El hermano de mi hermano (completa)

Capítulo 37 : Soltar tu mano (Final)

 

—Entonces no me dirás que pasó—negué—Lo siento linda, pero no me dejas otra opción que ir a averiguarlo yo mismo.

Lo tomé del brazo—No, por favor.

Joshuad me miró y quitó la mano del seguro del auto.

—Pues dime que te tiene así, corazón.

—No es nada, solo estoy sensible eso es todo, volveré adentro, tú mejor vete—Joshuad le puso seguro al auto.

—Ni yo me iré a ningún lado ni tú te bajaras del auto. Jessica, ¿Qué pasa?

—Que hemos hecho todo mal, eso pasa.

— ¿a qué te refieres?

—Joshuad, yo te amo de tal manera, que no me importa ponerme en contra de todos solo por ti, pensé que tenía todo contralado pero en realidad no es así, no sé qué hacer para que los nuestro no siga afectando tanto a nuestra familia, pensé que podría soportar los problemas, pero me acabo de dar cuenta de que no puedo hacerlo, no puedo—Joshuad tomó mi mano.

—Amor, mírame, tranquila—miré a Joshuad—concéntrate en mi —relajé la respiración y apreté su mano—Amor, no puedes atormentarte así, ¿Por qué no me dijiste antes?, no estás sola, yo estoy contigo, siempre voy a estar para ti.

> ¿Qué cambió? ¿Qué pasó? ¿Por qué después de haber pasado por tanto estas TAN preocupada?, necesito que me digas lo que está pasando.

—Tu mamá se quiere divorciar y mi tía se quiere llevar a mi mamá con ella, mi papá me reclamó por hacer todo a escondida desde el inicio y me resaltó que si seguía haciendo las cosas mal no iba a tener su apoyo, a pesar de que todos me han resaltado lo que hicimos mal, no me arrepiento de nada.

Joshuad

No me gusta ver a Jessica angustiada, ver su semblante triste y sus ojos llorosos hace que se me estruje el alma, no debí dejar que enfrentara a la familia sola, de algún modo el motivo de que este así es mi culpa.

—Jessica, perdón, de verdad, perdóname, te estoy fallando como novio y como hermanastro, no quiero que te sientas obligada a elegir entre la familia y yo, si yo hubiera razonado como una persona adulta y hubiera hecho las cosas bien y no te hubiera incitado a hacer todo lo que hicimos, nada de esto estuviera pasando.

—No mi amor, no es así, hicimos todo lo que hicimos por voluntad propia, tu no me obligaste amarte yo te amo porque quiero, Joshuad, no estoy dudando de todo lo que tenemos aunque parezca que si, simplemente tengo miedo del futuro que nos espera.

Nos quedamos en silencio, tomados de la mano.

—No quiero soltarte.

—No tienes que hacerlo.

Salimos del auto y nos sentamos en la cera, Jessica recostó la cabeza en mi hombro y nos quedamos en silencio tomados de la mano.

—Casi se me olvida, tengo una buena noticia.

— ¿Qué?

—Oficialmente ya van a reconocer a Teresa como mi hija.

Jessica quitó la cabeza— ¿Qué?

—Logré que dejaran a Teresa bajo mi cargo.

Jessica sonrió—Amor, ¡eso es increíble!

—Lo sé y todo es gracias a ti.

— ¿A mí?

—Cuando fuimos a visitar a Teresa sin saberlo estábamos siendo observados, era un proceso de evaluación para ver como yo convivía con ella, les encanto la manera en que tú interactuabas con Teresa, de alguna manera asumieron que tú eres mi novia y al observar de que soy capaz de darle la atención necesaria a mi hija y que no la veo como una carga entre yo y las demás personas, se conmovieron y que de si de alguna manera logré que una persona joven, o sea tú, lograba aceptarla y aceptarme a mí con una hija de por medio, no tendré problema a la hora de criarla y formar un buen núcleo familiar. 

—Wow, eso es estupendo, ¡Debes de estar feliz!

—Lo estoy y mucho, sé que al principio será un poco raro, tanto para ella como para mí, pero realmente quiero vivir esta experiencia.

—Serás el mejor padre, lo sé.

— ¿Me acompañarás en esta nueva experiencia de vida?

Jessica sonrió y puso su mano del anillo encima de la mía.

—Siempre estaré atada a ti, ¿acaso esa no es la promesa?

Sonreí—Siempre—Jessica me dio un beso en la mejilla y se volvió a recostar en mi hombro.

En lo que llevo de vida he cometido miles de errores, pero conocer a Jessica nunca será uno de ellos.

Jessica se terminó durmiendo en mi hombro así que la lleve a su habitación medio soñolienta, la recosté en la cama, le quité lo zapatos, la arropé y le di un beso en la frente.

 —Nos vemos mañana, good girl.

—No te vayas.

—Sabes que no tengo permitido estar aquí.

—Lo sé, pero yo no quiero que te vayas—Jessica tenía los ojos cerrados y se había acurrucado en forma de ovillo—Stay.

Miré hacia la puerta, él papá de Jessica está parado en la puerta esperando mi salida.

Me acerqué a ella y acaricié su mejilla, Jessica sonrió.




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