El hijo de Hades y Persefone [1.3]

Capítulo 11| Omega

D I A N A
🔮🔮🔮

Acaricie su rostro con sumo cuidado no quería despertarlo faltaba al menos unos cinco minutos para que el despertador suene. Sera un completo dolor de cabeza para Apolión, pero eso le pasa por beber tanto sabiendo que al día siguiente tenemos clases. El celular comenzó a sonar avisando que ya es hora de levantarnos y mi acompañante se cubre la cara con las sabanas. Bastaron unos minutos para que él se caiga de un brinco de mi cama, asustándome por que se haya lastimado giro en la cama hasta ver en el suelo a Apolión. Comencé a reír al ver la cara de confusión de Apolión lo más seguro es que no recuerde ni que hace despertando en mi cama. Nuestras miradas se conectaron y cuando vi la picardía en su mirada dejé de reírme porque sabía que debía huir. Él se puso de pie antes de que yo pudiera hacer algo ya lo tenía tirado encima mío impidiendo que pueda salir. Sus manos recorrieron mi abdomen haciéndome cosquillas, ante la impotencia no podía hacer otra cosa que no fuera reír.

– ya… para… me hago… pipí – sus manos dejaron de moverse y me miro con esos cabellos revueltos. – es broma – empuje a mi amigo que cayó a un lado de mi cama y aproveche a ese momento para correr al baño. No pude llegar ni siquiera a la mitad de la habitación cuando sentí sus manos agarrar mi cintura. Levantando mis pies del suelo me llevo de nuevo a la cama donde me arrojo para luego tumbarse a mi lado. Típico. Siempre que estamos juntos todo se vuelve extrañamente genial al igual que oscuro y eso me gusta.

– ¿dime que paso anoche? – recuerdos difusos de la noche regresaron a mi mente y no pude evitar sonrojarme.

– bebiste demasiado, también golpeaste a Binx por que intento besarme y luego tuve que traerte a mi habitación no querías dejarme sola – gire mi rostro para verlo a los ojos el solo me miraba analizando mis palabras luego su cabello se encendió en llamas azules. Ay no debí guardarme lo de Binx.

– ¿Cómo que Binx intento besarte? – me senté en la cama arrollando mis piernas para abrazarlas de forma protectora. Tendía a hacer eso cuando tenía miedo o estaba asustada como ahora. No porque Apolión me hiciera daño sino de lo que sería capaz de hacerle a Binx él es un idiota, pero no merece morir por ello.

– en un momento en la fiesta te perdí como estabas borracho decidí buscarte. Binx también estaba muy ebrio por lo cual cuando me vio sola se me acerco comenzó a hacerme todo tipo de preguntas absurdas hasta que pregunto si éramos novios – me encogí de hombros escondiendo mi rostro con mi melena castaña – le dije que no y que debía sacar todas esas estúpidas fotos de la universidad. Accedió a cambio de un beso yo se lo negué, pero el insistió y estaba tan borracho que se me acerco lo empuje. Después de eso apareciste tú y lo golpeaste – aparto mis manos de mis piernas e hizo ponerme en pie. Envolviéndome en un abrazo beso mi cabeza diciéndome que todo estaría bien, ya había escuchado esto antes y mis padres no volvieron a despertar. Me aparte de su cuerpo debía ducharme todavía hoy no entraba a primera lo cual me dejaba un rato más para estar tranquila en la casa.

🔮🔮🔮

Enserio puedo ver el futuro de los demás, pero no puedo ver el mío como es que teniendo poderes no pude predecir esto. La enfermera termino de revisar mi cabeza y me entrego una bolsa con hielos. Por gracia divina solo tenía un chichón en la cabeza, pero de igual modo me aconsejo que si me dolía demasiado la cabeza que valla al hospital. No fue la culpa de un balón por la que termine aquí sino por culpa de la clase de gimnasia donde una chica pensó que jugar bascket es igual que jugar fútbol americano. Me tacleo cuando salte para meter la bola en el aro y termine golpeándome la cabeza contra el suelo con un sonido sordo que resonó en toda la cancha. Helen que fue la que me trajo a enfermería me estaba esperando fuera, pero algo llamo mi atención no traía su celular.

– vamos me dijeron que debo usar hielo estaré bien – comenzamos a caminar juntas por el vacío pasillo de la universidad ya todos se habían ido. Note el hermoso vestido de color azul que caía con delicadeza por el cuerpo de Helen, las sandalias altas de color blanco hacían resaltar sus piernas. Pocas veces había visto a la platinada venir de vestido a la universidad lo cual me trajo un poco de curiosidad. – ¿Helen te gusta alguien de la universidad? – su risa hizo que me sintiera algo más relajada pensé que sería inapropiado esa pregunta ya que no somos las amigas más unidas. La menor de las Passion es una de las más reservadas a pesar de que se la pasa con el teléfono siempre que se la necesita ella esta y hace los mejores postres.

– si tu pregunta tiene que ver por la forma en como me veo es porque Harmonía está en la casa y ella me educo con normas de etiqueta por eso tengo que comportarme como una dama hasta que mi hermana regrese a casa – continuamos nuestro camino y en algunas de las paredes aún continuaban esas estúpidas fotografías pegadas. Las cuales arranque con frustración, hoy al menos no me molestaron al parecer la fiesta de anoche les gusto a todos.




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