Salí de mí trabajo a las 17:45. El repartidor no vino así que tuve que ser el durante todo el día, y como es justo me pagó el doble. Aunque no es suficiente y la pelea esta empatada en lo que se trata en el dinero.
Muchos están a favor en que gane y otra en la que pierda, al igual que el demoledor, tienen mucha confianza en el. Pero solo es alguien que pelea usando fuerza bruta, no extrategia.
Camine por el pasillo hasta llegar a la cocina donde estaban diez botellas de cerveza y un emparedado a medio comer, no hay señales de George o de mí madre. buscó en el refrigerador si hay comida.
Nada, absolutamente nada de comida.
-genial, como siempre, el dinero que es para comprar los alimentos pasa hacer para las drogas- cierro el refrigerador con fuerza, este se cuartea haciendo que la manija caiga-malditos refrigeradores baratos.
Fui a mí habitación y me acosté, dormir por unos minutos no me harán daño igual lo necesito, será una noche larga según dice mí intuición. Caigo en mí cama y dejó llevar por el abrigador confort que brinda.
***
Abrí los ojos en el momento que sentí frío extremo, podía ver mí respiración por el vaho que salía de mí boca. Estaba acostado en el piso, había un camino largo que llevaba a una penumbra. En el lugar estaban 3 cuervos, con sus ojos completamente rojos, graznaban sin parar hasta que levantaron vuelo y fueron directo a la penumbra.
Trate de acostumbrarme a la oscuridad del lugar, pero entre más lo hacia más pesado me sentía.
Mí cabeza comenzó a dolerme, y de inmediato pude ver en la oscuridad, todo un sendero rocoso y en muy mal estado. Me acerqué a uno de los costados donde solo se veía un precipio sin fin. Solo bastaron unos centimetros para caer y nunca volver haber la Luz.
Lo que vi al final del camino fue la entrada a una cueba. Mire para atrás y lo único que vi fue todo un muro de rocas, la entrada estaba al frente mío. No tenía a donde más ir, así que entre a la cueba y de inmediato se prendieron las antorchas alrededor. Había un trono al frente, con esqueleto atravesado en el pecho por una lanza. A su alrededor estaban dos tronos pequeños. También con esqueletos, uno de ellos tenía un emblema en su cabellisa.
-¿Que hace una abominación como tú, en este lugar?- hablo una voz rasposa a mi espalda, no vi a nadie, lo unico que vi fue uno de los cuervos con el pico magullado- te estoy hablando a ti- maldita sea, el cuervo habló.
-¿¡Qué carajos!?-dije sobresaltado, me acerqué cuidadosamente al cuervo, el me escrutaba de arriba a abajo, sus ojos rojos me seguían por todos lados. Quise tocarlo pero enseguida me picó cortandome el dedo-¡Hijo de...!
-mira, pero no toques-dijo, agarre un palo y estaba por golpearlo, pero el palo comenzó a calentarse quemandome la mano- mientras estás al frente mío, puedo leer tu mente, y saber que acción vas a tomar, como siempre los "utukki" son tan predecibles-levanto vuelo y se paró en la mano del esquelato derecho.
-¿Como es que...?
-puedo hablar, JA, eso lo hago desde que maldicieron este lugar.- se convierto en una nube negra de tormenta eléctrica, dio un par de giros y entró dentro del cráneo del esqueleto- ahora, responde a mí pregunta. ¿Que hace una abominación como tú en este lugar?-el esqueleto le brillaban los ojos de color escarlata. Tenía símbolos por todo sus huesos, su voz era espectral.
-Deja llamarme así, y por cierto, ¿que demonios es este lugar?-pregunte, el esqueleto de su huesuda boca salió humo, haciendo que todo a su alrededor mostrará cómo era antes de destruirse.
-Este era el reino de Babilonia hace mucho tiempo, en donde los de tu especie fueron creados. Pero, hay algo en ti que es especial, y por más que trate de buscar la razón, no la se aún-dijo, el humo que salía de su boca cambio a Rojo junto con el escenario.
-Mis Reyes, tenemos información de Egipto, al parecer Moisés desplegó la diez plagas como nos informaron. Egipto está llegando a su destrucción, gracias a los dioses que no acudimos a su llamado- dijo el soldado, los tres reyes estaban complacidos por la información. La puerta a sala del trono se abrió bruscamente. A continuación un hombre entro cubierto de sangre, su pelo largo negro como su barba enmarañado, sus ojos eran anaranjado rojizo, Tenía una marca en el pecho donde se ubicaba el corazón.
-¡¿Como te atreves a entrar a la sala del trono de esa manera!?- dijo uno de los reyes, el hombre ni se inmutó solo dejo al frente de los tres reyes una cabeza, creo del guardia. Su mano derecha tenía una daga, el mango era de hueso, la parte de arriba era de piedra, media aproximadamente unos quince centímetros.
-¡Con el mismo atrevimiento del que ustedes hicieron al invadir mis tierras!- contesto furioso, sus ojos destellaban un inmenso poder, que hacía los guardias retroceder- ahora, vengo a cobrar un trato que me debían uno de ustedes. Según me acuerdo era que yo protegía su reino, cambio de que...