El hijo de Hades y Persefone [1.3]

Capítulo 19| Mamá

D I A N A🔮🔮🔮

D I A N A
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Caí rendida mientras intentaba que mi respiración volviera a su estado normal. Apolión soltó una pequeña risa y me arrojó una toalla a la cara. Habíamos estado entrenando las últimas dos semanas logrando un control sorprendente bajo mis crisis dónde mis poderes salían a flote.

Nuestra relación secreta continúa siendo así secreta, pero sospecho que Alida sabe algo. Siempre que nos ve juntos sonríe y hace un corazón con sus manos guiándonos un ojo. Pero que podemos esperar de la hija del caos. Igual con Apolión no pasamos de besos a escondidas en los salones, la biblioteca, mi habitación e incluso en las fiestas a las que vamos. Sólo besos sé que parecemos dos niños de secundaria que recién comienzan a salir, pero el tema del sexo me aterra un poco. Apolión me entiende sin preguntarme demasiado él va hasta donde le permitió para no hacerme sentir incomoda y se lo agradezco.

– terminamos por hoy sino te dará un ataque cardíaco – quite la toalla de mi rostro y lo mire de forma amenazante. Pero lo único que logró es que se atore con el agua que está bebiendo y termine escupiendo mientras tose. Ahora soy yo la que se burla del mientras no dejo de reírme.

– ayúdame a ponerme de pie me duelen las piernas – estire mi brazo y el me ayudó a levantarme. Mis piernas temblaban por el esfuerzo físico que había realizado, Apolión dice que debo descargar mi furia en el bosque y no en la universidad.

Las cosas con las bromas estaban mejorando hay muchas posibilidades que este año ganemos la corona. Binx se volvió más pesado que de costumbre conmigo y eso genera cierta incomodidad en Apolión cuando estamos en la cafetería. Único lugar donde todos se sientan donde encuentren sitio libre, la universidad se trata de conocer personas nuevas además de estudiar. Por eso no me molesta que Binx se siente en la misma mesa que nosotros, pero él pone incomoda a Layna que lo único que quiere es huir lejos. Se siente incómoda por lo de la broma que hicimos tiempo atrás. Jamás me pareció más molesto ese chico hasta que se sentó con nosotros. Habla hasta por los codos y sobre temas que no me interesan a mí ni a los demás tampoco. Me gustaría poder ignorarlo, pero el habla con McKeyla y eso pone las cosas aún peor. Su irritante timbre de hija de papi me pone los nervios de punta, tengo que luchar para que mi mano no entierre el tenedor en su frente.

– recoge tus cosas así nos vamos de una vez – escuché la voz de Apolión interrumpiendo mis pensamientos.

– no vete tu solo yo iré por mi cuenta tengo que practicar la transportación – él se lo pensó por unos segundos, pero luego asintió. Se acercó a mi dejando un beso en mis labios para luego esfumarse en una nube de humo negro.

Toque mis labios aún sin caer en cuenta que el me beso en los labios y no en la frente como hace siempre. Mi corazón late de forma rápida mis manos sudan y siento que tengo gelatina en lugar de piernas. No es la primera vez que nos besamos, pero se siente como el primer beso. – concéntrate Diana – caminé hacia mi bolso sacando el libro de mi familia y algunos artilugios que tomé prestados de la casa de Hades. Sé que prometí no hacer esto estando sola, pero necesito un consejo y quien mejor que mi madre para que me de uno.

Puse un pañuelo negro en el suelo donde coloqué una copa de oro y dentro de estas dos monedas griegas antiguas. Saqué la navaja que mi padre me regaló cuando cumplí catorce. Él pensaba que debía aprender a defenderme y mi mamá pensó que eso fue excesivo. En estos momentos agradecía tener el artilugio conmigo funciona mucho mejor que el gas pimienta contra violadores.

Con un clic se desplegó la afilada cuchilla, presione la punta en la palma de mi mano haciendo un corte no muy profundo. Sangre comenzó a caer dentro de la copa salpicando apenas las monedas. Cuando la sangre dejo de salir cubro mi mano con una venda de forma rápida. Saco uno de los hechizos que tome prestados de casa de Hades y lo rocío dentro de la copa.

– de la muerte a la vida yo llamo a Brisa Styles para que haga contacto conmigo. Pago su precio con dos monedas de oro como es debido y llamo a Brisa Styles – moví mis manos en círculo alrededor de la copa y esta comenzó a burbujear como si tuviera líquido dentro. Humo blanco comenzó a emerger y luego de unos minutos todo seso. Miré a mi alrededor, pero no pude ver nada y la decepción de que hice mal el ritual me entristeció.

– Diana – eleve mi mirada para ver a mi mamá mirándome con esos maravillosos ojos verdes y su pulcra sonrisa. Se veía tal y como la recordaba. – no puedes tocarme hija soy solo un espíritu – ella se veía tan real que costaba creer que fuera algo así como un fantasma.




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