"Tres días... ya van tres días completos en los que no aparecen. Se supone que era una Misión sencilla, de ida y vuelta. Deberían haber llegado ese mismo día. ¿Dónde están? ¿Qué les pasó?
Le he preguntado a todos en la Ciudad, y simplemente no están en ninguna parte. Nadie los ha visto después de que salieran del Gremio.
Iris está incluso más preocupada que yo. Por eso mismo, no puedo dejarla sola e ir a buscarlos, eso sólo la preocuparía más.
Por el amor de Guil, por favor, que esos dos estén bien...".
Orutra reza por el bienestar de sus compañeros desaparecidos.
Los Aventureros del Gremio se enteraron sobre la noticia, pero ninguno tenía el valor de cumplir la Misión. Uno de los desaparecidos era el mismísimo Ozcar Merlín, el Aventurero más poderoso de la Región. ¿Qué clase de destino cruel les esperaría intentando buscarlo?
Sin embargo, habían varias excepciones.
El equipo de Guerreros de Bagryant, el Ladrón Spenden, y los mellizos Flettoter intentaron buscarlos, y aunque sin éxito, habían vuelto sanos y salvos.
Esto llamaba fuertemente la atención de Orutra. No le parece posible que Ozcar o Pazuzu se dejen capturar o derrotar tan fácilmente. Tenían que estar en un lugar, alguno que no pudiesen ver.
Pero las preguntas terminan de la misma forma, '¿dónde?'.
Lo mejor será investigar desde su punto de vista por completo.
Hace tres días.
Otro día más siendo un Aventurero. Ya llevo más de un mes desde que me uní a un equipo, al de Orutra, específicamente.
Ha sido toda una travesía el sólo conocerlo. Es un tipo muy extraño con una forma de actuar demasiado correcta. Es hasta molesto. Pero en cierta forma empatizo con él, después de todo, no somos tan distintos.
Por otro lado, está Pazuzu Satanharrison, subordinada del Rey Demonio. Ella ha sido... un caso curioso. Nunca había visto a una Demonio siendo tan... frágil. A pesar de tener varios siglos encima, es casi como una niña. Por eso, aunque al principio no fue a propósito, decidí mantenerla con esa forma durante el Transformium, creo que le encaja bastante bien.
Es un equipo interesante, cuanto menos. No puedo negar que, de una forma u otra, ha sido divertido y he aprendido un montón sobre un terreno desconocido para mí: Las personas.
En cualquier caso, esto solamente es otro día. No es como si estos pensamientos importaran.
Hoy, Orutra decidió tomarse el día libre, porque su... 'esposa' también lo tendrá. Pasarán el día juntos.
No puedo evitar sentirme culpable por ello. Iris no sabe sobre quién está en el cuerpo de su esposo. Ese pensamiento me carcome por dentro. Ella... es una mujer que no merece esto.
Por eso mismo pienso que Orutra es demasiado correcto. Claro, esto es lo correcto para él. Que su identidad no se sepa y seguir su vida como si nada, y así evitar causarle daño a ella, y a sí mismo.
"No puedo entender lo que pasa por su cabeza". Pienso cada día que estoy a su lado.
Por supuesto, estuvimos de acuerdo en que se tomara el día libre. Él nos agradeció y se fue con ella.
«Entonces... haremos una Misión, ¿no?». Dije, sin mirar a Pazuzu a la cara.
«Oh, claro». Respondió con desinterés.
"Aunque, ahora que lo pienso, en realidad no me he relacionado mucho con Pazuzu. Sólo somos compañeros y no hablamos mucho, así que esto es un poco incómodo".
«Oh, hagamos esta». Tomó uno de los cientos de papeles pegados unos sobre otros. La Misión hablaba sobre exterminar un puñado de Orcos, y la recompensa no era la gran cosa, así que pasamos.
«A ver...». Busqué. «Hmmm... Hey, ¿y esta?». Elegí una de las Misiones y se la presenté a Pazuzu.
«'Caza de Sirenas. Debido a su época de apareamiento, el océano en la Región del Oeste se ve plagado de Sirenas y esto interviene con la pesca, debido a que las Sirenas desaparecen a nuestros pescadores... Bla bla bla...'.».
No se veía realmente interesada. Al terminar de leer, ella me mira un poco enfadada. «¿Sólo quieres ir a ver Sirenas, no?».
«Ya que estamos de paso...».
«Eres asqueroso. Bien, hagamos esa Misión, a ver si así te traga el mar».
«Oh, vamos, ¿en serio crees que me metería con una Sirena?».
«Ozcar, hace una semana intentaste coquetear con una Oni que estaba de paso por el pueblo... teniendo a su novio al lado».
«En mi defensa, eran tan precidos que pensé que eran hermanos».
La Misión fue decidida. Así que salimos del Gremio, con rumbo a la Región del Oeste. Más específicamente, en las playas que están en la frontera entre la Región del Norte y la del Oeste.
El hábitat de las Sirenas esta muy centrado en esa zona debido a la temperatura del agua. Por un lado, el tropical de la Región del Oeste, más bien cálido, y por el otro lado, el agua más fría que se puede imaginar, debido a la presencia de los Gigantes de Hielo cercana a aquella zona.
Y bueno... Sirenas. Una raza menor de monstruos marinos. De la cintura para arriba, mujeres bellas, que con su canto atraen al género masculino de cualquier raza para comerlos, de varias formas. De la cintura para abajo, son considerados peces, con aletas y todo lo que ello conlleva.
El viaje no es tan largo como aparentaría. La Región del Norte es relativamente pequeña, así que llegar a la del Oeste no toma más que un par de horas.
Lo que sí, es una caminata silenciosa.
Realmente no tengo ningún tema del que hablar con Pazuzu. Digo, no es que sea malo hablando con mujeres, es sólo que... nunca había tenido una amiga.
Dios, eso sonó tan triste.
«Oye, Pazuzu...». Intenté decir.
«No intentes forzar una conversación. No va a funcionar». Respondió inmediatamente. «No voy a caer tan bajo como para que te me acerques con tus encantos».
«Al menos los consideras encantos». Respondí con una risa orgullosa. «Y deja de hacerme sonar como un desesperado buscando una novia».
«¿Puedes negarlo?»
«...».
«Y es increíble, llevo conociéndote casi un mes completo, las pueblerinas han hablado de cómo les coqueteas cientos de veces, y ni una sola vez has conseguido llegar a nada». Empezó a burlarse.
«Al menos hablan de mí. ¿Qué más has escuchado?». "Aunque sea humillándome, estamos teniendo una conversación agradable".
«Hmmm...». Parece pensarlo demasiado. «Suelo escuchar sobre un joven Mago prometedor, un chico guapo y extremadamente poderoso, probablemente el más poderoso en la Región del Norte. ¡Se nota que aún no me conocen!». "Aprovechó para presumir que me supera en un par de Niveles...".
«Fijate que yo sí he escuchado sobre ti. Una niñita enana pero extremadamente poderosa en la Magia de debilitación y efectos secundarios, que aparece y desaparece sin importar dónde esté».
«¡No me digas enana! ¡Es tú hechizo de transformación el que me hace así!».
«Lo siento, necesitas medir al menos esto para hablarme de esa forma». Dije, marcando mi codo con mi mano extendida. Lo cual, por supuesto, marca un poco menos del doble de su estatura.
Editado: 13.01.2021