Capítulo 22
POV: Anya
Domingo, 00:17 a.m.
Pasillo de casa
Max está parado en el pasillo. Sí, con un bate de béisbol. Un maldito bate. ¿Qué demonios cree que va a pasar? ¿Que Lev va a meterse gateando en mi cama como si esto fuera una película mala de adolescentes?.
Spoiler: si.
Claire aparece desde la cocina, descalza, con su pijama de algodón y una taza en la mano. Esa cara de "lo voy a matar, pero con elegancia". Me quedo escondida tras la sombra, observando.
—Guarda ese bate o te lo estampo en la cabeza —dice, calmada, como quien comenta el clima.
—Estoy vigilando que ese chico no se meta en la cama de mi hija —responde Max sin mirarla, con el bate apoyado en el suelo como si fuera su cetro.
Ese chico, como si no viviera aquí desde hace años, como si no fuera... bueno, lo que es.
—Deberías irte a dormir antes de que te eche yo —murmura Claire.
Entonces Max grita sin filtro:
—¡Te estoy vigilando, Lev!
Cierro la puerta antes de que me descubran y dejo caer el teléfono sobre mi pecho. El techo es lo más interesante del mundo cuando una no sabe si reír o llorar. Me cubro la cara con la almohada. Luego la aparto. Tomo el móvil y escribo:
Yo: ¿Estás bien?
Él contesta enseguida.
Lev: Tu papá tiene un bate. ¿Crees que estoy bien?
Sonrío sin poder evitarlo, aunque duela.
Yo: ¿Quieres que vaya? Puedo entrar por la ventana.
Lev: ¿Quieres que muera? ¿Ese es tu plan? Si es así, vente.
Yo: Dramático.
Lev: Obstinada.
Guardamos silencio. No porque no haya nada más que decir, sino porque hay demasiado. Respiro hondo y dejo caer lo que de verdad importa:
Yo: ¿Qué vamos a hacer, Lev?
El corazón me late rápido mientras espero. Él tarda más esta vez, pero llega.
Lev: Por primera vez en la vida no sé qué hacer... Quiero que se acabe este circo. Quiero besarte frente a todos. Que se vayan todos a la mierda. Pero no quiero que perdamos la oportunidad que tenemos.
Cierro los ojos. Lo entiendo. Me duele tanto que me duele en las costillas.
Yo: Los nacionales son en dos semanas. Creo que podemos aguantar.
Lev: Si es como hoy, no creo. Tenemos que estar más concentrados. Confiar más en nosotros.
Yo: Confío en ti. No confío en Honey.
No son solo celos. Es algo más oscuro, instintivo.
Lev: Thiago parece confiable… Pero no sé. Tal vez sí le gustas un poco.
Frunzo el ceño, me siento en la cama. ¿De verdad tiene que sacar eso justo ahora?
Yo: Qué va. No me ve de esa forma. Me respeta. Somos colegas, de verdad. En cambio Honey… esa perra con cara de niña buena quiere tenerte.
Silencio. Él tarda.
Lev: No es mala, Anya… Es una buena chica.
Me muerdo la lengua, me arde la rabia.
Yo: No la defiendas. Porque si le quitó el bate a Max, te lo estampo yo en la cabeza.
Lev: La violencia viene de ese lado de la familia, ya entendí.
Yo: Ujum…
Entonces me llegan tres mensajes con videos. El primero: Thiago y yo, riendo, girando. El segundo: Honey tomándole la mano a Lev. El tercero… nosotros. En el hielo. Hace un año. Dos. Cuando todo tenía sentido. Cuando todavía éramos invencibles.
Lev: Nunca debimos dejar de patinar juntos. Somos otro nivel.
Me aprieta algo en el pecho, denso, casi no puedo escribir.
Yo: Pero como siempre, yo tuve que caerme…
Lev: Te amo.
Suspiro. No hay nada más que decir.
Yo: Y yo a ti.
Lev no respondió más.
Miro la hora: las dos y cuarto de la madrugada. Dormido como un bebé, pienso. Es tan típico de él quedarse dormido después de soltar un "te amo" como si fuera un sedante. Pero igual, sigo mirando la pantalla, como si el celular pudiera tener otra respuesta.
Una notificación nueva. Luci.
Luci: Me acosté con Kai. No sé cómo pasó. Bueno sí, sí sé. Fue precioso.
Sonrío sin pensarlo. ¡¿En serio?!
Luci: Sí. Fue lindo. Diferente. Me trató como si fuera de cristal. Pero también… no sé. Me hizo sentir deseada sin presionarme. Te juro, Anya, no sabía que eso existía.
Cierro los ojos un segundo. Me alegra por ella. Se lo merece.
Yo: Estoy feliz por ti. Kai te quiere de verdad, se nota cuando te mira. Y tú también lo quieres. Estás glowing.
Luci: ¿Tú crees? Dímelo mañana en persona, ya casi me duermo. Dulces sueños, drama queen.
Sonrío. Otra notificación. Thiago.
Thiago: ¿Sin sueño? Vi que estabas en línea, no quería molestar.
Le respondo enseguida.
Yo: Molestas menos que mis pensamientos, así que escribe.
Thiago: Meme terapia o chisme de redes sociales primero?
Yo: Meme. Siempre primero el meme.
Durante diez minutos intercambiamos memes absurdos: patinadores cayendo con efectos sonoros, una vaca con patines que él dice es su espíritu animal. Me río bajito, lo necesitaba.
Entonces me lanza la bomba:
Thiago: Subí el video antes de que alguien más lo filtrara y lo arruinara. El de ustedes dos, tú y Lev, hoy en la pista. Lo iban a filtrar con mala intención… así que lo subí yo, con contexto, como una celebración del patinaje. Salió bien.
Me lo envía. Lo abro.
Nosotros dos deslizándonos como si nunca nos hubieran separado. La química es brutal. No hay otra palabra. El público lo notó.
Me manda capturas de los comentarios:
@icequeenfan88: Anya y Lev son magia pura. Nunca debieron separarse.
@teampasión22: No importa con quién patinen, su conexión está en otro nivel.
@honeyxlev_supporter: Honey es buena, pero con Anya… Lev es fuego.
@thianya_lovers: Thiago y Anya son geniales juntos también. Pero esto… esto fue historia.
@fanskateworld: Para mí es un honor verlos patinar. Son increíbles. Los quiero. Más a la 👑.
Leo cada uno como si fueran caricias. También me envía los que están en su perfil. Videos con Honey y Lev… dulces, correctos. Pero no tienen lo mismo.
Thiago: Los fans no son tontos. Saben lo que vieron hoy. Sea lo que sea lo que decidan… esa conexión no se inventa. No se puede fingir.
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Editado: 08.09.2025