P R E F A C I O.

¡¿Como es posible?!

!¿Como pasó esto?!

No me creo lo que veo, están sangrando y no puedo hacer nada para detener el sangrado de sus cuerpos, están perdiendo demasiada sangre.

En este momento no se como sucedió todo, solo se que desperté; me encontraba llena de sangre y al verlos ahí tirados en el suelo solo me hizo pensar que tal vez fui yo la causante de esto pero rechazo esta idea al no acordarme de nada solo de estar apunto de entrar a la sala de cirugías y después ver todo negro.

—No no no.—Digo agarrando mi cabeza con las manos untadas de sangre.

Llantos incontrolables salen de mi garganta están herido y estoy sola, todavía respiran pero dudo mucho que que duren mucho tiempo así.
 

—Van a estar bien se los juro.

Digo al ver que uno tiene los ojos abiertos y moviendo su mano.



 

!¿Que puedo hacer?!




 

Me pregunto en mi mente, estoy alterada estoy al flote de los nervios estoy tan nerviosa que no creo que pueda parar el sangrado a tiempo.
 

—Iré a buscar ayuda, resistan p-por favor.

Me mando corriendo al sector 7 para así poder encontrar ayuda.

Mi desespero es tanto que no logro enfocar los números bien en cuanto camino tratando de captar los carteles donde había san por qué pasillo estás.

Mis pasos suenan apresurados en el desolado pasillo y es uno donde solo hay una o dos bombillas prendidas; lo de más están oscuros o sus luces están parpadeando.

Miro hacia los lados y cuando me trató de concentrar escucho el murmullo de voces taladrándome los oídos cuando mas camino y es ahí donde más prisa me da por llegar.

cruzo el pasillo y veo la cara de la mayoría de personas y están todos muy alterados y yo me altero más al no ver a mi hermana, de pronto cuando doy vueltas en mi lugar veo al doctor Harrison tratando de calmar a las personas pero dudo mucho a que este tranquilo después de lo que le voy a contar.

Comienzo a caminar hacia allá y las personas me ven asustadas al verme manchada de sangre y de donde vengo.

De pronto el doctor Harrison se voltea a verme y se queda paralizado; cuando me ve lágrimas bajando por mis mejillas.

Caminan a paso apresurados hacia mi.

Me comienzan a analizar de arriba hacia a bajo para ver de donde proviene la sangre, al darse cuenta que no es de mi comienzan con preguntas que son inaudibles para mi oídos, trato de escucharlos pero solo en mis oídos se escucha un zumbido.
 

¡Estoy en medio de una crisis nerviosa!.

Tengo que controlarme.

Si de verdad quiero que los heridos se salven.

Respiro profundo hasta que tengo mis pulmones llenos de aire.

Cuando encuentro mi voz le digo como puedo.

—L-los d-demás d-doctores Harrison e-están heridos.—Le digo de forma inmediata y moviéndome de un lado a otro—Y-yo estaba, los vi votaban sangre.
 

Ellos me observan mientras yo decía cosas incoherentes.
 

—Alice respira hondo y explícanos con calma.—me dice con una tranquilidad reflejada en su rostro, no se como puede lucir tan tranquilo con lo qué pasa.—¿Que sucedió allá?

—N-no lo se solo desperté y los vi en el piso con heridas, estaban botando mucha sangre y no supe que hacer así que solo vine a buscar ayuda.—digo rápido pero entendible—¡Ayúdenlos por favor!

Mis ojos están aguosos y mis mejillas inundadas de lagrimas que salen como casa cada de mis ojos verdosos.

—Tranquilízate Alicia y llévanos hacia donde ellos.

—D-desperté al lado de ellos y llena d-de sangre y no supe q-que pasó se los juro.

Les digo de nuevo.

Comenzamos a caminar por donde llegue y no creo poder recordar con claridad donde me encontraba.

Solo camino y me centro de donde proviene la sangre.

Llegamos pero no encontramos a los demás doctores donde los deje si no un gran camino de sangre.

Y eso me asusta.

Me asusta mucho.

El charco de sangre sigue por el largo pasillo como si estuvieran arrastrando varios cuerpos al mismo tiempo.

Y me quedo estupefacta cuando me doy cuenta de que los doctores me están viendo.

—¿E-eso quiere d-decir que s-son varios a-asesinos?

Ellos se miran, piensan por un momento y luego asienten con la cabeza.

Estoy llena del miedo, de que el asesino esté por aquí y tengo más miedo al no saber quien es.

—¿S-saben quien e-es el q-que está d-disparando?.
 

Pregunto, caminando despacio en el medio de los dos.
 

Estamos siguiendo el rastro de sangre y eso me asusta no sabemos con que podemos encontrarnos.

Y yo no quiero estar como en las películas que vamos directo hacia la muerte.

Pero tengo miedo de que les pase algo a ellos.

Los dos se tensan al escuchar mi pregunta.

—No es nadie importante Alice.

—Solo es un degenerado más, nada importante, Alice.
 

Lo dicen mirándose entre ellos como cada vez que les hago una pregunta.

Y eso siembra mi miedo cada vez más al notar que ellos sí saben quienes están detrás de todo esto.

Estoy mirando la sangre cuando de repente choco con una espalda dura y cuando levanto la mirada veo sus ojos fríos que me miran a la vez que me señala la puerta.

La puerta donde termina el charco de sangre.
 

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