El hijo de Hades y Persefone [1.3]

Capítulo 35| Las Furias

A P O L I Ó N💀💀💀

A P O L I Ó N
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Un mapa fue lo que me dejaron en la puerta de mi habitación sin ninguna nota de advertencia guarde el artilugio dentro de mi mochila teniendo por seguro que lo usaría más tarde. Con la mano de Diana tomando la mía camine por el pasillo de las habitaciones en silencio, todo estaba muy tranquilo desde la llegada de mi madre a la casa. El ambiente tenso aún estaba pues Helen e Hypnos no arreglaron las cosas todavía y Ziara se la había visto pululando cerca de la casa. Mi flor no le guarda el mas mínimo rencor siendo que ella la secuestro, pero según me entere más tarde la mamá de Ziara estaba en manos de Cronos y si la rubia no hacia lo que él le pedía la asesinaría.

– sombritas antes de irnos necesito ir al baño – la mano de Diana soltó la mía corriendo escaleras arriba para adentrarse al baño. Tomando la mochila de mi flor termine de bajar las escaleras dejando nuestras mochilas en la entrada. Mi madre salió de la cocina hablando con Helen que la veía con suma admiración a mi progenitora fingiendo una tos ambas se giraron a verme y mi madre sonrió débilmente para luego abrazarme. Correspondí su abrazo escondiendo mi rostro entre su cuello y cabellos negros, inundándome su perfume a bosques y a un jardín de flores.

– tráelo de vuelta y ten mucho cuidado mi pequeño – nos separamos apenas contemplando el vientre abultado de mi madre con algo de vergüenza pase mis manos por encima de la tela dándole algo de cariño a ese ser que todavía se negaba a revelar su sexo. Agachándome para poder hablarle al integrante que poco formaría parte de mi familia levante un poco la blusa de mi madre exponiendo su ombligo y algunas venas muy marcadas en su vientre.

– cuida de mamá mientras no estoy, es nuestro gran tesoro ya lo descubrirás cuando nazcas renacuajo – bese la suave piel pálida de mi madre que soltó una risita por que le causo cosquillas mi acción, pero de inmediato volvió a abrazarme.

– que los dioses te acompañen – dejándome al fin libre de su agarre bajo su blusa volviendo a cubrir su vientre. Las pisadas en las escaleras indicaron que Diana estaba bajando de forma apresurada, no me equivoque cuando gire viendo a mi flor con las mejillas de una tonalidad roja y respiración agitada.

– ¿es broma cierto? – interrumpió Helen el silencio que había quedado mientras veíamos a Diana bajar las escaleras. La castaña dirigió su mirada a la platinada que dejo de sonreír y mostraba un rostro inexpresivo manteniendo los brazos cruzados en su pecho.

– Helen por favor estaré bien no hay que hacer de todo esto un drama – aclaro mi novia tomando mi mano para de alguna forma sentirse protegida de la mirada lasciva que le lanzo la descendiente de Afrodita.

– ¿un drama? .... DIANA ESTAS EMBARAZADA – grito la chica de ojos azules dejando escapar una lagrima por su mejilla – no quiero que te hagan daño…. No quiero perder a alguien más… no de nuevo – susurro las últimas palabras antes de desaparecer en una nube rosa. Mi flor se escondió detrás de mí, pero note como intentaba no llorar Helen se había vuelto alguien muy importante para Diana y sé que para la platinada también sentía lo mismo. Pensando en cómo consolar a Diana para que no se fuera sintiéndose como una pésima amiga olvide el detalle de que mi madre todavía no sabía que sería abuela.

– ¿tienen algo para decirme? – pregunto de forma irónica con voz demandante mi progenitora que nos veía con una ceja alzada mientras acariciaba su barriga. Mi novia me empujó hacia adelante indicando en un lenguaje sin palabras que yo debía ser el que mostrara la cara ante mi madre diciéndole la gran noticia que nos habíamos guardado.

– felicidades serás abuela – forzando una sonrisa y elevando mis manos haciéndolas bailar de forma alegre mire a mi madre que seguía con su expresión seria. Poco a poco fue remplazada por una sonrisa que me recordaba a cuando ella me miraba de pequeño y abriendo sus brazos nos abrazó tanto a Diana como a mí.

– sabía que ustedes terminarían por hacerme abuela esto a Hades le encantara…. – detuvo su animado festejo cuando se percato de que aun debíamos rescatar a mi padre para darle la noticia. – tengan cuidado especialmente con mi nieto – las manos de mi madre se posaron en el vientre apenas abultado de Diana que sonrió.

– mamá ya nos vamos tenemos los días contados y no creo que conseguir la copa sea lo más fácil del mundo – ironice rodando los ojos, toda esta misión era peligrosa, pero estaba en las manos de mi abuelo que años antes me había asegurado que no tenía nada en contra de mis primas o en mi contra. Ahora ya no sé si creer en las palabras de que liberara a mi padre en cuanto le lleve los artefactos o si es solo una trampa.




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