El hijo de Hades y Persefone [1.3]

Capítulo 27| Virus estomacal

D I A N A🔮🔮🔮

D I A N A
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El gusto mentolado de la pasta me da nauseas al punto de generarme arcadas y me apresuro a terminar de cepillar mis dientes. Lleno mi boca con agua y hago buches para luego escupir en el lavado, el gusto a menta me sabe feo en la boca. Algo muy extraño ya que siempre uso la misma pasta de dientes, pero luego pienso que puede ser que me este por enfermar. Pienso en Aileen que está en nuestra habitación siendo cuidada por Damián al parecer la rubia estuvo vomitando en la universidad, tal vez sea un virus estomacal.

Fuertes golpes en la puerta me sacan de mi concentración rápido voy a abrir por si es Aileen que este teniendo ganas de vomitar de nuevo, abro la puerta para que se meta rápido Alida que corre al inodoro. Voy directo a ayudarla cuando ella comienza a vomitar todo lo que tenía en su estómago. La pelirroja se sentó a un lado del inodoro mientras se frotaba el estómago como si una comida le hubiera caído mal.

– ¿te sientes mejor? – pregunte frotando su espalda y ella asintió, pero volvió a vomitar terminando de vaciar su estómago. Alida paso el dorso de su mano por su boca y giro para luego sonreírme.

– ya me siento mejor – contesta poniéndose de pie y apretando el botón para que el vómito se valla con el agua. Al levantarse camina al lavado para lavarse la boca, y la visión vuelve a mi mente. Alida puede estar embarazada, cubro mi boca tapando un grito ahogado.

– ¿estas embarazada? – susurro posicionándome a su lado y la pelirroja escupe la espuma de la pasta en el espejo. Contuve la risa cuando ella me miro con la boca llena de pasta y su cara más pálida de lo normal.

– es...estás loca – se llena la boca de agua para hacer buches y terminar de limpiar el espejo que quedo cubierto de su saliva y pasta de dientes. Palmeo su espalda antes de irme y camino tranquila a mi habitación pensando de nuevo en esa visión. También existe la posibilidad que se haya contagiado del mismo virus estomacal que Aileen y del que parece que yo también soy víctima. Corro de nuevo al baño entrando apresurada y vomitando la cena en el inodoro. Es el turno de Alida de sostenerme el cabello mientras yo saco el contenido de mi estómago.

– comimos algo que estaba en mal estado – saco mi cabeza del inodoro apretando el botón para que se vacié y el olor a vomito no me llegue a las fosas nasales. Levanto mi mirada viendo en el marco de la puerta a Ylenia con su pijama y una coleta alta. Se abraza la panza frotando su estómago varias veces.

– ¿tú también estas con vómitos? – pregunta Alida ayudándome a levantarme luego de que dejara mi cena en el inodoro.

– no tengo muchas nauseas, pero cada vez que vengo al baño no vomito nada – el cabello de Ylenia se torna de un azul claro es sorprendente que su cabello cambie con su estado de ánimo. Vuelvo a cepillarme la boca rápido y de nuevo la pasta me hace tener arcadas por su gusto mentolado.

Las tres salimos del baño caminando a nuestras respectivas habitaciones y nos despedimos. En mi habitación encontré a Aileen durmiendo abrazada a su esposo y caminé de puntitas para no despertarlos. 

🔮🔮🔮

Abro mis ojos viendo que algo había de diferente con mi almohada aun así espere un par de segundos antes de estirarme en la cama y golpear un rostro con el dorso de mi mano. Mire que había golpeado encontrándome con un toso desnudo pálido y una mirada oscura que me observaba. Apolión me sonrió tomando mi cintura para acércame más hacia el dejando un beso en mis labios.

– ¿en qué momento de la noche te pasaste a mi cama? – paso mi mano por su cuerpo sin ningún pudor. El soltó una pequeña risa para luego besar mi frente y salir de la cama dejándome algo confundida.

– mi flor no estamos en tu cama sino en la mía – mire a mi alrededor confirmando lo que decía y levante las sabanas comprobando que llevaba mi pijama. Pase una mano por mi cabeza, pero no recuerdo haber venido a la habitación de Apolión en ningún momento de la noche.

– ¿y cómo llegue aquí? no recuerdo haber venido – sigo con la mirada a Apolión que saca una toalla del armario para darse una ducha.

– apareciste de la nada y caíste en mi cama mi flor creo que haces hechizos dormida – volví a sentarse en la cama para tomar mi mano estaba bastante perdida con lo que me estaba diciendo. – iré a darme una ducha, pero si quieres podemos ahorrar agua juntos – me guiña el ojo a la vez que con su pulgar acaricia mi mano, tardo un par de segundos antes de darme cuenta del doble sentido de lo que acaba de decir. Con las mejillas rojas sierro mis ojos para transportarme a mi habitación y por el nerviosismo termino cayendo de cara sobre mi cama. Me levanto caminando al armario para tomar la toalla y buscar mi ropa para vestirme allí ya que Damián aún está durmiendo con su esposa que cosa extraña es que la princesa sigue durmiendo.




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