El hijo de Hades y Persefone [1.3]

Capítulo 8| El Líder Kappa

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Dos semanas después....

D I A N A
🔮🔮🔮

Aplique la máscara de pestañas intentando no meter el cepillo en el ojo ya me había pasado algunas veces por apurada. En estos momentos me sentía algo distraída, en si eh estado así las últimas dos semanas. Apolión no me volvió a hablar luego de la visita de sus padres, estuvo evadiéndome por dos semanas. Intente que no se notara que extrañaba su compañía, pero Aileen se dio cuenta. Por esa razón esta noche saldríamos las chicas para divertirnos al parecer una de las fraternidades ofrece una gran fiesta y nos invitaron. Retoque mi maquillaje con algo de rubor y estaba lista. Mire mi cama donde una falda corta negra con botones al frente descansaba sobre un top con volados blancos. En si no soy de salir a muchas fiestas, pero cuando lo hago me preparo demasiado. Apolión siempre me compara con Cenicienta por que se arregla demasiado para salir una noche y corre por volver temprano a casa. Extraño a ese idiota.

Desatando la bata de baño me despojo de su suave comodidad y me meto dentro de la falda. La acomodo para que no se me pueda ver nada más de lo necesario y me coloco el top para finalmente verme al espejo. Suelto un suspiro y recito un conjuro que leí en el libro de mi familia unos trucos para realizar un peinado rápido para salir del apuro. Una corona de trenzas se hizo en mi cabeza despejando los cabellos de mi rostro y el resultado me gusto. Caminé de nuevo a mi cama donde me senté para calzarme las plataformas rojas.

– ¿Diana estas lista? – pregunto entrando en la habitación Aileen que tenía un vestido blanco algo escotado pero que definía a la perfección su figura. Una chaqueta negra descansaba sobre su brazo y en su otra mano un pequeño bolso de color negro. Tome mi campera negra de encima de la cama y el teléfono estando lista para ir a la dichosa fiesta.

– lista – salimos de la habitación cerrando con llave para que nadie pueda entrar con la iniciación de las bromas no podemos dejar las habitaciones con el libre aseso cuando no estamos. Continuamos el camino a las escaleras donde algunas chicas también bajan para ir a la fiesta. Pero unos gritos en la sala hacen que más de una casi se caiga por las escaleras. Corrimos escaleras abajo entrando a la sala apresuradas viendo a Helen toda llena de pinturas de colores.

– ¿Qué paso? – pregunto Aileen sentándose alado de la menor de las hermanas Passion.

– esas estúpidas bromas pasaron – exclamo Helen acomodando su cabello dejando ver sus ojos hinchados y rojos por el llanto. – voy a matarlos – la platinada volvió a romper en llanto y nadie entendía la razón por la cual ella lloraba de esa manera por una broma.

– ¿Helen donde hicieron la broma? – pregunto alarmada Agatha viendo a su hermana menor. Helen dejo de llorar y la miro a los ojos y puedo jurar que se sintió la tensión entre ellas.

– fue esa estúpida cita que marcaste sin mi consentimiento – Helen se puso de pie mirando a la mayor de las hijas de Afrodita. – te dije Agatha que no te metieras en mi vida, que jamás me hayas visto con alguien no quiere decir que no me haya relacionado con personas. No iré a esa fiesta esta noche déjenme sola – es verdad que nadie jamás vio a Helen con pareja, pero debo confesar que durante algunas fiestas si la vi besándose con chicos solo que de forma discreta en lugares apartados.

En la casa parecía que era el mes para la llegada de personas de improvisto y justo en medio de la sala aparecieron dos figuras discutiendo entre una nube de humo rosa. Una mujer que no supera los veinte de piel sumamente pálida, cabello de un color fucsia y un vestido negro corto, pero no pegado al cuerpo. Estaba gritándole a un chico que tendrá su misma edad alto con una camiseta negra vaqueros azules algo rotos y botas militares negras.

– vuelve a sacarme así de una cena Anteros y no solo te faltara el corazón – señalo con su dedo índice el pecho de aquel chico. Por las escaleras apareció Apolión que miro a los dos jóvenes que seguían discutiendo. Su mano paso por su rostro y soltando un bufido puso sus dedos en su boca soltando un chiflido que hizo que todos le prestaran atención.

– ¿Harmonía1, Anteros que hacen aquí? No hay más lugar para quedarse si es lo que quieren – argumento el príncipe del inframundo.

– solo traje a Harmonía para que hablara con Helen la escuche llorar y Helen jamás lo hace por eso traje a su hermana mayor quien mejor que ella para consolarla – Anteros hizo un saludo con sus manos hacia Helen y se fue envuelto en una nube de humo.

– Helen – la tal Harmonía abrió los brazos hacia la platinada esta corrió a su encuentro, pero se detuvo antes de llegar.

– me bañaron en basura Harms, apesto.

– disculpen la pregunta, pero ¿quién es Harmonía y por qué conoce a Helen? – pregunto Agatha que parecía muy perdida.

– es nuestra hermana mayor hija de Afrodita y Ares – comento Helen mirando a la chica que sonrió de forma cortes – fue la persona que me crió durante diez años hasta que ingrese en el campamento – ahora si ya lo había visto todo.

– ya que todos sabemos quién es Harmonía ¿podemos irnos a la fiesta? – hablo Alysa apoyada en el brazo de su novio.

– Helen tengo jabones líquidos en mi habitación por si los quieres usar para sacarte el olor a lo que te tiraron, mañana nos vengaremos de la bromita al puro estilo Delta, vamos – grito Aileen comandando al grupo de semidioses que comenzamos a salir por aquella puerta. Yo no tenía ya tantos ánimos de ir quizá podía ayudar a Helen y pensar en alguna broma épica como venganza. 




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