me sonrió, la emoción se podía sentir en el ambiente, miré hacia atrás y visualicé a Joshuad al lado de mi padre, el sintió mi mirada y me giñó un ojo.

Terry hablaba con David, Irina tenía preparada la cámara para cuando fuera mi turno de buscar el diploma, mi tía estaba hablando por teléfono, y papá tenía su mano entrelazada a la de Irina.

Y Joshuad, bueno él se veía muy lindo con esa camisa.

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Después de la foto grupal, fuimos a saludar a nuestras familias.

—Felicidades mi amor —dijo Irina abrazándome hasta casi quedarme sin aire.

—Gracias Irina.

—Felicidades hija

—Gracias papá.

—Felicidades querida, estamos muy orgullosos de ti—dijo mi tía, abrazándome—vete preparando mentalmente para la universidad.

—No llevo ni media hora con el diploma, vamos calma, no menciones la universidad.

Busqué a Joshuad, pero no está aquí.

— ¿Dónde está mi novio?

—Tu hermano fue a hablar por teléfono—dijo Irina

—No pregunté por Terry, pregunté por mi NOVIO.

Sentí una mano en mi hombro.

— ¿Pasa algo? —dijo Joshuad.

—No, todo está perfecto—me volteé hacia Joshuad.

—Felicidades, amor.

—Gracias—Lo abracé.

—Una desventaja menos.

—Una desventaja menos.

— ¿Dónde está Terry? —Preguntó mi tía—quiero tirarles una foto.

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— ¿Cómo me veo?

—Te falta algo—dijo Annie poniéndose de pie y buscando un accesorio en su cofre—Toma, te los regalo, tómalo como regalos de cumpleaños.  

Cogí los aretes colgantes de pedrería roja.

—Sorprendentemente me gustan, son lindos.

—Lo son, pero yo no los uso, así que lúcelos tú.

—Gracias Annie, sé que estas semanas o meses hemos tenido nuestras diferencias pero te quiero, eres una gran amiga.

—Lo sé, aunque nuestra percepción de lo que es correcto es diferente, te apoyaré en lo que necesites si eso te hace feliz.

—Annie, ¿y a ti que te hace feliz?

—La comida.

Me senté a su lado—A mi también, pero hablando en serio, hace ya un tiempo que no me cuentas de algún chico.

—Es que hay cosas que no valen la pena contarlas.

—Entonces si hay, o hubo alguien y no me lo contaste.

—No Jessica, no hay nadie ni habrá, por ahora.

— ¿Segura?

—Segurísima.

— ¿Por qué no iras a la fiesta de graduación?

—No tengo motivos, ni ganas, tú te irás a quien sabe donde con Joshuad y no tendré quien me entretenga.

—Eso es mentira, tú siempre tienes a alguien, ¡eres Annie!, todos te quieren.

—No todos me quieren.

Fruncí el ceño, ¿he estado tan concentrada en mí en estos días?, ¿Qué ha pasado en la vida de Annie?

—No te pongas ideas locas en la cabeza Jessica, todo está bien, si no quiero ir a la fiesta es por algo, simplemente no estoy de ganas, saldré a cenar con mi familia, veré a mis primos, estaré feliz y espero que disfrutes mucho esta noche con Joshuad…Sólo ya sabes, una cosa es disfrutar y la otra es cometer estupideces pensando que no pasará nada.

—Lo sé—La abracé—Muchas gracias, Annie.

—Te quiero Jessica.

La puerta se abrió—Jessica tu hermano vino por ti.

—Gracias, ahora salgo.

Me levanté, cogí mi cartera y me miré en el espejo.

—A ver, da un vuelta—di una vuelta—perrísima.

Sonreí—Nos vemos.

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—Creo que es mejor que te concentres en la carretera. No quiero morir hoy Joshuad.

—Lo siento amor, es que estas hermosa.

—ay, cállate, me haces sonrojar.

—También te ves hermosa así, a decir verdad tú eres hermosa como sea.

—Hasta a las 5 de la mañana, acaba de levantar con el pelo desordenado, lagañas, la boca reseca y quien sabe cuántas cosas más.