Tuve un sueño bastante raro.
Estaba en un lugar cerca del mar, y detrás se libraba una guerra. Había gente con unos ojos extraños y brillaban de cualquier color. Otros se transformaban en animales, en mis manos tenía un escudo y espada de oro con gravados en todo el filo. En el cielo se encontraba un chico con rasgos latinos y alas, peleando con lo que parecía un gigante con cara de calamar, el chico dispara relámpagos hasta que vi una figura que reconocí haciendo la misma acción. Isimud ayudando al chico junto con otro de pelo rubio.
Deberías prestar atención en la batalla-hablo un sujeto al lado mío, tenía una armadura griega como un espartano-necesitan la ayuda del dúo más fuerte del equipo-dicho eso se fue a pelear con lo que parecía un monstruo con doble cuerpo. Al principio creí que eran visiones del pasado de mi padre, ya que hace una semana vi como mi padre mataba a sangre fría un ejército alemán de la segunda guerra mundial. Hasta que vi a unos hombres con ropas modernas y con una baretta 92 disparando a unos zombis. En el fondo se hallaba un ejército de mujeres con armaduras y pieles al estilo mujer maravilla, peleando con zombis de diferentes épocas.
Una descarga me despertó.
Me encontraba en un depósito con pinturas y armaduras del siglo XII, dirigí mi mirada a un chico que se aproximaba a los veinte años sentado en un trono. Traje blanco, corte militar, tenía una cicatriz en el cuello en forma de garra y sus ojos eran como rubíes. Su aura era roja con unos motes dorados.
Trate de moverme pero mis extremidades estaban sujetas por cadenas con símbolos. Cuando aumentaba mi fuerza las cadenas brillaban y me debilitaba en segundos, el sujeto bajo de su trono junto con los dos que vi en el callejón en cada lado de el-bienvenido hijo del pecado, déjame decirte que eres la viva imagen que tu padre en su tiempo de mortal-dijo sonriendo con un acento italiano los tipos a su lado estaban tensos ante la caminata lenta del chico.
-¿Por qué me tienen en este lugar?¿Quiénes son?-dije tratando de liberarme de las cadenas en vano. El chico apareció en su mano una copa de champagne dándole un largo sorbo, miro la copa con aprobación.
-Que modales los míos. Mi nombre es Sartael, pero puedes llamarme Max. Es mi nombre de mortal, buscador de objetos y la mano izquierda Caín, estos dos son mis agentes de confianza-señalo a los dos tipos cuya postura se tensó-son ratmir y trátmir los gemelos maravilla, aunque no tan maravilla por lo que veo-sus ojos destellaron, y los tipos temblaron en su lugar-pero bueno como iba diciendo…
-Vuelve a repetir ¿Por qué me tienen en este lugar?-con un ademan desaparecieron las cadenas que me tenían aprisionado-a puesto que piensas que no te hare nada.
-Cuento con eso. Pero en este lugar solo eres un mortal normal y no un Udug- comento, sus acompañantes se reían-cierren la boca-levanto la mano y cesaron su risa con postura de firmes.
-¿Qué es un udug?-pregunte, me miro como si fuera lo más estúpido que haya dicho y me señalo completo seguido de una sonora carcajada.
-Eres tú por supuesto. Es un espirito tanto benévolo como malévolo, dependiendo el grado de su personalidad, aunque viéndote mejor eres un intermedio, no sabes que está bien y que está mal. Eso te confunde ¿verdad?-daba vueltas alrededor mío perdiéndome en sus palabras-se originó en babilonia, creyendo que Caín y su ejército era una señal de los dioses, entonces lo veneraron como uno-se acercó a una estatua con forma de león alado y cabeza de humano-pero estaban equivocados. Veneraron a un dios que solo buscaba una forma de zafar su maldición, y lo guiaron a una sola solución.
Dio media vuelta mirándome con una ceja arqueada.
-Asumió que sería buscar a alguien que lo ame, pero en su corazón solo había odio y culpa. Ningún espacio para el amor u otro sentimiento de compasión-conto-pero milagrosamente se enamoró de alguien, una mujer que era una fuerza de la naturaleza, imparable e indomable. Con una determinación implacable. Se enamoró perdidamente de ella olvidándose de su objetivo original, pero como toda relación vienen los conflictos-suspiro para luego hablar- su corazón duro como una roca, se liberó por completo. Todo el odio y enojo quedaron encerrados en lo más profundo de su mente. Amo como loco por ella, pero cuando supo que venias en camino se aisló de todo. Haciéndolo recordar los dos hijos que tuvo, cada uno nació con un poder diferente dependiendo su personalidad.
-Me estás diciendo que cada hijo que tuvo Caín, tenían poderes-asintió-pero, yo que tengo de diferente. ¿Por qué tengo sueños raro o visiones del pasado de mi padre asesinando personas?. También escuchó susurros y lamentos de todos los que fueron asesinados por el-la voz se me quebraba-solo quiero tener una respuesta.
-Los hijos de Caín obtienen su poder dependiendo su personalidad. Según se, tu velocidad y agilidad proviene de tu determinación en la pelea, tu cuerpo y tu fuerza es por la voluntad como tu corazón duro como el acero pero a la vez venenoso como serpiente. No todos tienen poderes iguales, algunos son raros como tú-finalizo con una sonrisa, chasqueo los dedos y en mis muñecas aparecieron pulseras con los mismos símbolos que las cadenas-asumo que sabes cómo Caín se sacrificó para que tu madre viviera-asentí-entonces sabes que el corazón de tu madre esta envenenado-me quede con la boca abierta.