Capítulo 19
En la sexta dimensión, iniciando el segundo enfrentamiento.
- ¿Seguiremos con la estrategia de esperar a que nuestros contrincantes hagan el primer movimiento? –consultó Dragan Kusanović a Stefan. El vampiro había llegado al campo de batalla junto a todos los miembros de su clan y varios de los raros especímenes que había creado en el laboratorio.
- Podemos ejecutar un mejor ataque cuando sabemos cómo van a arremeter en nuestra contra el bando contrario –respondió el Comandante General mientras acariciaba la enorme cabeza de Cancerbero, la mascota predilecta de Dragan-. ¿Vas a permitir que tu preferido pelee contra las legiones del Inframundo?
- Sí, ellos así lo quieren –respondió Dragan, y la duda en el rostro de Stefan hizo que el vampiro empiece a explicarse-. Mi sangre forma parte del ADN de mis creaciones, por lo que puedo percibir lo que sienten. Todos han venido siguiendo al joven dios. Cada una de estas monstruosidades están dispuestas a dar la vida por proteger a tu hijo y ayudar a conseguir el triunfo.
- ¿Es en serio? –preguntó aún más asombrado Stefan.
- Así es. Ellos saben muy bien que sus existencias son productos de ese lado retorcido de mi mente, que no es natural que caminen entre nosotros, y por ello están dispuestos a sacrificarse. Ellos quieren darles a sus inadecuadas existencias un sentido superior –la mirada avergonzada y triste del señor del poderoso clan croata fue una prueba más de su arrepentimiento.
- Entiendo. Gracias –soltó Stefan junto a una sonrisa y la mano derecha abierta, ofreciéndosela a Dragan. El vampiro respondió el saludo, y su semblante mejoró al saber una vez más que, por más errores que haya cometido, era comprendido y aceptado.
- Stefan, somos algo más de dos millones de vampiros deseosos de correr hacia el campo de batalla –el Príncipe Lucian, junto a otros líderes vampiros, se unió a la conversación que sostenía el Comandante General con el señor Kusanović-. Esperamos ser los siguientes a quienes ordenes pelear. Recuerda que uno de los motivos de esta guerra es nuestro derecho de defender la decisión que hemos tomado de dejar el pacto con Satanás para abrazar la promesa del Dios Supremo de recuperar las almas de aquellos que las perdieron al aceptar convertirse en un hijo de las tinieblas.
- Justo le estaba comentando a Dragan que todo dependerá del siguiente movimiento que haga Mammon y sus hermanos –respondió Stefan recibiendo el apretón de manos de Lucian, así como el de Darius, que venía detrás del Príncipe Dracul, y el de otros líderes de clanes vampíricos que se unían a la conversación.
- Si lanza a los orcos junto a los magos oscuros que están ahí, por favor, envíanos a pelear contra ellos –la voz de Catalin se dejó oír detrás de las espaldas de los líderes vampiros que rodeaban al Comandante General-. Todos tenemos muchas cuentas que cobrarles a esos malditos miserables.
- Apoyo el pedido de la Princesa Catalin –dijo Anastazja, quien caminaba al lado de la compañera del licántropo Thomas, vistiendo una ligera, pero muy segura armadura negra.
- Todos tendrán la oportunidad de saldar cuentas con quienes hicieron sus existencias miserables –respondió Stefan luciendo serio-. Sin embargo, recuerden que en la guerra siempre hay bajas, y que esta no será la excepción. Que en el primer movimiento de defensa que dimos no hayamos tenido pérdidas de nuestro lado, no significa que así va a ser siempre.
- Stefan, los vampiros no tememos morir. Ahora que la Madre Luna y el joven dios Viktor nos aseguraron que recuperaremos nuestras almas al haber dejado el pacto con Satanás, arrepentirnos de nuestras fechorías y decidido cambiar nuestras existencias, todos deseamos que la hora de dejar el mundo material llegue para poder reencontrarnos con aquellos que amamos y hemos recordado –lo dicho por Dragan, que salió de lo más profundo de su ser, el anhelo por volver a ver a su predestinada Lenka, su Sanja amada, fue tan conmovedor, pero a la vez estimulante que todos los vampiros, hasta aquellos que nacieron con alma, apoyaron al señor Kusanović soltando vítores.
- Entonces, tengan por seguro que pronto irán al campo de batalla –dijo Stefan, elevando un poco la voz para ganar al entusiasmo de los líderes vampiros-, pero no lo harán solos porque sus hermanos licántropos los acompañarán. Por milenios hemos sido especies enemigas por los diferentes propósitos con los que desarrollábamos nuestras existencias, pero ahora, que somos un gran pueblo, licántropos y vampiros pelearemos juntos.
- ¡Y así será, mi Alfa! –la voz de Thomas Häus, el licántropo compañero eterno de la Princesa Catalin, se escuchó al unirse este a la conversación para estar al lado de su predestinada-. Mi sueño se hace realidad, el poder brillar en batalla al lado de mi amada princesa –y la mirada enamorada de Thomas hizo sonreír a todos-. Y no soy el único licántropo que quiere pelear al lado de los vampiros. Toda la Manada Barone está impaciente por coordinar estrategias de combate con sus pares vampiros, así como la Manada Ishiwara, que comparte territorio con el Clan Hagi.
- El Gamma Leonardo me tiene harto con que cuidará de mí durante el combate porque si algo me sucede, Laura sufrirá mucho, y le hará sufrir a él –comentó Lucian con gracia la anécdota.
- El Alfa Hotaru es para mí un hermano, por lo que será un honor pelear a su lado –se escuchó decir a Kotaru, quien era el nuevo señor Hagi-. Y sí, Thomas tiene mucha razón. Todos estamos muy emocionados e impacientes por pelear al lado de nuestros hermanos, vampiros y licántropos unidos, como siempre debió de ser.
- Entonces, empecemos a determinar la estrategia que seguiremos al tener que ir vampiros y licántropos al campo de batalla –dicho esto por Stefan, empezaron a organizarse, de tal manera que, por cada manada, un clan vampírico reforzara la fuerza de choque de los guerreros licántropos-. Lucian, confirmaríamos la postura de los clanes si quienes fueron “Los Azotes de las Manadas” lideran en unión a los ejércitos de licántropos y vampiros –propuso Stefan muy animado, lo que despertó que otros alfas y señores vampiros apoyaran lo que el Comandante General formuló.
- Para nosotros será un honor poder guiar hacia la batalla a tan magníficos y poderosos guerreros –respondió Lucian, e hizo una venia como señal de aceptación.
- Pero no podemos seguir con ese nombre –de inmediato se escuchó decir a Darius-. Es mejor que ahora se nos haga llamar: “Los Azotes del Inframundo”.
- Me gusta –comentó Catalin.
- No se diga más. Guerreros licántropos y vampiros serán guiados hacia la batalla por “Los Azotes del Inframundo” –dicho esto por Stefan, todos aceptaron el liderazgo de Lucian, Catalin y Darius para el siguiente enfrentamiento, y se alejaron del Comandante General para organizar a sus guerreros.