Capítulo 28| Cosita fea

D I A N A
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Guardo mi libro cuando el cielo comienza a volverse oscuro avisando que se aproxima una tormenta. En la casa no podía estudiar mis hechizos en paz y el campus universitario me pareció un lugar adecuado ya que los fines de semana siempre están vacíos. Hacia algunos días no había podido hablar ni siquiera cinco minutos con Apolión porque siempre algo nos interrumpía y había una gran o más bien pequeña noticia que debía decirle a mi novio. Luego de enterarme que Ylenia, Aileen y Demi están embarazadas mi novio bromeo con que la fraternidad se volverá una guardería de divinidades. Esas palabras que utilizo hicieron que sintiera miedo de decirle que hice un test de embarazo hace unas semanas y me tarde un poquito en decirle que resultado dio.

Recuerdo que tenía la cajita en mis manos estando encerrada en el baño leyendo las instrucciones de cómo se realiza la prueba. Con mis manos temblorosas saque el palito de plástico y antes de que me pueda sentar a hacer pipí dentro del baño apareció Alida para vomitar. No pude ocultar el test ya que la pelirroja fue más rápida que yo y me lo saco de las manos, luego fue directo a vomitar. Cuando termino esta acción se volvió hacia mi limpiando con el dorso de su mano su boca, mirando el palito de platico aun sin ser utilizado.

– por todo el caos ¿tienes un atraso? – pregunto la pelirroja muy interesada en mi ciclo menstrual algo tardío. Viéndome sin salida asentí con la cabeza cubriendo mi rostro y las ganas de llorar no tardaron en llegar, pero me contuve. Ella saco una mano de mi rostro y me sonrió sin mostrar ningún rastro de decepción o incluso rechazo. – cuenta conmigo por si necesitas una amiga para lo que sea – las palabras de la pelirroja me dieron la valentía de realizar el test de embarazo. Esperamos los minutos que fueron eternas torturas donde yo barajeaba las mil y una posibilidades en las que podía o no cambiar mi vida. Hasta que los minutos correspondientes pasaron ya era hora de ver mi nuevo futuro o mi vida seguiría siendo igual, tome el test por un lado con un pañuelo de papel y lo mire. Caí de rodillas al suelo sosteniendo el pequeño palito que podía revelar un cierto porcentaje de ser falso. Eso es lo que quería pensar que el resultado salió erróneo y que en verdad no salió positivo. Quería pensar que en verdad no estoy embarazada y que todo lo que estaba viendo es mentira una pesadilla de la cual despertaría pronto.

Ese mismo día fui al médico a hacerme análisis de sangre de todo tipo quería descartar que en verdad este embarazada. Días después me llamaron diciéndome que los resultados estaban listos, me acompaño Helen porque no quería ir sola a buscarlos y estos confirmaron que en verdad estaba embarazada de pocas semanas. No afectaría al trimestre en el que estaba podía terminarlo y seguir luego cuando él bebe este un poco más grande pero lo que temía era la reacción de Apolión.

– Dianita ¿por qué tan sola? – puse los ojos en blanco cuando escuche la irritante voz de Binx que recalco hacía mucho tiempo no me molestaba. Continué mi camino sin prestar demasiada atención al líder de los Kappa que debía estar muy enojado de que le ganamos en las bromas. – sabía que las embarazadas son hormonales, pero no que son maleducadas – frene en seco nadie además de Alida, Helen y Aileen sabían de mi retoño. ¿Cómo Binx pudo enterarse de esto?

– ¿de que estas hablando? – pregunte asiéndome la tonta mientras giraba para ver a Binx con una sonrisa algo macabra en su rostro que me dio miedo.

– en tu vientre esta la semilla del mismo inframundo – cubrí mi vientre de forma protectora y mire al que se decía ser Binx, este comenzó a reír y creció en altura su cabello cambio todo su cuerpo se transformó. Tánatos estaba frente a mí con su sonrisa malvada en mi mente recitaba hechizos para proteger a mi bebe de toda maldición que el dios quiera tirar sobre él o ella.

– si llegas a hacerle algo a mi bebe o a mi te juro que... – su risa interrumpió mis palabras.

– ¿sino que? ¿me hechizaras con tu magia patética de media hechicera? – se burló el dios señalándome con su dedo – tu eres insignificante al igual que tus padres lo fueron en su momento – hizo un movimiento con su mano derecha y en sus manos aparecieron una versión diminuta de mis padres. El soplo y sus almas se fueron con el viento, sé que lo que él me mostró no es real, pero duele verlo.

– inmovilízala de una vez tenemos más cosas que hacer aparte de torturar a esta cosita fea y el engendro que tiene en su vientre – con voz fría y calculadora hablo detrás de mi Ziara. Reconocería su voz donde fuera ya que no me caía para nada bien ella no me daba buena espina y con lo que sea que estén por hacerme ahora lo confirmo.